sábado, septiembre 02, 2006

"V" de Vendetta

La Vuelta regresó a Galicia con un final muy atractivo para el espectador, tanto para aquel que sigue la carrera en la llegada de la etapa como para el que lo hace desde casa a través del televisor. La meta en la ciudad amurallada de Lugo picaba ligeramente hacia arriba, por lo que los hombres rápidos de la prueba perdían protagonismo frente a los llamados clasicómanos, esos ciclistas capaces de estar tanto para un roto como para un descosido. Es decir, los Bettini, Rebellin, Di Luca, Valverde o Vinokourov. Además, en los últimos ocho kilómetros se hacía un bucle por la capital lucense que regalaba a los espectadores de meta una segunda oportunidad para ver pasar el pelotón.

La alegría no pudo ser más completa para todos los congregados allí, ya que el ídolo local –Óscar Pereiro- atacó a un kilómetro de la meta pero cuando aún restaban ocho kilómetros y por tanto el segundo paso por meta. El de Mos se fue junto con el austriaco Rene Haselbacher – hombre de Astaná el año próximo-. Por un momento parecía que ambos podrían tener opciones de conseguir el triunfo, pero el pelotón, y en concreto Liquigas, se puso el monto de trabajo para tirar abajo la escapada. Pereiro lo había intentado en su primera carrera como profesional en su tierra, ya que desde hacía once años la Vuelta no pisaba las tierras del Miño y Breogán.

Una vez abortada la fuga, el pelotón continuó con su fuerte ritmo mientras bordeaba las murallas de la ciudad. Al pasar la pancarta del último kilómetro el terreno se volvía más y más pestoso, hasta alcanzar las rampas del cuatro por ciento que decidirían la resolución de la etapa. Atacó casi sin quererlo Fabio Sacchi. Sin embargo, el de la Milram tuvo que abrirse por la dureza de este tramo final. Después llegó el turno para Luca Paolini, pero a doscientos metros de meta apareció por detrás, del mismo modo que ayer Valverde, Alexandre Vinokourov, otorgando a Astaná su primera victoria en la Vuelta. El kazajo entraba enfurecido, gritando “aquí estoy yo” y clamando venganza por la inesperada derrota el día precedente. Mi impresión personal es que mañana Vinokourov va a perder tiempo con respecto a los primeros. Al rubio siempre se le ha atragantado la alta montaña, y su manera de no perder tiempo es “liarla” en puertos precedentes a meta. Quizá por ello veamos al kazajo atacar en San Lorenzo, algo que sin duda beneficiaría al espectáculo.

La mala noticia del día es para Josep Jufré. El de Davitamon se encontraba entre los quince primeros de la general y con buenas sensaciones para etapas venideras, pero una caída en la primera parte de la etapa de hoy, le ha obligado a abandonar. Al principio se habló de que sería operado, ya que se ha producido un corte en el brazo bastante profundo que le ha roto un tendón, pero las últimas noticias son que Jufré no tendrá que pasar por en quirófano. Suerte para el catalán y a preparar la próxima temporada.

Y mañana llega La Cobertoria. Cuidado que no viene sola, porque Connio, Rañadoiro, Somiedo – aunque no sea puntuable- y San Lorenzo, acompañarán al puerto situado en línea de meta. Para muchos la etapa reina de esta Vuelta – para mí a la misma altura que la jornada de Calar Alto-, por lo que Brajkovic y Kashechkin tienen aquí la primera gran piedra de toque en donde se decidirá si luchan por la general, el podio o “simplemente” hacer una buena carrera.

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