domingo, abril 27, 2008

La segunda

Las vueltas de tuerca se han hecho necesarias en los recorridos actuales. El estancamiento de un trazado puede provocar que año tras año se pierda el espectáculo. Las fuerzas están cada vez más parejas, donde antes pasaban veinte hoy lo hacen cincuenta, y sólo pruebas con dureza innata como Flandes o Roubaix pueden permitirse mantener sus puntos fuertes con ligeros retoques. Lieja necesitaba esa vuelta de tuerca y ASO, acertadamente, la ha dado en esta edición de 2008. Los últimos años la Doyenne se ha resuelto en grupos más o menos numerosos pero que rara vez han bajado de la decena de unidades. Después de superar La Redoutte, Saint Tillman y Saint Niklaas era el repecho final de Ans el que decidía el vencedor final de la más antigua de las clásicas del ciclismo mundial.


Mucho se ha discutido estas semanas previas acerca de si la modificación del recorrido era más para publicitar la prueba que para buscar un proceso de selección previo a la entrada a Saint Niklaas. Después de ver el cambio en directo y de comprobar sus devastadores efectos en el pelotón, queda claro que Roche des Façons ha cumplido su papel. La nueva cota nos ha ofrecido los mejores momentos de ciclismo de esta edición de la Décana... y no sólo para la galería, ya que la selección definitiva se ha producido a la salida del minipuerto, en donde cuatro hombres han conseguido la ventaja suficiente para jugarse la carrera entre ellos.

La Redoutte ha sido un año más el punto en el que los favoritos han abierto fuego. La primera sorpresa la ha dado un fuera de serie, uno de los más grandes del pelotón mundial, el Grillo Paolo Bettini. Muchos se hubieran conformado con finalizar la prueba y con llegar a meta en mitad del paquete. El italiano no está en su mejor momento. Un poco la edad, un poco las lesiones, un poco la dejadez invernal han provocado que el campeón del Mundo no llegase a esta temporada de clásicas tan fuerte como en anteriores temporadas. Sin embargo, Bettini se ha esforzado esta semana en el Trentino para conseguir un nivel apropiado para dejarse ver en una de sus carreras predilectas. Y vaya que si lo ha conseguido, aunque le ha faltado un poco de fondo, ha sido capaz de obsequiarnos con dos de los mejores demarrajes de la jornada. El primero en la Redoutte, el segundo en Roche des Façons. Al finalizar la Lieja, Paolo reconocía que le han faltado un poco las fuerzas pero que ha estado a sólo doscientos metros de coger la fuga buena, aunque claro ésos son los doscientos metros que separan al vencedor del que se queda en cabeza del pelotón.

Pero Paolo Bettini no ha sido el único que ha atacado en esta Doyenne. Previamente lo había intentado Philippe Gilbert, lo probaba Alexander Kolobnev y hasta la fuga del día estaba formada por corredores de cierto nivel. Pavel Brutt, Marcus Fothen, Pierre Rolland, David Kopp y Tom Stubbe. Sin embargo, el ataque más peligroso lo protagonizaba Andy Schleck. El luxemburgués lo probó en la Redoutte en compañía de Stefan Schumacher. El alemán no ha rendido en las Árdenas al nivel de la temporada pasada por lo que ha tratado de redimirse en la más mítica de las tres pruebas que salpican esta semana. Pero el de Gerolsteiner ha demostrado en Roche des Façons porqué su rendimiento ha sido inferior al del año pasado. No ha tardado en perder rueda del menor de los Schleck, que abría camino en la nueva y dura subida y que demostraba encontrarse a muy buen nivel, aún no al del Giro del año pasado pero sí con opciones de disputar esta carrera.

El desenlace lo ha iniciado Joaquim Rodríguez. Quim ha demarrado en la subida de los halcones y a su movimiento sólo han podido responder Davide Rebellin, Franck Schleck y Alejandro Valverde, que en un primer momento se quedó junto a Evans y Cúnego. El murciano se dio cuenta de que ni australiano ni italiano tenían las piernas de Flecha Valona o Amstel Gold Race, así que decidió poner tierra de por medio y unirse a los cuatro de cabeza. Dos Caisse D´Epárgne, dos CSC y Rebellin. Parecía que la prueba estaría entre los cinco, pero Façons aún escondía otra trampa, un repecho después de coronar que ha roto a Quim y que ha dejado a Valverde sólo no ya ante dos compañeros de equipos, sino ante dos hermanos. Teniendo en cuenta los precedentes y la superioridad numérica, parecía que la victoria no debía escapar a los luxemburgueses, sobre todo porque los dos habían demostrado encontrarse muy fuertes, pero, una vez más, el lanzamiento de Franck se ha estrellado en el palo.

Andy ha cumplido la lógica. El más débil ataca y busca las dudas en el grupo. Sin embargo, Rebellin ha acompañado a los relevos y Valverde ha mantenido la sangre fría suficiente y necesaria para no equivocarse en su decisión. El pequeño de los Schleck no ha abierto hueco y en la subida de Saint Niklaas era cazado y superado por el grupo de tres. A Franck sólo le quedaba atacar, más sabiendo que al sprint es uno de los corredores más ineficaces del pelotón, por lo que lo probó dos veces en la penúltima subida. Tanto el Piadoso como el murciano han demostrado tener piernas y que se jugarían la carrera en Ans, ya que Schleck era incapaz de soltar a ninguno de sus dos rivales. Valverde es más rápido pero el precedente tan cercano de Flecha daba esperanzas a Rebellin. Sin embargo, al de Las Lumbreras no se le iba a escapar una vez más el triunfo. El año pasado no pudo seguir a un fabuloso Di Luca pero en esta ocasión iba a ganar y lo iba a hacer con un ataque lejano, a falta de 400 metros, que ha dictado sentencia.

Lieja me embarga de tristeza, la temporada de grandes clásicas dice adiós. Cancellara, Devolder, Boonen, Cunego, Freire, Kirchen y Valverde han sido los vencedores de las siete pruebas más importantes. Nadie ha repetido. Gana el espectáculo. Por cierto, ¿quién decía que las clásicas eran para veteranos? Sólo Freire supera la treintena.

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