martes, agosto 12, 2008

Dudas de oro


O en este país nos estamos mal acostumbrando, o es que cada vez somos más exigentes. Transcurridas las cuatro primeras jornadas de Juegos Olímpicos, sorprenden las críticas vertidas contra el seleccionador español de ciclismo, el técnico que, por el momento, ha logrado el único oro de nuestra delegación.

Se ha hablado mucho, demasiado, acerca de si los cinco integrantes de la nacional debían de ser los elegidos por Antequera o, si por el contrario, algún cambio hubiera mejorado las prestaciones de un equipo que respondió en la carretera, a pesar de que las adversidades aparecieron a lo largo de las más de seis horas de competición. Resulta muy sencillo valorar en pretérito pero, aún con los contratiempos surgidos, sigo pensando que el técnico valenciano no falló en su cinco.

Pocos se atreverán a discutir la idoneidad de seleccionar a Samuel Sánchez y Alejandro Valverde. El asturiano completó una carrera perfecta, colocándose en el corte decisivo, dando las pedaladas adecuadas en cada momento y rematando como un auténtico campeón una prueba que muchos han esperado a lo largo de los últimos cuatro años. Al murciano también hay poco que criticarle. Pagó cara su condición de favorito, al igual que Bettini. Los presuntos líderes de los dos combinados más potentes se secaron mutuamente, echando por tierra sus opciones de conseguir medalla. Tanto Valverde como Bettini demostraron su clase, arrancando en la parte final del repecho y enlazando con un grupo del que formaban parte corredores como Cadel Evans, Santiago Botero o Christian Vandevelde. Para ambos era demasiado tarde. Las preseas habían volado.

Sin embargo, si se ha cargado contra el resto de integrantes de la selección, algo que personalmente encuentro incomprensible. Partiendo de que las opiniones son libres, me cuesta encontrar motivos reales para poner en duda la presencia de Óscar Freire, Carlos Sastre y Alberto Contador en estos Juegos Olímpicos. Nos puede gustar más o menos el papel desempeñado por ellos en la prueba en ruta pero, de antemano, aparecían como los mejores corredores para representarnos en una competición de esta envergadura. Es cierto que el cántabro no tuvo un buen día y que su presencia resultó casi testimonial, pero una vez reconocido el recorrido me hubiera parecido un error de bulto haber dejado en casa al triple campeón del mundo. El circuito presentaba zonas muy duras, con un repecho largo, sin apenas zonas para el descanso, pero, lejos de suponer un problema, estas características favorecen a un ciclista de sus cualidades. La subida se adaptaba a un Óscar Freire que, de haberse encontrado en mejores condiciones físicas, podría haber luchado por todo. ¿Quién sabía que el de Rabobank padecería una gripe días antes de la carrera? Imposible prever situaciones de este tipo.

Es posible que Carlos Sastre cometiera fallos tácticos durante las primeras vueltas al circuito, pienso que dio relevos demasiado duros en los primeros compases de la fuga, pero aún así demostró que su billete a Pekín estaba justificado más que de sobra. Aguantó delante hasta que se rompió la carrera y supo proteger a los dos líderes durante la decisiva penúltima vuelta. Contador no puedo resistir con los mejores cuando los favoritos le pidieron una vuelta de tuerca más pero, aún así, ¿quién en su sano juicio hubiera dejado al madrileño en casa después de lo mostrado durante el último año? Puede que llegara un poco corto de forma a Pekín pero aún resta la prueba contra el crono, donde el líder de Astaná figura como nuestra mejor baza en la lucha por las medallas. Criticar es gratis pero contar con un equipo como el de este agosto de 2008 resultará complicado de igualar en futuras citas.

2 comentarios:

@JaviMGomez dijo...

Totalmente de acuerdo.

A los Juegos vas a por la medalla de oro y si de tu selección hay un corredor que la consigue es que tú has triunfado y es que tus decisiones fueron las acertadas. Esto no es atletismo.

Saludos.

PD. Cancellara oro!

Andrés Cánovas dijo...

Estoy de acuerdo en parte. La resolución fue perfecta pero durante la carrera hubo momentos de tensión, en los que la selección quizá no obró todo lo bien que hubiera podido.

Un saludo.