miércoles, septiembre 06, 2006

La rajada de La Vuelta

Carlos Sastre llevaba demasiado tiempo callando. En su interior había un resentimiento que mascullaba día a día desde hace un tiempo. Puede que todo comenzara en el pasado Tour, cuando Floyd Landis protagonizó su particular cabalgada camino de Morzine, y cuando CSC fue incapaz de echar una mano a Caisse D´Epargne hasta que la carrera ya estaba perdida. Caisse puso toda la carne en el asador ese día - es cierto que no quedaba mucha, pero es lo que había a esas alturas de carrera- Xabi Zandio, Chente García y David Arroyo se vaciaron en favor de Pereiro aquel día, mientras CSC se negaba a dar un relevo creyendo que Landis no iba a ninguna parte. Todos sabemos como acabó aquella etapa: Landis puño en alto y Sastre buscando un milagro que no llegó en el último puerto. Aquel día en meta, Eusebio Unzué criticó la manera de actuar de CSC y T-Mobile, algo que no debió de gustar nada al abulense, quien reconoció ser responsable de que sus compañeros no pasaran antes a los relevos.

Probablemente ese hecho no fuera el punto de partida en las disputas entre Sastre y el dúo Unzué - Echavarri. Carlos Sastre fue uno de esos pocos ciclistas que salen en los periódicos antes de ser profesionales. El abulense competía en el Banesto amateur, conjunto por el que han pasado corredores de la talla de Rubiera, Valverde, Zandio, Flecha o Mancebo. Carlos recibió entonces una oferta de ONCE, para pasar a profesionales en el conjunto de Manolo Sáiz. Sonada fue la disputa entre el equipo amarillo y el de Induráin en esa época. Los dos grandes conjuntos españoles de aquel entonces estaban enfrentados por un prometedor neoprofesional que se dejó engatusar por los cantos de sirena del director cántabro. Finalmente, Sastre corrió en ONCE pero los directores de Banesto no le pusieron nada fácil su sálida.

Ayer, después de una etapa en la que se llegaron a vivir momentos de nervios cuando una fuga con gente peligrosa alcanzó los nueve minutos, Carlos dijo basta. Llegó a meta y ante el primer periodista que se le pasó por delante soltó una sarta de incongruencias ciclistas sin pie ni cabeza. Sastre criticó a los directores de Caisse D´Epargne por filtrar a Karpets en la fuga del día, un hombre situado a poco más de ocho minutos del liderato, y los acusó de querer ganar la carrera sin trabajar. Y digo yo, ¿en qué consiste este deporte? Pues en ganar. Ayer Caisse D´ Epargne consiguió meter a un hombre peligroso en la fuga, lo que les exoneraba de tener que trabajar al frente del grupo a pesar de ser los portadores del maillot dorado. Ese trabajo no lo tuvo que realizar ayer ningún corredor del cuadro hispano francés y sí los daneses de CSC. Esas fuerzas guardadas por los compañeros de Valverde puden ser muy útiles en días venideros, mientras que los de Bjarne Riis - que no está en la Vuelta- pueden pagar el esfuerzo de ayer en un futuro. El problema para CSC es que no tienen ninguna segunda baza, así que aunque filtren corredores en las fugas - como ayer hicieron con Nicki Sorensen- no tienen un corredor que les dé tranquilidad en el caso de que la escapada prospere. En cambio, Astaná y Caisse si juegan con estas variables, mientras que Discovery, Saunier o Lampre no tienen porqué tomar papeles protagonistas.

Lo que está claro es que estas declaraciones van a dar más color a una prueba que, de por sí, ya está bastante animada. Ahora los diarios hablan de guerra entre CSC y Caisse - ya dije ayer que lo que venden son los duelos- y hoy todo el mundo está esperando a ver qué ocurre en la etapa que finaliza en Burgos tras pasar dos puertos de primera categoría.

Por cierto, la etapa llegaba a la preciosa ciudad cántabra de Santillana, después de pasar por bellos parajes como el de la Universidad Pontificia de Comillas. El vencedor fue uno de los quince fugados del día, el portugués de Astaná Sergio Paulinho, que consiguió de este modo la tercera etapa de su equipo en tantos días. El subcampeón olímpico arrancó dentro del último kilómetro en un tramo de subida en el que descolgó a un activo Vladimir Karpets. El que quizá fuera el más fuerte del grupo en el día de ayer, el italiano Davide Rebellin, se soldó a la rueda del ruso y atacó a falta de trescientos metros en busca del portugués. Sin embargo, la diferencia ya era definitiva y Davide Il Piadoso tuvo que conformarse con un segundo puesto que a buen seguro querrá mejorar en los próximos días.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra de las cosas que dijo Sastre ayer fue que le daba la impresión de la poca falta de confianza de Unzué sobre las posibilidades reales de Valverde. En mi opinión, Alejandro Valverde es el que mejor está preparado de todos para el triunfo y lo que le sobra a Eusebio es confianza en el murciano.

Andrés F. Cánovas dijo...

Gracias por el comentario.

Coincido en que a Unzué lo que le sobra es confianza en su jefe de filas,lo que ocurre es que en CSC ayer se le cruzó el cable a más de uno. Hasta un veterano como Iñigo Cuesta rajó una vez que llegó a meta.

Un saludo.

Sergio dijo...

Muy bueno el post. La frase "uno de los pocos corredores de los que se habla antes de pasar a profesionales" es muy acertada.

Andrés F. Cánovas dijo...

Gracias por el comentario.

Aquí en España el calendario amateur no es tan importante como lo es en otro lugares, como por ejemplo Italia. Y aún así, Sastre ocupó párrafos enteros en diarios como Marca debido sobre todo a la guerra que se generó entre los dos grandes equipos de por aquel entonces.

Un saludo