Para romper la baraja en el mundo del ciclismo hay que sorprender con un movimiento fuera de lo común, atípico, capaz de dejar con la boca abierta a todo el que se mantuviera al margen de la negociación. Haimar Zubeldia, Johan Bruyneel y KEC Pro Sport han roto la baraja. El de Usurbil abandonará Euskaltel - Euskadi a final de temporada después de once años de servicio en la formación dirigida por Miguel Madariaga.
Este fichaje podría calificarse como la madre de todas las sorpresas, un grito al orden preestablecido en el seno del conjunto naranja. Haimar ha sido una de las referencias del equipo vasco durante el último lustro, más aún tras la marcha de Iban Mayo a Saunier Duval la pasada campaña. Y ha sido una referencia tanto dentro como fuera de la carretera. Mucho se ha discutido sobre el sueldo del guipuzcoano y sobre el rendimiento que éste daba en carrera. Zubeldia ha sido el corredor mejor pagado de Euskaltel - Euskadi y lo ha sido con unas referencias exiguas, insuficientes para alcanzar tales minutas en cualquier otra escuadra.
Sin embargo, en Euskaltel justicaban el salario de su jefe de filas aludiendo al palmarés de su estrella ante la prensa pero reconociendo en su fuero interno que el mercado ciclista no le ofrecía en esos momentos mucho más donde elegir. Quizá fuera excesivo pagar esa cantidad a Zubeldia pero el precio de perderlo podría ser mucho mayor si no se encontraba otro reclamo con el que rellenar su hueco. Los patrocinadores quieren apellidos con los que puedan identificarse los aficionados y, con Mayo de amarillo, Haimar era la única figura capaz de hacer soñar a la marea naranja con un podio en el Tour de Francia.
Pero todo ha cambiado en apenas un año. Zubeldia ha pasado de finalizar quinto en la Grande Bouclé, a hundirse en la general de la ronda gala. Además, ya no es el corredor estrella de su equipo. Samuel Sánchez ha cubierto esa plaza y, por si fuera poco, lo ha hecho a lo grande: proclamándose campeón olímpico de ciclismo en ruta. Samu ha brillado en las Clásicas y ha conseguido aquello por lo que el de Usurbil ha luchado tanto: un podio en una gran vuelta, concretamente la Vuelta Ciclista a España. Poco importa que el nuevo campeón olímpico haya nacido en Asturias, para la afición vasca Samuel Sánchez es uno más, un ciclista criado en su tierra. Las negociaciones entre guipuzcoano y Astaná comenzaron a la finalización del Tour de Francia pero el propio corredor ha reconocido que ya había decidido cambiar de aires al final de esta campaña.
Por si fuera poco, Haimar ha sido abiertamente cuestionado por gran parte de la afición naranja durante los últimos meses. Se le ha criticado su excesiva cautela a la hora de moverse en cabeza, su obcecación con el Tour de Francia, dando de lado al resto de pruebas importantes y, sobre todo, los resultados obtenidos en relación con lo esperado cada pretemporada.
Zubeldia se va. Se marcha a Astaná para ayudar a Alberto Contador en su batalla por coronarse como el mejor vueltómano de la actualidad. De azul, se acabarán muchos de los problemas de Zubeldia. La presión, la prensa escribiendo páginas y páginas, el dedo que busca tu nombre en el folio de clasificaciones. Después de más de una década en casa, hará las maletas y conocerá un nuevo ciclismo, el del sacrificado gregario. Aplaudo su decisión. Estoy seguro de que con el cambio no ganará económicamente, aunque estoy convencido de que deportivamente, volveremos a ver a un buen Zubeldia.
Este fichaje podría calificarse como la madre de todas las sorpresas, un grito al orden preestablecido en el seno del conjunto naranja. Haimar ha sido una de las referencias del equipo vasco durante el último lustro, más aún tras la marcha de Iban Mayo a Saunier Duval la pasada campaña. Y ha sido una referencia tanto dentro como fuera de la carretera. Mucho se ha discutido sobre el sueldo del guipuzcoano y sobre el rendimiento que éste daba en carrera. Zubeldia ha sido el corredor mejor pagado de Euskaltel - Euskadi y lo ha sido con unas referencias exiguas, insuficientes para alcanzar tales minutas en cualquier otra escuadra.
Sin embargo, en Euskaltel justicaban el salario de su jefe de filas aludiendo al palmarés de su estrella ante la prensa pero reconociendo en su fuero interno que el mercado ciclista no le ofrecía en esos momentos mucho más donde elegir. Quizá fuera excesivo pagar esa cantidad a Zubeldia pero el precio de perderlo podría ser mucho mayor si no se encontraba otro reclamo con el que rellenar su hueco. Los patrocinadores quieren apellidos con los que puedan identificarse los aficionados y, con Mayo de amarillo, Haimar era la única figura capaz de hacer soñar a la marea naranja con un podio en el Tour de Francia.
Pero todo ha cambiado en apenas un año. Zubeldia ha pasado de finalizar quinto en la Grande Bouclé, a hundirse en la general de la ronda gala. Además, ya no es el corredor estrella de su equipo. Samuel Sánchez ha cubierto esa plaza y, por si fuera poco, lo ha hecho a lo grande: proclamándose campeón olímpico de ciclismo en ruta. Samu ha brillado en las Clásicas y ha conseguido aquello por lo que el de Usurbil ha luchado tanto: un podio en una gran vuelta, concretamente la Vuelta Ciclista a España. Poco importa que el nuevo campeón olímpico haya nacido en Asturias, para la afición vasca Samuel Sánchez es uno más, un ciclista criado en su tierra. Las negociaciones entre guipuzcoano y Astaná comenzaron a la finalización del Tour de Francia pero el propio corredor ha reconocido que ya había decidido cambiar de aires al final de esta campaña.
Por si fuera poco, Haimar ha sido abiertamente cuestionado por gran parte de la afición naranja durante los últimos meses. Se le ha criticado su excesiva cautela a la hora de moverse en cabeza, su obcecación con el Tour de Francia, dando de lado al resto de pruebas importantes y, sobre todo, los resultados obtenidos en relación con lo esperado cada pretemporada.
Zubeldia se va. Se marcha a Astaná para ayudar a Alberto Contador en su batalla por coronarse como el mejor vueltómano de la actualidad. De azul, se acabarán muchos de los problemas de Zubeldia. La presión, la prensa escribiendo páginas y páginas, el dedo que busca tu nombre en el folio de clasificaciones. Después de más de una década en casa, hará las maletas y conocerá un nuevo ciclismo, el del sacrificado gregario. Aplaudo su decisión. Estoy seguro de que con el cambio no ganará económicamente, aunque estoy convencido de que deportivamente, volveremos a ver a un buen Zubeldia.
1 comentario:
no creo q mejore su rendimeinto si no al reves...encima se va a hacer de gregario de lujo en plan heras....pfffffff
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