domingo, agosto 27, 2006

Cancellara rompe la media




Las cronos por equipos son una especialidad en la que el conjunto y el trabajo como bloque son tareas imprescindibles si se quiere obtener un buen resultado. Sin embargo, hay veces en las que las especiales circunstancias y la presencia de un fuori classe cambian estas premisas.

Ayer dio comienzo la Vuelta a España con una prueba por equipos de siete kilómetros de recorrido por las calles de Málaga. Una distancia atípica para esta especialidad, algo que no debería extrañar si se tienen en cuenta los precedentes de otros años en la Vuelta. La carrera, en su afán por innovar, ha infinidad de alternativas para dar mayor espectáculo a la prueba. Algunas de estas iniciativas - crono final en Madrid- pueden calificarse como bastante positivas, pero en cambio la ídea de comenzar con una crono por equipos de siete kilómetros es algo que hacer perder espectacularidad al comienzo de la carrera. Los aficionados quieren ver a los corredores uno a uno y esperan ver pasar a sus ídolos uno a uno. ¿Cuántos ayer se quedaron en las calles de Málaga con las ganas de distinguir a Pereiro, Mayo o Sastre? Por supuesto no incluyo a Valverde, ya que su vestimenta blanca lo hace inconfundible. Mi propuesta sería que copiaran la ídea del Giro del año pasado con un prólogo nocturno de sólo un kilómetro. Eso sí fue espectáculo.

En una distancia tan corta las diferencias apenas fueron importantes. Entre el primero, CSC, y el último ,Relax, sólo hubo 37 segundos de diferencia, y eso teniendo en cuenta que de los últimos cinco equipos de la etapa ninguno tiene un hombre claro para la general.

Pero si entre los equipos no se notó la diferencia hasta el punto intermedio, en el que CSC perdía tiempo respecto a otros conjuntos, a partir de entonces fue cuando un ciclista puso la nota discordante. Fabian Cancellara -bronce en el último Mundial contra el crono y actual vencedor de la París Roubaix- se puso en cabeza de la fila de CSC y llevó a su equipo a no sólo ganar la etapa sino que a hacerlo con solvencia, con la mayor distancia entre dos equipos en la etapa de ayer. Tan sólo entre el penúltimo - Cofidis- y el último -Relax- la distancia fue de siete segundos, exactamente la misma que entre CSC y Caisse D´Epargne.

Así pues, lo justo es que el suizo hubiera sido el líder de la carrera - más cuando quedó fuera del Tour de manera incomprensible- pero dos motivos evitaron esta resolución: por un lado Cancellara fue el único del equipo que llegó descolgado en CSC, algo comprensible después de su demencial relevo, y por otro el "premio de consolación" que tenían para Carlos Sastre, al que su equipo y director fallaron en el Tour y al que debían darle este voto de confianza para que el abulense volviera a confiar en su equipo.

Hoy tocan fugas y un más que probable sprint masivo en las calles de Córdoba.

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