jueves, septiembre 14, 2006

La vuelta de La Vuelta

Cuando le preguntaron ayer en meta a Echavarri sus impresiones sobre la etapa, el director de Caisse D´Epargne sólo incidía en el gran palo que había supuesto para ellos el ataque de Vinokourov y las consecuencias que ello había acarreado para Valverde. En cambio, Echavarri no manifestó en ningún momento que la situación vivida ayer es algo buscado tan sólo por ellos. Por su actitud en carrera, por su mezquindad en las anteriores etapas de montaña, por jugar a aguantar el resultado con uno a cero a favor y media hora restante de partido y por dejar vivos a rivales que debieron ser perdidos en las catacumbas de las clasificaciones si querían vivir una plácida última semana de carrera.

Por supuesto no me refiero a Alexandre Vinokourov. El kazajo es uno de los ciclistas más valientes - sino el que más- de todo el pelotón internacional. "Vino" aúna unas formidables capacidades físicas con una excepcional visión de carrera y unos rasgos impropios del ciclismo tipo amarrategui al que estamos acostumbrados estos últimos años.

En cambio, Valverde pudo haber establecido una gran distancia entre él y Kashechkin en la etapa con final en Calar Alto. "Kash" se quedó al inicio del puerto y al final sólo perdió un minuto respecto al murciano en la cima. El kazajo supo regular en esa subida pero Valverde no intentó en ningún momento ampliar la distancia respecto a él, yendo a medio gas con medio arrancadas y parones contínuos. Ayer Kashechkin atacó en el Albondón y posteriormente en Monachil. En ambas ocasiones resultaba un movimiento peligroso para Caisse, por lo que había que mantener las distancias con él. Si Andrei hubiera estado más lejos en las clasificación no hubiera supuesto tal problema y se podría haber dejado que andara hacia adelante.

La jugada de Astaná salió redonda. Lanzaron a Paulinho por delante en la escapada buena del día - esa en la que esta vez los hombres de Unzué no filtraron a nadie, a la postre algo decisivo- después filtraron a Kashechkin entre medio de los fugados y los favoritos acompañado por Marchante y finalmente, como no podía ser de otro modo, llegó el ataque de Vinokourov cuando Valverde se encontró sólo en el grupo de favoritos. Como repetía Carlos de Andres, era una jugada de manual que a Herminio Díaz Zabala le estaba saliendo a la perfección. El movimiento recordaba a otros realizados por Liberty y ONCE en otras Vueltas a España. Sin ir más lejos, en la etapa de Pajares del año pasado.

La situación de carrera era totalmente favorable para los kazajos. Por delante tres Astaná, Marchante y Tom Danielson - que aguantaba de la fuga del día- y por detrás Alejandro Valverde junto a Carlos Sastre. Sin embargo, parecía que el murciano iba a solventar la papeleta en el último momento. Valverde atacó en el último kilómetro del Monachil, consiguiendo pasar por la cima a unos pocos segundos del grupo de Vino. Así pues, "Bala" no tenía otra que lanzarse en un desesperado descenso en busca de su rival. Así lo hizo y cuando se llevaban pocos metros de la bajada logró la unión con el grupo... en donde Vinokourov había atacado pocos segundos antes al percatarse de la llegada del todavía líder.

Y aquí comenzaron los errores tácticos de Valverde. Unos errores que le costaron el dorado y quien sabe si la Vuelta. Cuando el de Las Lumbreras se unió a Kashechkin y Marchante, paró y pidió colaboración al Saunier Duval, algo que no tenía porqué llegar, ya que el líder debe de responder en persona a los ataques de sus rivales. Es cierto que llegaba exhausto después del último kilómetro de subida y del trepidante inicio de bajada pero eso no resta ni un ápice de culpa a un corredor que ayer pagó su todavía inexperiencia en algunas fases de carrera. Valverde se desesperaba por momentos, miraba atrás una y otra vez, mientras la carrera estaba adelante. Vinokourov encontró un gran aliado en Danielson, quien relevó con él hasta meta en donde la victoria correspondió al estadounidense y el liderato al kazajo, ya que el grupo de Valverde se dejó más de minuto y medio en meta.

Valverde y Caisse habían sido derrocados por la actitud en carrera de un irreductible kazajo, quien nunca se dio por vencido y que como premio se enfundó su primer maillot de líder en una grande con nueve segundos de diferencia respecto a su gran rival. Esa exigua diferencia será la que tendrá que conjugar "Vino" hoy en la subida a La Pandera. A Valverde sólo le queda atacar, ya que en teoría es inferior al kazajo en la crono de Rivas, por lo que puede que por primera vez en mucho tiempo tengamos que ver a Valverde y a su equipo en actitud ofensiva. Desde Murcia anuncian que la caja de los truenos puede ser destapada hoy. Veremos si se cumplen las previsiones de ciclismo ofensivo en Jaen. Valverde no debe de pensar en que pudo haber sentenciado la carrera, sino que tiene que ser positivo y romper el pelotón desde abajo en la dura subida final. Si después le faltan las fuerzas o se queda perdiendo el segundo puesto será aplaudido por su actitud valiente, pero lo que no hay que hacer es probarlo con ataques de peseta, volverse atrás, ver si viene Vinokourov y entonces parar. El ciclismo agradecerá la lucha de esta tarde si finalmente los dos contendientes se baten de tú a tú sin reservas.
Foto: Graham Watson

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