miércoles, julio 19, 2006

El ciclismo se reencuentra con su razón de ser

Jornadas como la vivida ayer camino de la cima de Alpe D´Huez, son las que justifican la pasión desmedida que muchos sentimos hacia este deporte. El espectáculo fue el máximo protagonista durante todo el recorrido de la primera etapa alpina de este Tour de Francia y por ello, los aficionados volvimos a disfrutar con el ciclismo.

Los ingredientes que presentaba la etapa eran suficientes para que ésta fuera vibrante: Izoard, Lautaret y Alpe D´Huez, y una general muy igualada en sus primeras posiciones. Faltaba por saber si los corredores y directores pondrían de su parte y tratarían de ser ambiciosos en busca de mejorar lo hasta ahora logrado, o si en cambio el juego de las alianzas bloquería de la carrera y haría que todos llegaran al trantrán a los pies de la montaña de las 21 curvas. La duda se resolvió pronto, ya que de salida los intentos de fuga eran constantes y no fue hasta pasada la primera hora de carrera, cuando se formó la escapada del día con 25 corredores. Antes multitud de intentos de corredores que habían hecho que se volara en la primera parte de la carrera hasta llegar al inicio del Izoard. En esta fuga de 25 había ciclistas de la calidad de Damiano Cunego, Stefano Garzelli, Frank Schleck, David Arroyo o el líder de la montaña David de la Fuente. Por detrás comandaba la carrera Caisse D´Epargne, que mantenía el ritmo que más convenía el líder de la carrera, el gallego Óscar Pereiro. Lo más reseñable en Izoard fue el valiente ataque de Stefano Garzelli, que intentó culminar una de esas gestas que realizaba su ex compañero y amigo Marco Pantani. Garzo se fue solo en el puerto de la recta interminable, pero en el llano entre ambos puertos el viento daba de cara y la fuga en solitario era casi una temeridad, por lo que esperó de nuevo a sus compañeros de escapada.

La dinámica de la carrera no cambió hasta que los ciclistas se aproximaban a Alpe D´Huez. T-Mobile tomó el mando de carrera y empezó a marcar un ritmo duro para que las piernas de los líderes llegaran castigadas al último puerto. En el inicio del puerto comenzamos viviendo dos historias: la de los fugados y la del pelotón, pero al final - como era de esperar- la carrera se rompió y para los cámaras de la TF era prácticamente imposible situar en carrera a todos los ciclistas importantes. Perdi se encargó de hacer lo que él más sabe: romper el pelotón al inicio del puerto, tal y como hizo en la Covatilla en una Vuelta a España. Phonak no puede ofrecer más a su líder. Teniendo en cuenta el limitado rendimiento en montaña de sus corredores, los gregarios de Landis bastante hicieron ayer rompiendo el grupo - Perdi- y después marcando el ritmo al norteamericano en la parte final después de caer de la fuga - Merckx-. Este debe de ser uno de los motivos principales por el que el resto de equipos ataquen a Phonak desde lejos aprovechándose de su debilidad como bloque.

En el primer arreón de Perdi, siguieron a rueda del madrileño su jefe de filas Floyd Landis, el alemán Andreas Kloden, el aussie Cadel Evans y sorprendentemente Matthias Kessler, quien está realizando el Tour de su vida después de ser duda hasta última hora y jugarse el puesto con Serguei Ivanov. Kessler realizó unos metros a tope en favor de Kloden y pronto cedió, pero chapeau para el de T-Mobile. Por detrás el rosario de favoritos ya era numeroso: Menchov se mantenía cerca de Landis y cía pero era incapaz de contactar, Carlos Sastre iba remontando poco a poco a su ritmo acompañado de la rueda de Levi Leipheimer y el líder Óscar Pereiro encontraba su ritmo superando a Michael Boogerd y Michael Rasmussen.

En cabeza de carrera el grupo de favoritos se seleccionaba hasta quedar como líderes Damiano Cunego, Eddy Mazzoleni y Frank Schleck. Dos italianos y un luxemburgués, en la cima de los holandeses en la que han ganado más italianos que corredores de ningún otro sitio.

Por detrás Kloden marcaba el ritmo a Landis. Los dos mostraron ayer ser los más fuertes en la etapa de Alpe D¨huez, pero en este Tour cada día es una historia y lo que ayer era puedo hoy podriá ser no puedo. Landis se encontraba si cabe más fuerte, sobre todo teniendo en cuenta el papel de líder virtual que porta el norteamericano desde que soltó el maillot en favor de Pereiro. Cadel Evans perdió la rueda de ambos y por detrás llegaron Carlos Sastre - ritmo, ritmo- y Levi Leipheimer. Menchov se mantenía cerca pero no reducía las diferencias y Óscar Pereiro comenzaba a contar con la ayuda inestimable de su compañero David Arroyo.

Delante ya sabían que se jugarían la etapa, así que Damiano Cunego - muy generoso durante toda la ascensión- atacó soltando de rueda a Mazzoleni... pero no a Schleck que llegó fácil a su rueda y que al poco tiempo remató al de Lampre yéndose en busca de una victoria de las grandes que unir a la ya lograda en la Amstel.

Landis se seguía mostrando muy fuerte, pero volvió a hacer gala de su conservadurismo y se mantuvo a rueda de Kloden. Él mismo ha declarado "me bastaba con seguir la rueda de Kloden", por lo que el americano renunció a distanciar más a sus rivales, de la misma manera que hizo en Pirineos. Puede que hoy en Galibier y Croix de Fer, o mañana en Joux Plane, Landis se arrepiente de dejar vivos a Kloden, Menchov, Sastre o Pereiro. Kloden y Landis llegaron juntos a meta acompañados de algunos corredores descolgados de la fuga. Garzelli disputó la tercera plaza birlándole a Landis los ocho segundos de bonificación. El resto de favoritos entraron a meta con distintas sensaciones: Sastre a escasos veinte segundos de los dos favoritos ahora mismo, Menchov acompañado de Rasmussen a casi un minuto y perdiendo la vitola de favorito máximo que tenía hasta entonces junto a Landis, y Óscar Pereiro bravísimo séptimo de la étapa sin contar los fugados. El gallego perdió el maillot de líder por diez segundos, pero tiene al tercero a casi dos minutos, por lo que una vez superado el escollo de Alpe D´Huez da otro paso en sus aspiraciones al podio y quien sabe qué más, teniendo en cuenta que a buen seguro, que si no hoy, mañana puede intentarlo.

La general queda abierta, con un gran favorito como Landis, pero con la duda de si sabrá mantener el liderato ante la presión de sus rivales y la fragilidad de su equipo. Pereiro, Kloden, Menchov, Sastre, Evans y Leipheimer son el resto de candidatos a un podio que promete ser muy disputado.

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