martes, enero 15, 2008

Dispuestos a hacer mucho ruido

Desde que la empresa Omega Pharma se hiciera cargo de los avatares del que ha sido equipo Lotto durante muchos años, la formación belga ha cambiado de nombre al final de cada temporada. La compañía farmacéutica ha encontrado un filón en la escuadra ciclista y ha aprovechado su patrocinio para sacar a la palestra varios de sus productos estrella. En 2005 se decantaron por Davitamon, un complejo vitamínico muy usado en toda Europa. La pasada temporada tocó el turno al famoso Predictor, el test de embarazo preferido por las mujeres. Y este año será el momento para Silence, un producto que combate los molestos ronquidos. La campaña publicitaria de este fármaco ha arrancado en España hace escasos días, por lo que no es casualidad que Omega Pharma quiera que Silence sea el primer patrocinador del conjunto de Marc Sergeant.

Pero no sólo de patrocinador ha cambiado Lotto. Los retos deportivos de este equipo han cambiado durante los últimos años de un modo radical. De luchar por la victoria en las grandes clásicas del calendario, a involucrarse en las generales de las rondas de tres semanas. Los Andrei Tchmil o Van Petegem han dado paso a los Cadel Evans o Yaroslav Popovych. De estar completamente centrados en las pruebas de un día, con un resquicio para los sprinters - Wilfred Nelissen o Robbie Mcewen - se ha pasado a luchar por victorias en grandes vueltas.

Hace ya tiempo que en Lotto andan a la caza de un corredor capaz de brillar en las pruebas de tres semanas. Primero lo probaron con corredores locales. Rik Verbrugghe parecía que podría llegar más alto de lo que finalmente ha conseguido. El de Tienen se adjudicó en 2001 la victoria en el Criterium Internacional, prueba de que el de Lotto apuntaba maneras para las pruebas por etapas. Su buen Giro también hacía pensar que Rik podría ser el ciclista que toda Bélgica espera desde hace tiempo. Sin embargo, su buen palmarés - Flecha Valona y etapas en el Giro incluídas - no han tapado sus carencias en generales de grandes pruebas. De la misma generación que RV es Mario Aerts. Nacido en Herentals la Nochevieja de 1974, Aerts pasó a profesionales en el Vlaanderen 2002, la prolífica cantera del ciclismo flamenco. Buenas posiciones en Flecha Valona, París - Niza, o prestaciones más que interesantes en sus dos primeras apariciones en el Tour de Francia - vigesimoprimero y vigesimooctavo - llegaron a ilusionar a la parroquia belga. Sin embargo, una vez más la promesa no cumplió todas las expectativas.

Wim Van Huffel, gran Giro 2005 y posterior desaparición, o el ya retirado Kurt Van de Wouwer, que llegó a sonar para equipos españoles, son otros de los corredores que parecían llamados a liderar el conjunto Lotto en las grandes vueltas. Van Huffel aún está a tiempo de rendir, aunque le va a costar recuperar el tiempo perdido. Precísamente aquel 2005 comenzó el cambio en el seno del conjunto Lotto, ya Davitamon por entonces. Sergeant y compañía ficharon al australiano Cadel Evans, una apuesta del todo arriesgada, ya que el ex biker venía de completar dos años muy oscuros en el seno de T-Mobile. La apuesta no salió del todo mal ese primer año, ya que Evans finalizó su primer Tour de Francia en un buen octavo puesto. Junto al aussie se contó con los servicios de Mauricio Ardila. El colombiano mostró un buen nivel en algunas carreras, como el Giro de Italia, pero aún hoy continúa siendo más conocido por su aparición estelar en La Aparecida que por cualquier otra cosa. Al año siguiente mejoraron las cosas para Evans, que ya entraba en los pronósticos para el Tour dentro de la segunda fila de favoritos. Su cuarto puesto final es menos recordado que su táctica chuparruedas, algo que le ha perseguido desde entonces. Van Huffel continuaba en el equipo, de hecho tenía mucha responsabilidad en el Giro aunque no fuera capaz de plasmarlo en la carretera, Ardila se marchó a Rabobank y en su lugar fue fichado a última hora Josep Jufré con al única labor de acompañar a Evans en las pruebas en las que coincidieran. Además, se fichó al veterano Chris Horner después de un buen año en Saunier Duval. Ya era un hecho que Davitamon buscaba el éxito en las carreras por etapas.

Los cuatro corredores para este tipo de carreras se mantuvieron en 2007 y a ellos se sumó el italiano Dario Cioni. El italo - británico era otra apuesta arriesgada, ya que tras su cuarto puesto en un Giro de Italia no había vuelto a dejarse ver. Sin embargo, tras el éxito con Evans, los directores decidieron jugársela con DD. Esta vez la jugada no salió tan bien pero el australiano siguió subiendo peldaños en su progresión y terminó en segunda posición el Tour de Francia.

Después del podio de Evans en el pasado Tour, los rectores del equipo han decidido echar el resto y jugársela sin contemplaciones en la próxima Grande Bouclé. Se han marchado Horner y Jufré pero a cambio ha aterrizado en Bélgica nada más y nada menos que Yaroslav Popovych, uno de los corredores con más motor del ciclismo actual. Por condiciones, el ex de Discovery Channel podría luchar por la general de una gran vuelta pero su falta de regularidad impide al ucraniano lograr mejores puestos en clasificaciones finales. En cambio, cuando el Tren Popovych tiene el día pocos son capaces de seguir sus pasos en las etapas más complicadas. Sus cambios de ritmo, tanto bruscos como contínuos han destrozado pelotones en las mejores cimas del Tour de Francia. Exhibiciones como la realizada en la última París - Niza son otro ejemplo de la capacidad de este atleta formado en la cantera italiana. Con Popovych a su lado, Cadel Evans gana enteros en su lucha por el amarillo de París. Eso sí, por el momento el mejor aliado del oceánico se llama Ettore Torri...

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