Poco, o nada, debería sorprender a los expertos en ciclismo la victoria ayer de Stefan Schumacher en la Amstel Gold Race. El alemán lleva mucho tiempo bordándolo y dando muestras de ser un ciclista de primer nivel. Tan sólo le faltaba conseguir una gran victoria en una de las Clásicas de primera fila y, aunque Amstel no sea un Monumento, la prueba holandesa cumple con este requisito. Su fracaso en Telekom queda ya lejos, más valdría al resto de grandes echar un vistazo al palmarés de este corredor de veinticinco años. Schumacher fue el único ciclista capaz de vencer en dos generales de pruebas Pro Tour en la temporada 2006. Eso sí, Polonia y Benelux, las dos vueltas con menor caché de la liga. Además, alzó los brazos en dos etapas en el pasado Giro de Italia. Especialmente brillante fue su victoria en la ciudad belga de Namur. El de Gerolsteiner atacó en las rampas de la Ciudadela de la localidad valona, sacando en línea de meta unos pocos segundos a Chechu Rubiera, probablemente uno de los mejores corredores bajo la lluvía de los últimos años. Lluvía como la que caía ese día en Namur. Personalmente, me sorprendió tanto ese final de etapa que en mi visita el pasado mes de septiembre a tierras belgas, no pude evitar acercarme a Namur y ver de primera mano la Ciudadela.
El desarrollo de la Amstel Gold Race siguió el guión marcado por los equipos con hombres rápidos, sobre todo Caisse D´Epárgne. Una fuga permitida con corredores nada peligrosos en la lucha por la victoria final, un ritmo apacible para los favoritos e ir consumiendo kilómetros y cotas hasta llegar a la parte final. El primer corredor importante en mover el árbol fue Jens Voigt. El alemán buscó dinamitar el pelotón desde lejos pero el terreno aún era favorable al control que Caisse imponía por detrás. No tuvo suerte CSC ayer, ya que Franck Schleck, vencedor el pasado año en el Cauberg, se dió un costalazo justo cuando se comenzaba a decidir la prueba. Aún así, el luxemburgués fue capaz de contactar de nuevo con el pelotón, con la inestimable ayuda de su coche, y finalizar en el segundo grupo. Schleck tendrá oportunidad para resarcirse en Flecha y Lieja.
El encargado de volar en mil pedazos el pelotón sería Stefan Schumacher, el alemán arrastró con él a la flor y nata de la prueba. Su compañero "Tintín" Rebellín, Paolo Bettini, Michael Boogerd, Danilo Di Luca y Matthias Kessler eran los únicos que resistían en cabeza una vez coronado el Keutenberg, junto al Cauberg la cota más mítica en la Amstel Gold Race. Insisto en que por delante estaban los corredores esperados por todos. Quizá sólo se echaban en falta a Samuel Sánchez, con gripe toda la semana y a Franck Schleck que seguramente pagaba las consecuencias de su caída. Gerolsteiner contaba con superioridad numérica en cabeza, un factor a la postre decisivo, pero no podía fiarse ante la calidad de los contrincantes. De los siete, Rebellin y Di Luca ya sabían lo que era vencer en el Cauberg en la Amstel y Kessler lo había logrado el año pasado en el Tour de Francia. De Bettini y su capacidad como clasicómano se ha dicho todo, Boogerd estaban ante su última oportunidad de repetir victoria en su prueba predilecta y Valverde era la rueda más vigilada por todos. ¿ Se podía considerar que Schumacher estaba un peldaño por debajo de sus compañeros de escapada ? Ni mucho menos. Es fácil decirlo después de la resolución de la etapa pero no era necesario esperar a ésta para colocar a Schumi al mismo nivel que sus compañeros de fuga.
El desenlace fue de libro. Schumacher atacó aprovechando la superioridad de Gerolsteiner, todos se quedaron mirando para que por delante, el alemán alzará los brazos en la cima del Cauberg. Tal y como sucedió en Gante - Wevelgem, Rebellin completó el doblete. Si en Bélgica fue T-Mobile, en Holanda ha sido Gerolsteiner, el equipo triunfador. Valverde acusó al final su esfuerzo para conectar con el grupo de favoritos, ya que le falló la colocación. El murciano tuvo que hacer un gran esfuerzo para no perder rueda con los primeros y ese gasto de energía acabó pagándolo en el Cauberg, donde no pudo responder a los ataques de sus rivales. De todos modos, él y su equipo deberían replantearse su estrategia de cara a la Lieja del próximo fin de semana, ya que si Quim no consigue estar con él, Valverde pierde muchos enteros en sus opciones de victoria.
No quiero acabar sin dar unos breves apuntes: Francisco Torrella se impuso ayer en el Memorial Inguanza, puntuable para la Copa de España y Said Haddou hizo lo propio en el Tro Bro León, una especie de París - Roubaix en versión mini.
4 comentarios:
Buena crónica!
Muchas gracias Vier.
Un saludo¡
Haddou ha dado su primera victoria del ano al Bouygues !! Ya era tiempo !!!
Haddou entro el ultimo en el equipo y por los pelos pero les da la primera alegria !!
Les estaba costando mucho ganar a los Bouygues, a ver si esta victoria les da tranquilidad.
Un saludo
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