Jason Bourne olvidó dos semanas de su vida. Dos semanas clave, aquellas en las que sucedió lo que marcaría su futuro. Ivan Basso no va a olvidar los dos últimos años pero, al igual que a Jason Bourne, el italiano quedará marcado para siempre por un periodo determinado de su vida. Habrá que ver si esos dos años le marcan de un modo positivo o, si por el contrario, suponen un estigma que tendrá que cargar durante el resto de su carrera. Una vez cumplida su pena se supone rehabilitado al deportista. Si los periodos de sanción no sirven para que el ciclista arranque de cero, más valdría imponer sanciones de por vida. Basso debe volver a las grandes carreras, aquéllas en las que ya brilló antes de que estallara la trama Puerto.
El primer paso para que el italiano sea uno más del pelotón ya está dado. El equipo Liquigas ha sido valiente y ha apostado por el mejor ciclista transalpino para carreras de tres semanas de los últimos años. Basso ha firmado por los de Mario Scirea para las dos próximas temporadas y queda claro que la intención es luchar por el Giro de Italia y el Tour de Francia con el corredor que más cerca anduvo de Armstrong en los siete años de reinado texano. Durante esos últimos años sonó con fuerza Barloworld, como el equipo más interesado en contratar al vencedor del Giro de 2006, pero finalmente ha sido una formación de la máxima división la que ha apostado por el italiano. Insisto en que el conjunto transalpino se la ha jugado. Saben que sus movimientos serán vigilados con lupa a partir de ahora y el mínimo desliz podría costarle la invitación al Tour, aludiendo que cuentan entre sus filas con un corredor que no ha cumplido los cuatro años pertinentes que imponen las normas del UCI ProTour. El siguiente paso deben darlos los organizadores, permitiendo que el ciclista participe en sus carreras, una vez que la sanción se haya cumplido totalmente. La UCI no puede seguir gobernando a su antojo este deporte. Desde la implantación del ProTour los supuestos pasos hacia adelante que iba a suponer la liga no sólo han quedado en el olvido, sino que se han vuelto a la cara de los federativos, convirtiéndose en los culpables de las luchas internas de los últimos años. El problema es que ASO y demás se escudan en las normas UCI cuando les conviene, y quieren dejar de lado a un equipo, mientras que se las saltan sin rubor alguno cuando así sus decisiones salen beneficiadas.
Un ciclista no puede cumplir cuatro años de sanción por un positivo. Ivan Basso debe volver a las carreteras en cuanto acabe su sanción. ¿O acaso el domingo en el Santiago Bernabéu le pedirán a Gurpegi que cumple un par de añitos más?. ¿Le dirán que se marche a Segunda B porque en Primera no puedes jugar si das positivo?
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