La vida cambia en un sólo día, en unas pocas horas, en apenas minutos. Para Giovanni Visconti un Giro de tonos grisáceos ha cobrado vida y se ha convertido en una carrera de color rosa intenso. A pesar de arrancar desde su Sicilia natal, Visconti no estaba respondiendo a las expectativas que se habían generado en torno a él. Los aficionados italianos y su propia formación esperaban que Giovanni se dejara ver en estos primeros días de carrera, en terrenos que conoce como nadie, a pesar de vivir durante muchos meses al año en la Toscana, y que, además, se adaptan a la perfección al portador de la nazionale. Y lo que son las cosas, Giovanni Visconti está lejos de su mejor momento, del que le ha reportado victorias del nivel del campeonato italiano en ruta, pero aún así este quince de mayo ha logrado su mayor éxito como ciclista en toda su carrera, el liderato en el Giro de Italia, una cota que no todos los buenos corredores transalpinos consiguen a lo largo de su trayectoria profesional.
Para darle mayor emoción al final de etapa, el italiano ha logrado la preciada prenda por tan sólo unas centésimas de ventaja respecto al alemán Mathias Russ, otro de los componentes de la escapada del día. Una escapada que ha abierto brecha camino de Peschici, el mismo lugar en donde Franco Pellizotti, hasta hoy líder del Giro, vencía hace dos años. Un final duro, no apto para sprinters puros y en el que los corredores multiusos podían dar rienda suelta a sus cualidades. Uno de esos currantes multiusos, que al contrario que Visconti sí que atraviesa por un estado de forma muy dulce, ha sido el otro triunfador de la jornada. Matteo Priamo (20-03-82) ha logrado en su primera aparición en el Giro de Italia una victoria de relumbrón que, un año más, justifica la presencia de los de Reverberi en la corsa rosa. Mazzanti, Sella, Lancaster, Pérez Cuapio, Laverde... rara vez faltan a su cita con la victoria los componentes de la estructura italiana.
En esta ocasión la suerte ha recaído en Priamo, aunque si analizamos la temporada del corredor del Véneto, quizá habría que eliminar la palabra suerte de esta frase. A sus 26 años, el italiano está completando una primera mitad de temporada más que aceptable, con tres victorias ya en su palmarés. Todas llegaron después de que Priamo no fuera el principal favorito de la fuga, ya que siempre que ha ganado lo ha hecho culminando una fuga de un grupo más o menos numeroso. En sus dos victorias en Turquía parecía que había corredores con muchas más opciones que él. Y sino que le pregunten a Gustavo César Veloso y a David García, que se las prometían muy felices en el país otomano frente al discípulo de Fabiano Fontanelli. ¿No eres favorito? Victoria a la buchaca. A los dos días, y en la misma carrera, de nuevo Priamo en la fuga buena y de nuevo tapado detrás de un sprinter como Bazzayev. Sin duda, la victoria para el de CSF - Navigare, que ahí se ganó su presencia en el equipo del Giro. Tampoco ha tardado mucho en dar otra sorpresa en la corsa rosa. Priamo dedica la victoria a su equipo, una victoria que ha conseguido en una fuga en la que todos señalaban a Giovanni Visconti o Maxim Iglinskiy, fortísimo como demostró en Romandía, como principales candidatos al triunfo. A partir de ahora, Matteo Priamo no pasará de rondón en ninguna fuga de la que forme parte. Su calidad en los terrenos quebradizos y su punta de velocidad, le convierten en un rival peligroso sea cual sea la identidad de los contrincantes.
Y mañana llega el primer final en alto. Por supuesto no resultará decisivo pero sí que nos mostrará el estado real de muchos corredores a los que todavía no podemos colocar la vitola de favoritos pero que, quien sabe, pueden estar en disposición de luchar por la general. Del mismo modo, nos mostrará si los Contador, Soler o Karpets, sobre los que se cierne la duda, se encuentran en disposición de pelear con los mejores. La respuesta estará en Pescocostanzo, un final en el que Di Luca tendrá mucho que decir.
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