Paolo no venció solo

A veces en el ciclismo gana el mejor. Ese podría ser el resumen de la emotiva victoria de Paolo Bettini ayer en el Giro de Lombardía. "Il Grillo" ya demostró hace tres semanas que se puede ganar en una gran prueba atacando sin descanso, dando una auténtica exhibición en todos los terrenos y dejando claro a todos los rivales quién es el rival a batir. En esa ocasión se trataba del Mundial y, aunque aquella victoria tiene un mayor valor deportivo, no creo que Bettini cambiara su triunfo en Lombardía por ningún otro.

Y es que ayer Paolo no corrió solo. A su lado estuvo Sauro, su hermano fallecido pocos días después de que el de Quick Step se vistiera de arco iris. La rabia con la que Bettini dejaba a sus rivales cada vez que la carretera picaba hacia arriba daba fé de que ayer Il Grillo no rodaba en solitario. En su cabeza rondaba Sauro y Paolo le prometía una y otra vez que conseguiría esa victoria por los dos. El menudo corredor italiano rompió la carrera hasta en tres ocasiones pero los continúos sube y baja de la orografía lombarda provocaban que sus adversarios puedieran darle caza en las bajadas.

Bettini atacó a cincuenta de meta en Madonna del Ghisallo, el Santuario Ciclista Italiano, junto a Samuel Sánchez, Davide Rebellin, Danilo Di Luca, Franck Schleck, Michael Boogerd y Riccardo Ricco, a quienes se unieron en el descenso Fabian Wegmann, Andrea Pagotto - que venía de la fuga del día- Matteo Carrara, Georg Totschnig y Christian Moreni. Estos hombres son los que se jugarían la carrera. Gerolsteiner contaba con la superioridad que da tener a tres hombres en el grupo de cabeza - Wegmann, Totschnig y Rebellin- pero en la penúltima subida del día, Bettini volvió a demostrar que era el más fuerte y que la superioridad númerica no sería suficiente para arrebatarla aquel triunfo. El Civiglio era terreno más que propicio para volver a demostrar las fuerzas de cada uno.

El Civiglio es una puerto que se caracteriza por su revirado descenso hasta la ciudad de Como. En él, Bettini hizo gala de una gran habilidad y manejo encima de la bici e impuso un fuerte ritmo que hizo incrementar la diferencia respecto a los perseguidores. Tan sólo Fabian Wegmann había resistido a duras penas el ritmo de Il Grillo, pero todo parecía indicar que en la última subida a San Fermo di Battaglia el alemán tendría que rendirse ante la evidencia.

Por supuesto se fue Bettini. El italiano arrancó encendido en busca de su segunda victoria consecutiva en la línea de meta de Como y, además, esta vez lo hacía emulando la gesta de Camenzind en el 98, logrando el triunfo en el Giro de Lombardía con el casi recien estrenado maillot arco iris sobre los hombros.

Por detrás reaccionó Samuel Sánchez, formidable en este final de temporada, dando caza a Wegmann y consiguiendo el segundo puesto. El primero de entre los ciclistas terrenales, ya que Paolo, Il Grillo, es ya un mito, un corredor que escribe la leyenda de la que se hablará dentro de muchos años.

Por cierto, acabó el Pro Tour con la victoria de Valverde, quien finalmente fue de la partida aunque no acabara la carrera. La clasificación por equipos fue para CSC y la de países para España. Sin duda, la "victoria" más desapercibida del murciano este año.

Fotos: AP