¡Qué buena el agua en esa playa gaditana! Llevamos un par de semanas con un tiempo que no invita al baño pero, lo cierto, es que a principios de mayo las temperaturas empujaban al chapuzón. Que le pregunten a Alberto Contador, que cambio el culotte y la bici por el cubo y la pala. ¡Qué pena que le llamaran para correr el Giro de Italia! Vuelta al trabajo y, como cualquier currante español, al principio costó. A nadie nos gusta dejar el chiringuito playero para volver a la oficina. Alberto se hizo el remolón y comentó que si había que ir se iba pero que ir pa ná es tonteria. "Mi estado no es el más idóneo" aseguraba el madrileño. En Italia, donde no son tontos y ya se las saben todas, no se fiaban nada de nada de las palabras de un Contador que desde el primer día en Palermo ha sido espiado al milímetro por las cámaras de la televisión nacional. Para completar el cuadro, Toni Colom comentaba a los pocos enviados desde España que él y su compañero están en Italia "para tomar capuccinos, comer buena pasta y disfrutar de la carrera". Ahí es nada. Claro, no extraña el mosqueo que arrastraba el "Cobra" en la meta de Pescocostanzo este viernes.
Alberto Contador no está ni mucho menos en su mejor momento físico. Éste llegó en País Vasco, donde pudo exhibirse ante rivales de la entidad de Damiano Cúnego, Davide Rebellin o un gran David Herrero. Sin embargo, tan claro tengo que no se encuentra al 100%, como que el madrileño ha preparado esta prueba desde hace un par de semanas, al menos en previsión de que la invitación llegase, como finalmente fue, a última hora. El rumor de que Astaná podría participar en el Giro circulaba entre los corrillos ciclistas las semanas previas al inicio de la carrera. Sin embargo, pocos creían que esa invitación fuera a llegar, más que nada por dos motivos; el primero que las negociaciones del gobierno kazajo con ASO habían fracasado, por lo que nada hacía pensar que en esta ocasión fuera a ocurrir todo lo contrario, y la segunda la idoneidad de aceptar o no una invitación que podría volverse en contra del propio equipo. Tan sólo Andreas Kloeden tenía marcado en rojo esta parte de su calendario. Los otros dos líderes, indispensables para que RSC otorgará la wild card, se encontraban en franca línea descendente, a la espera de que arrancará Dauphiné Libéré, una especie de vendetta que los de Johan Bruyneel se han marcado para demostrar a ASO que se equivoca no llevándoles a su prueba estrella. Por supuesto, hablo de Levi Leipheimer y del propio Alberto Contador. Por el momento, tanto ellos dos como Kloeden siguen metidos de lleno en la lucha por la general, y eso transcurrida una semana de carrera es a lo máximo a lo que podían aspirar en el cuadro celeste.
Leipheimer y Kloden han perdido este viernes cincuenta segundos respecto a Riccó, Piepoli y Di Luca pero habrá que ver qué no ganan el martes en la crono de Urbino. En Italia están preocupados, porque les han surgido tres rivales a última hora de los que va a ser muy difícil deshacerse. El relevo de Tonkov, último extranjero en portar la maglia rosa en Milán, podría llegar este 2008 y no sólo por la amenaza de los Astaná, ya que el propio Dennis Menchov se encuentra en una coyuntura similar a la de los Contador o Kloden. Lo que para los transalpinos puede ser un problema, para el resto de aficionados al ciclismo es una bendición. El Giro gana en atención internacional y las audiencias lo notan. ¡Qué pena que en Televisión Española no hayan apostado por esta carrera!, a pesar de que el anuncio de que Contador estaría en ella llegó demasiado tarde. Y es que este Giro no sólo aporta el espectáculo propio de la carrera, que ya es mucho con un recorrido como el de este Giro de Italia, sino que además nos ofrece un ingrediente extra, de esos que calan hondo entre la audiencia y que eleva los índices de share a cotas más que respetables. La evolución de Contador es ahora mismo el principal interés para los aficionados españoles, incluso me atrevería a decir que entre los italianos. ¿Irá a más o por el contrario pagará los esfuerzos de la primera parte de la temporada y se hundirá en los Dolomitas?, ¿resistirá el envite de los italianos?, ¿Alberto está realmente muy por debajo de su nivel o todo es una farsa como la orquestada por su hoy director años atrás en el Tour de Francia con Lance Armstrong? Éso vende señores y éso es lo que necesita nuestro deporte.
La etapa tampoco ha estado nada mal. Tercera jornada que la fuga del día tiene éxito y tercera jornada en que un equipo profesional se hace con la victoria. En esta ocasión ha sido Gabriele Bosisio el que se ha coronado en la línea de meta de Pescocostanzo, una bonita cima del Abruzzo a la que se llega tras superar la coqueta localidad del mismo nombre. Bosisio es un desconocido para el gran público pero que se ha labrado un nombre entre sus colegas con sus actuaciones durante los últimos años, sobre todo el pasado en el que logró la victoria en el importante Giro del Lazio. Su compañero y jefe de filas, el abruzzese Danilo Di Luca, quería brindar un bonito espectáculo a sus paisanos y, francamente, lo ha conseguido. Ha sufrido lo indecible en el puerto donde se ha formado el corte entre los favoritos pero ha sabido mantenerse firme para resisitir la rueda de "Cobra", Piepoli y Contador. Incluso en el último puerto ha dado bastantes relevos a los hombres de Saunier, a los que ahora toca sufrir con la crono de la próxima semana, tal y como hoy lo ha hecho Visconti que ha podido mantener la maglia rosa a pesar de que el alemán Matthias Russ continúa al acecho.
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