No son pocos los que ya conocen que el corredor más veterano de este Giro de Italia es el transalpino Fabio Baldato (13-06-1968). El ciclista del conjunto Lampre participa en la que es su duodécima corsa rosa, y eso que muchas temporadas ha preferido preparar otros objetivos como el Tour de Francia, olvidándose así del Giro. Este antiguo velocista, convertido en corredor de clásicas toda vez que la potencia se ha transformado en fondo y veteranía, sabe lo que es ganar cuatro etapas en la prueba por etapas más importante del calendario italiano, con la consideración de que entre sus tres primeros triunfos y el cuarto distan nada menos que diez años de distancia. Baldato alzó los brazos en tres ocasiones en el Giro de 1993, defendiendo los colores del mítico GB - MG, escuadra por la que pasaron, entre otros, ciclistas de la talla de Mario Cipollini, Johan Museeuw o Franco Chioccioli. Aquella temporada, Miguel Induráin ganaba su segundo Giro de Italia y el hoy corredor del conjunto Lampre vencía en la última etapa de ese año, coronándose en Milán como uno de los mejores velocistas del mundo. No sería hasta 2003, vistiendo los colores del extinto Alessio, cuando llegaría la cuarta etapa de Baldato en el Giro. El ciclista de Lonigo aprovechó la ausencia de los grandes sprinters en el final de etapa de Matera, otro de los lugares trampa que los organizadores de la prueba preparan en la primera semana de la carrera, para imponerse por delante de Gabriele Colombo, ya retirado con una Milán - San Remo en su palmáres, y del napolitano Giuliano Figueras. A punto de cumplir los 40 años, Baldato disputa el que será su último Giro de Italia y ni mucho menos lo hace gracias a un regalo de su equipo, el conjunto Lampre. El corredor del Veneto cuenta este año con actuaciones tan destacadas como el décimo puesto en París - Roubaix, principal objetivo esta temporada. Se retirará habiendo vencido en las tres grandes, club al que Daniele Bennati se agregó este lunes con su victoria en Milazzo, lo que gana aún más valor teniendo en cuenta que Baldato sabe lo que es ganar en Madrid, Milán y París, punto y final de las tres grandes vueltas por etapas. Sin duda, su lunar está en las grandes clásicas. A Fabio le hubiera encantado retirarse con algún triunfo en estas carreras pero tendrá que conformarse con los segundos puestos logrados en París - Roubaix y Milán - San Remo.
El segundo corredor más veterano de este Giro es Andrea Noé (15-01-1969), otro de los clásicos del pelotón transalpino. Como Baldato, Noé compite en uno de los mejores equipos italianos, en su caso Liquigas. A pesar de ser un año más joven, el corredor al que todos asociamos con sus inconfundibles gafas, disputa el que es su decimoquinto Giro de Italia, lo que cobra más valor teniendo en cuenta que no ha faltado a su cita con esta prueba desde que debutara en 1993 y que, además, sólo en la temporada del estreno hubo de bajarse de la bicicleta. Es decir, el corredor de Magenta (Lombardía), ha finalizado los últimos 13 Giros de Italia, una marca al alcance de muy pocos. Si decimos que en esos 13 años el peor puesto ha sido el cuadragésimo quinto conseguido en 2005, queda claro que nos encontramos ante un corredor duro, al que le gustan las carreras por etapas y capaz de destacar en la alta montaña. La gran diferencia entre Noé y Baldato estriba en la facilidad para conseguir victorias de cada uno. Mientras que Fabio acumula 42 triunfos en profesionales, Andrea sólo dos, aunque teniendo en cuenta la relación amorosa que el lombardo mantiene con el Giro, no extraña que una de ellas haya caído precisamente en la ronda italiana. Ésta llegó en 1998, cuando Noé competía en el seno del equipo Asics, compartiendo escuadra con Claudio Chiapucci o Michele Bartoli. La decimoprimera etapa del Giro suponía la primera llegada en alto de aquella edición y Noé no desaprovechó el final en San Marino, cima en la que los grandes favoritos optaron por vigilarse entre sí, dejando la victoria de etapa en manos de un Noé que hubo que sufrir para superar en los últimos kilómetros al colombiano Chepe González. El ciclista del equipo Kelme era virtual vencedor de aquella jornada pero el lombardo consiguió superarlo ya dentro del último kilómetro, llegando a meta con unos pocos segundos de ventaja respecto al grupo de favoritos. Sus buenas actuaciones en montaña no han tenido como premio un podio en Milán. Lo más cerca que estuvo el cajón fue en la temporada 2000, con Noé en las filas del fortísimo Mapei. Esa temporada, el de Magenta tuvo que conformarse con el cuarto puesto, por detrás de ciclistas de la entidad de Stefano Garzelli, Francesco Casagrande y Gilberto Simoni. Sin embargo, aún quedaba una de las jornadas más emotivas en la carrera de Andrea Noé. 22 de mayo de 2007, fecha en la que el de Liquigas se vestía con la maglia rosa del Giro de Italia tras el final en Nostra Señora della Guardia. La etapa era para Piepoli pero el liderato para un Noé que mantendría el maillot dos jornadas, perdiéndolo en Briançon en favor de su compañero y líder de equipo Danilo Di Luca, a la postre vencedor de esa edición de la corsa rosa.
