Los kazajos imponen su ley

La carrera suele colocar a cada uno en su sitio y Alexandre Vinokourov se ha situado, con todo merecimiento, como líder en esta edición de la ronda española. El kazajo perdió tiempo en La Covatilla, en la primera llegada en alto de la carrera. Allí muchos vendieron la eliminación de "Vino", por lo que cuando en los días siguientes consiguió dos etapas sucesivas - Lugo y Cobertoria- pilló a contrapie a más de uno que pensaba que Vinokourov seguía dándole vueltas a su exclusión del Tour y yaestaba más mentalizado en subirse al coche como director que en vencer en la carretera.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El ex de T - Mobile es un ciclista distinto al resto, que nunca arroja la toalla por muy en contra que tenga una carrera y por ese tesón y esa tozudez, Alexandre acabará adjudicándose su primera carrera de tres semanas si no ocurre ningún incidente, no deseado por supuesto, de aquí a Madrid.

En la otra cara de la moneda se encuentra Alejandro Valverde. El ídolo nacinal que llegaba a la carrera con el propósito de sacarse de una vez la espina en las carreras de tres semanas. El de Caisse d´Epargne tuvo la carrera en su mano, aunque hay que diferenciar entre eso y entre tenerla ganada, algo que nunca sucedió. Lo peor para el murciano es que no ha perdido la carrera por falta de fuerzas, sino que lo ha hecho por la mayor experiencia -y porqué no decirlo, valentía- de su rival en los 21 días de Vuelta a España. Valverde pudo rematar la general en etapas como La Cobertoria o Calar Alto en donde pudo haber provocado una situación de carrera más favorable a sus intereses. En cambio la táctica de equipo mandaba amarrar y como suele suceder en estos casos - al no ser que seas la selección italiana de fútbol- la derrota acaba llegando.

Personalmente, llevo algunos días quejándome amárgamente de la falta de ambición de Valverde y de sus directores antes de que llegaran los dos días fatídicos en los que Vinokourov ha dado un vuelco al status quo reinante. El "Bala" pudo rematar - o al menos intentarlo- pero se conformó con la exigua ventaja de un minuto y poco, algo quizás suficiente ante otros ciclistas pero peligrosísima ante un hombre de las características del kazajo. Si algo debe sacar Alejandro de esta Vuelta es la experiencia vivida y, sobre todo, saber aplicarla en un futuro cuando se encuentre en la misma situación. En el deporte cuando puedes rematar hay que hacerlo y si dejas pasar la oportunidad puedes acabar arrepintiéndote. Al final dos fallos puntuales - uno táctico en una bajada y otro psicológico en La Pandera- han costado un triunfo de gran magnitud.

Ayer en La Pandera, Caisse D´Epargne intentó a la desesperada jugar su última carta para dar un nuevo giro a la general. Desde antes del Puerto de los Villares, Unzué colocó a todos sus efectivos al frente del pelotón desgastando el pelotón. Lastras, Horrach, Chente, Pereiro, Arroyo, Zandio, Karpets y Quim aceleraron el ritmo de un grupo que enfilaba la subida jienense en busca de una respuesta. ¿Quién ganará esta Vuelta? Sin embargo, Valverde no iba bien. No físicamente, ya que la reacción de última hora es señal de que las piernas funcionaban, sino mentalmente. El murciano había pasado toda la noche pensando en la manera en qué perdió el día anterior y cuando Vinokourov atacó en las rampas de La Pandera, sus piernas se bloquearon. Valverde se hundía, parecía que nada podriá sacarle de aquel naufragio. Joaquim Rodríguez se paró a esperarlo - después de arrear durante más de medio minuto sin nadie a rueda. Quim salvó al murciano, ya que fue quien marcó ritmo a su líder cuando este estaba abocado al desastre. De pronto Valverde reaccionó, tiró de casta y consiguió salvar los muebles manteniendo la distancia respecto a los kazajos.

Etapa para Kashechkin, carrera para Vinokouorov y valiosa lección para el futuro de Valverde.