viernes, septiembre 01, 2006

Tócala otra vez, Álex


De nuevo la ha vuelto a hacer. Alejandro Valverde es capaz de lograr victorias que parecen imposibles, algo tan característico en él que convierte lo que debería de ser una sorpresa en algo previsible. Hoy a doscientos metros de meta marchaba escapado Alexandre Vinokourov con una distancia que hubiera sido definitiva para adjudicarse el triunfo de etapa si por detrás suyo no hubiera circulado la KTM de Valverde. En condiciones normales - sin el murciano- todos hubiéramos dado por suficiente la ventaja del kazajo, pero curva tras curva en esos últimos metros nos empecinábamos en asomar la cabeza para ver donde estaba el de Caisse D´Epargne. Y al final apareció de la nada, de su nada, para pasar por encima de Vino, que pocos segundos antes saboreaba la victoria.

Sin embargo, hoy me he quedado con la duda de si Valverde tiene un punto más del que hoy ha mostrado o si en cambio esto es todo lo que hay por el momento. En mitad de la subida, cuando las rampas se hacían más duras alcanzando el 15 por ciento, Valverde ha asentado un duro hachazo a la carrera al que sólo ha podido responder Kashechkin. En ese momento Valverde se ha girado ha visto al kazajo a su rueda y en vez de seguir hacia adelante buscando alejar a Brajkovic y el resto de rivales en la general, se ha parado para aguardar la llegada de sus compañeros Quim y Karpets, quienes, por cierto, hoy han estado inconmesurables. Es de ley decirlo, más cuando al ruso le han llovido los palos después de su inexistente labor de equipo en el Tour. Alguien debió de leer la cartilla a Vladimir después de julio, ya que desde entonces su actitud en carrera - en San Sebastíán ya curró de lo lindo- ha sido distinta. Entonces, ¿Valverde no ha querido llevar a rueda a un rival como Kashechkin o es que el motor no daba para más a estas alturas de carrera? Recordemos que el murciano va de menos a más en esta prueba debido a que llegó corto de forma a la salida de Málaga. La primera respuesta la tendremos el domingo en La Cobertoria, pero la definitiva será sin lugar a dudas en el Calar Alto la última semana de carrera.

Valverde se ha hecho con la etapa pero el liderato ha ido a parar a los hombros del esloveno Janez Brajkovic, auténtica revlación ya de la carrera. El gran debate en este momento es si el joven corredor de 23 años aguantará o no con esta forma hasta que acabe la carrera. Desde luego que de hacerlo sería el principal favorito para llevarse la prenda dorada hasta la región de Novo Mesto, pero ahí radica la duda, en saber hasta cuando es capaz de estar con los primeros. El domingo en La Cobertoria tendrá el primero de sus exámenes como líder de la carrera. Si en Asturias sigue mostrándose sólido, la crono de Cuenca será la próxima ciudad española en la que Brajkovic dé un golpe a la carrera.

Hoy la lista de damnificados incluye al ex líder Danilo Di Luca, que se ha dejado casi dos minutos en meta, y al ruso Dennis Menchov que ha acumulado más de diez con respecto a los primeros. En ambos casos es destacable la sinceridad de los ciclistas. Di Luca aseguró que no venía a luchar por la general, como hoy ha demostrado, y Menchov ha manifestado en reiteradas ocasiones que este año no llegaba bien a la Vuelta. Sinceridad a tope.

Señores, la Vuelta vuelve a Galicida, una región que nunca debió de abandonar esta carrera. El gobierno gallego ha hecho un gran esfuerzo para que Lugo acoja este final de etapa y para que Santiago sea lugar de salida de la prueba la próxima edición. Además, con el equipo profesional gallego que saldrá a las carreteras el año próximo, se abre un mapa muy esperanzador para el ciclismo en tierras gallegas. Que el ciclismo no vuelva a dejar a Galicia, región que no recordaba lo que es ciclismo profesional desde que desapareciese la Vuelta a la Comunidade Galega.

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Por cierto, resulta sorprendente ver en un final de etapa de alta montaña a gente como Rebellin, Di Luca o Bettini dentró del grupo de favoritos a diez de meta. Se nota que el Mundial se acerca y ninguno quiere perder la oportunidad de mostrar a Ballerini su estado de forma. Bettini quiere dejar claro que es el primer y único líder del equipo, Di Luca desea discutírselo y estar a la mismo altura que El Grillo, mientras que Rebellin aspira a ganarse una plaza sin necesidad de acudir a ayudas venidas desde Argentina. El año pasado hablaba por messenger con Alejandro Borrajo - ciclista argentino del equipo Panaria en aquel momento- una semana antes del Mundial de Madrid y el decía estar preparado para trabajar para Rebellin, y que incluso habían estado estudiando la estrategia para que el himno argentino sonase en La Castellana. Después de que Davide Il Piadose se echara atrás, por las presiones externas recibidas, Borrajo y el resto de argentinos decidió unirse a la fiesta italiana y dar un par de vueltas en frente del pelotón en favor de Petacchi. No me voy más por las ramas, creo que a pesar de su gran momento de forma, Rebellin volverá a ver el Mundial desde casa. Bettini, Di Luca, Pozzato ganando en Gran Bretaña, Paolini en forma, Garzelli en su mejor momento desde hace años... demasiados gallos.


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