jueves, julio 17, 2008

Ahora, más que nunca

Si. Ahora más que nunca. Durante mucho tiempo no he podido escribir. Trabajo, algún viaje y tiempo para pensar, sobre todo eso, tiempo para pensar. Sin embargo, las circunstancias en las que se mueve el mundo del ciclismo estos últimos días me empujan a volver a abrir esta ventana.

Charlo y discuto con mucha gente sobre ciclismo durante estas semanas. A los españoles nos gusta ver el Tour durante el mes de julio. Me sorprendo de como me preguntan en el trabajo por cosas de las que no se interesan en el resto del año. ¿Por qué no está Zandio en el Tour? ¿Y Karpets? Y yo, que agradezco que me consulten cualquier duda porque ante todo soy un compañero más y las dudas suele surgir de mí, contesto con una sonrisa en la cara. "Quieren saber de ciclismo y no me sonrojan con la típica burla del dopaje, de puta madre." Valverde gana, Luis León se exhibe y las cosas marchan. Las audiencias suben y cada día el ciclismo tiene más espacio en los informativos.

Sin embargo, las cosas comienzan a torcerse. Triki Beltrán da positivo y a los cinco minutos tengo dos llamadas perdidas para ver si tengo algo aportar. Se apaciguan los ánimos y se vuelve a hablar de ciclismo con la llegada de Pirineos. Valverde naufraga y, aunque sea por lo negativo, todo el mundo se preocupa por como van las cosas por Francia. Parece que tendremos ciclismo para rato. Ni de coña. Llego a trabajar por la mañana y el mismo que me llamó para contarme lo del Triki me comenta que "otra vez mi deporte". Coño, Moisés Dueñas.

El ciclismo vuelve a tomar protagonismo pero esta vez no me gusta. Comienzo a explicar qué efectos tiene el doping y qué es eso que llaman EPO. Oxigenación, glóbulos rojos, hormonas glucoprotéicas... parezco un farmacéutico y eso que yo siempre seguí el camino de las letras. Se vuelve a sosegar el ambiente, Dueñas va a declarar pero la etapa arrancará sin problemas, o al menos eso parecía. Positivo de Riccardo Riccó, Saunier Duval se marcha, Kirchen asegura que no le sorprende, Madariaga se muestra indignado, CaisseEpárgne calla y Schleck se alegra por la expulsión de un tramposo. Menudo circo.

Y yo me pregunto, ¿hasta cuando esto? Los que me preguntaban por Zandio ya no quieren saber nada de ciclismo. Se alejan del televisor, no ven a los patrocinadores y los que pagan se enfadan, tanto que se plantean su continuidad. El ciclismo necesita un cambio, una transformación, pero tan profunda que a día de hoy parece más probable encontrar a Blancanieves que cerrar de una vez el cuento de terror que abrimos hace ya diez años.