lunes, junio 12, 2006

Ibán Mayo 2.0

Si echamos la vista atrás es difícil encontrar escaladores natos en la última década. El más grande ha sido Marco Pantani y tras él, gracias a sus exhibiciones en el Tour, podríamos encontrar a Richard Virenque. Tras ellos corredores como el Chaba Jiménez, Gilberto Simoni o Roberto Heras son los pocos vestigios de una raza en peligro de extinción, nunca mejor dicho por las desafortunadas pérdidas de Pantani y el Chaba.

En estos últimos años parecía que el sucesor de esta estirpe sería vasco, respondería al nombre de Ibán y se abriría el maillot cada vez que afrontara un puerto duro en forma. El conocido como Príncipe de Arratia, demostró en 2003 que pocos podían seguir su ritmo en montaña cuando el de Igorre arrancaba en las duras subidas, especialmente de Tour de Francia y Dauphiné Libéré. De aquél año es su gran victoria hasta el momento, lograda en las veintiuna curvas míticas del Alpe D´Huez, en una auténtica exhibición del vasco. Ese año también venció en la Vuelta al País Vasco y fue segundo en Dauphiné y sexto en el Tour. A estos puestos en generales hay que añadir tres etapas en País Vasco y dos en Dauphiné.

El año siguiente comenzó con más exhibiciones de Ibán. Victorias en Alcobendas, Naranco, Asturias, Dauphiné (etapa y general) etc. Llegaba al Tour como uno de los grandes favoritos para impedir el sexto de Armstrong pero una caída en Bélgica en la primera semana de carrera significó su adiós a la general. A partir de ese día desapareció Mayo y no volvió a aparecer hasta esta edición de la Dauphiné Libére, sin duda, la carrera que más le ha dado en su carrera.

Como ya apuntamos en la anterior entrada, Mayo volvió a estar con los mejores en la subida al Izoard – algo digno de mención, pero que había que reafirmar con regularidad- Al día siguiente, en una dura jornada en la que se superaba Galibier y se llegaba a La Toussiere – larguísimo puerto- Mayo volvió a ser el de 2003, el campeón de chaqueta abierta capaz de tener otro ritmo en montaña, ese ritmo de los escaladores, de la clase de ciclista a la que él pertenece. Durante estos tres años he sido uno de los más críticos con Iban de cuantos han escrito en distintos foros de ciclismo y he de decir que no lo hacía gratuitamente, ni movido por una animadversión especial en contra suyo. Lo hacía sabiendo su calidad, lo que él puede hacer y el espectáculo que nos puede brindar. Para mí era un insulto ver a Mayo subiendo los grandes puertos con el autobús, conformándose con nada, olvidándose de redenciones en Vuelta a España etc. Este corredor, que ha tenido estos dos años tan malos por culpa de problemas mal llevados con la presión y por gente de arriba que no ha sido llevarlo como debería – Madariaga-, aún puede ofrecernos mucho espectáculo en montaña. Con 29 años se encuentra en su mejor momento como ciclista y si no se tuerce de aquí a Julio puede ser uno de los máximos espectáculos que brinde la próxima edición de la ronda gala de tres semanas.

La general final en Dauphiné fue para Leipheimer, muy regular durante todos los días, y nos dejó la decepción de un nuevo hundimiento de Menchov, otro corredor al que puede la presión y que se olvida de la carrera cuando se le cruza la adversidad en su camino. Segundo final fue un buen Christophe Moreau y tercero el joven Bernhard Kohl, un austriaco salido de la cantera de Rabobank y que puede dar que hablar en el futuro.

En Suiza por el momento van transcurridas dos etapas con victoria el primer día para Tom Boonen al sprint y el modesto Daniele Contrini del LPR en una fuga consentida. Liderato de momento para Nick Nuyens de Quick Step, otra de las jóvenes promesas belgas. La carrera en Suiza apunta muy bien para una de mis apuestas personales; Oliver Zaugg, un suizo de Saunier Duval.

4 comentarios:

Vier dijo...

Celebremos el retorno de Iban, aunque yo creo que, como Menchov, también tiene una mentalidad bastante débil y no le veo para disputar a tope las 3 semanas del Tour. Ojalá me equivoque.

Andrés F. Cánovas dijo...

Coincido contigo en que es de mentalidad débil, y esa es la gran causa de que haya estado dos años desparecido de puestos de los que nunca debió bajarse.

Un saludo

Anónimo dijo...

Mayo fue víctima de su propio éxito y de la presión mediática tras lo de Alpe d'Huez. Esperemos que para el Tour no le den demasiada bola y que vaya tranquilo y sin presión. Yo creo que esta vez hará algo, no creo que grandes cosas dada su inestabilidad, pero alguna etapilla puede caer.
Un saludo

Andrés F. Cánovas dijo...

Debería buscar alguna etapa de montaña. Está a su alcance y si no se pierde en otras batallas seguro que lo consigue.

Un saludo.