martes, octubre 10, 2006

En un callejón sin salida

No se me ha olvidado que poco antes del Giro de Italia se produjo un gran redada en Madrid, para desarticular una red de dopaje que afectaba no sólo al ciclismo español, sino a las grandes figuras del pedal internacional. Meses después los expedientes de sanción a aquellos corredores, supuestamente implicados, continúan en las dependencias de las distintas federaciones nacionales y de los juzgados penales, aunque éstos estén en parados y en un punto en el que no se sabe si fructificará sanción alguna o si todos los presuntos implicados saldrán indemnes.

¿Cómo se ha llegado hasta esta situación? Básicamente porque las cosas se han hecho mal desde un principio. Trataré de centrarme en el caso de los ciclistas españoles para dar una explicación más concreta, ya que en cada país la legislación en materia de dopaje es distinta. El primer error de la justicia y del CSD - auténtico impulsor de la Operación Puerto- fue acusar a los ciclistas de un delito que en España no está tipificado como tal dentro del Código Penal. Desde ese momento, los jueces están atados de pies y manos, ya que no pueden inculpar judicialmente a alguien de algo que no supone infracción alguna.

Así pues una posible vía de sanción queda, casi, totalmente descartada, por lo que los esfuerzos de Lissavetzky y los suyos se centrán ahora en conseguir que fructifiquen las sanciones deportivas, algo que tampoco parece sencillo. Cuando se destapó el escándalo, AS y ElPaís, en definitiva Prisa, se dieron prisa por sacar a la luz la lista de implicados, basándose en los apodos que Eufemiano daba a sus clientes. Meses después, parece que aquella lista inicial dada por los medios, difiere en parte de la la auténtica. Esto podría ser aprovechado por los corredores, ya que podrían agarrarse a un defecto de forma y, sobre todo, tienen la opción de demandar a los diarios por hacer público el secreto sumarial, algo que podría dar al traste con todo el proceso sancionador.

Lo que personalmente tengo muy claro, es que todo el proceso se ha alargado injustificadamente. Por un lado, el CSD trata de hallar cualquier resquicio, por pequeño que sea, para poder sancionar a los corredores. Incluso para salvar su propia honorabilidad, ya que si después de todo el jaleo armado, al final todos los implicados salen de rositas, supondría un palo para el organismo estatal y, más que nada, para Lissavetzky. Por el otro, tenemos la situación de cincuenta personas que no saben cuál será su futuro. Más de uno ya ha manifestado que si lo van a sancionar que lo hagan ya, pero que no le mantengan en esta situación de árdua espera.

La situación en este momento, es que los corredores implicados están preparando demandas en contra de los que hicieron público el secreto sumarial y, además, es posible que impongan otras contra el Tour de Francia y la Vuelta a España, por haberles dejado fuera de sus carreras basándose en hechos no demostrables y que, si al final no son sancionados, serán considerados como no fehacientes. Se avecina tormenta y no es pequeña.

Anoche "El Tirachinas" en Cadena Cope, arrancó con esta noticia y con una entrevista con Fulgencio Sánchez, Presidente de la Federación Española de Ciclismo, quien no quiso mojarse en favor de unos u otros. Sánchez parece tener claro que hoy día los organismos tienen la de perder y posicionarse en contra de unos corredores que parecen tener la de ganar no es aconsejable para un presidente que ya ha sido criticado dúramente por Meta2Mil en estas últimas semanas.

Por si fuera poco, ahora aparecen las declaraciones del conocido representante de futbolistas Bronzetti, en las que insinúa la relación de ex jugadores del Valencia con Eufemiano.

4 comentarios:

Sergio dijo...

La Operación Puerto se inició con el Giro ya bien avanzado. Las únicas demandas que pueden ganar la panda de dopados es contra la persona que filtró los documentos a los medios de comunicación (también Interviú, que no es del Grupo Prisa), no contra los medios de comunicación que ejercieron el derecho (deber, en este caso) de información.

En cuanto a que la lista inicial tiene errores, me troncho de risa. El único fue el que cometió Interviú al adjudicar "catalán" a Escuredo, cuando parece ser que es Hermida. Los demás son tan claros como el agua. Es más: alguno como Koldo Gil aparece con nombre y apellidos, sin ningún apodo.

Y no veas como clama su inocencia, es increíble.

Andrés F. Cánovas dijo...

En ningún momento diré que los ciclistas que aparecen en la lista son inocentes pero lo que sí creo es que los que tenían que manejar el asunto no lo han hecho bien.

Tampoco defiendo que los corredores salgan impunes, pero tal y como están sucediendo los acontecimientos yo me aventuraría a que al final van a salir todos de rositas.

La lista no arroja dudas si se entra en valoraciones tales como el perro de "X" se llama "X" o este corredor es amigo de "Luigi" hechos tan reales como difíciles de demostrar en un juicio.

Las federaciones se van a pasar meses buscando un entresijo por el que poder sancionar a los corredores, pero la publicación de los nombres - tanto en Interviú como en As y El País- va a favorecer más a los propios corredores que a los que busquen la sanción.

Un saludo

Sergio dijo...

Lo que consiguió El País al desvelar los nombres es que no tomasen parte en el Tour gran parte de los ultradopados. Si, esos mismos que ganaron el Giro y que tomaron la salida para copar los cuatro primeros puestos en la Vuelta a Suiza. Con total impunidad.

Por cierto, ¿por qué nadie se pregunta que Basso se niegue a hacer la prueba del ADN? Si la sangre que se conserva en Guzmán el Bueno (sede de la UCO) no es suya, ¿a qué tiene miedo?

Andrés F. Cánovas dijo...

Es obvio que el motivo por el que Basso no quiere hacerse la prueba del ADN es porque en cuanto compararan las dos sustancias sería cazado.

La implicación de la mayor parte de los acusados en la OP en la red de Eufemiano ha quedado clara pero yo insisto en que la cosas no se han hecho bien. Ni desde la Federación, ni desde el CSD, ni desde ningún sitio.