Si clásicos en el Giro y. más que conocidos entre los aficionados, son los dos corredores más veteranos de la carrera, ocurre todo lo contrario con el tercero. El alemán Enrico Poitschke, del conjunto Milram, debuta a sus 38 años en la corsa rosa, después de una carrera bastante anónima que comenzó en profesionales de forma tardía en la temporada 2000, cuando el de Gorlitz ya contaba 30 años. Parece que todo lo relacionado con el ciclismo es tardío para Poitschke. Su salto a un gran equipo llegó en la temporada 2006, cuando Milram lo fichó procedente del Wiesenhof y hasta su debut en el Tour se produjo la temporada pasada, nada menos que con 37 años. Eso sí, el germano aseguró que cuando le comunicaron que participaría en la Grande Bouclé le dieron la mayor alegría que ha tenido como ciclista. Sufrió pero consiguió finalizar la carrera. Esta campaña debuta en el Giro y, como no podía ser de otra forma, el debut se produce la forma más tardía posible. No sólo por su edad, sino por la forma en que éste llega. Poitschke no estaba entre los seleccionados para el Giro de Italia pero la baja de Petacchi hizo que en Milram se pensaran estructurar gran parte del nueve, para que Erik Zabel contara a su lado con ciclistas de su más entera consecuencia, caso de este alemán.
El segundo corredor más veterano de este Giro es Andrea Noé (15-01-1969), otro de los clásicos del pelotón transalpino. Como Baldato, Noé compite en uno de los mejores equipos italianos, en su caso Liquigas. A pesar de ser un año más joven, el corredor al que todos asociamos con sus inconfundibles gafas, disputa el que es su decimoquinto Giro de Italia, lo que cobra más valor teniendo en cuenta que no ha faltado a su cita con esta prueba desde que debutara en 1993 y que, además, sólo en la temporada del estreno hubo de bajarse de la bicicleta. Es decir, el corredor de Magenta (Lombardía), ha finalizado los últimos 13 Giros de Italia, una marca al alcance de muy pocos. Si decimos que en esos 13 años el peor puesto ha sido el cuadragésimo quinto conseguido en 2005, queda claro que nos encontramos ante un corredor duro, al que le gustan las carreras por etapas y capaz de destacar en la alta montaña. La gran diferencia entre Noé y Baldato estriba en la facilidad para conseguir victorias de cada uno. Mientras que Fabio acumula 42 triunfos en profesionales, Andrea sólo dos, aunque teniendo en cuenta la relación amorosa que el lombardo mantiene con el Giro, no extraña que una de ellas haya caído precisamente en la ronda italiana. Ésta llegó en 1998, cuando Noé competía en el seno del equipo Asics, compartiendo escuadra con Claudio Chiapucci o Michele Bartoli. La decimoprimera etapa del Giro suponía la primera llegada en alto de aquella edición y Noé no desaprovechó el final en San Marino, cima en la que los grandes favoritos optaron por vigilarse entre sí, dejando la victoria de etapa en manos de un Noé que hubo que sufrir para superar en los últimos kilómetros al colombiano Chepe González. El ciclista del equipo Kelme era virtual vencedor de aquella jornada pero el lombardo consiguió superarlo ya dentro del último kilómetro, llegando a meta con unos pocos segundos de ventaja respecto al grupo de favoritos. Sus buenas actuaciones en montaña no han tenido como premio un podio en Milán. Lo más cerca que estuvo el cajón fue en la temporada 2000, con Noé en las filas del fortísimo Mapei. Esa temporada, el de Magenta tuvo que conformarse con el cuarto puesto, por detrás de ciclistas de la entidad de Stefano Garzelli, Francesco Casagrande y Gilberto Simoni. Sin embargo, aún quedaba una de las jornadas más emotivas en la carrera de Andrea Noé. 22 de mayo de 2007, fecha en la que el de Liquigas se vestía con la maglia rosa del Giro de Italia tras el final en Nostra Señora della Guardia. La etapa era para Piepoli pero el liderato para un Noé que mantendría el maillot dos jornadas, perdiéndolo en Briançon en favor de su compañero y líder de equipo Danilo Di Luca, a la postre vencedor de esa edición de la corsa rosa.
Si clásicos en el Giro y. más que conocidos entre los aficionados, son los dos corredores más veteranos de la carrera, ocurre todo lo contrario con el tercero. El alemán Enrico Poitschke, del conjunto Milram, debuta a sus 38 años en la corsa rosa, después de una carrera bastante anónima que comenzó en profesionales de forma tardía en la temporada 2000, cuando el de Gorlitz ya contaba 30 años. Parece que todo lo relacionado con el ciclismo es tardío para Poitschke. Su salto a un gran equipo llegó en la temporada 2006, cuando Milram lo fichó procedente del Wiesenhof y hasta su debut en el Tour se produjo la temporada pasada, nada menos que con 37 años. Eso sí, el germano aseguró que cuando le comunicaron que participaría en la Grande Bouclé le dieron la mayor alegría que ha tenido como ciclista. Sufrió pero consiguió finalizar la carrera. Esta campaña debuta en el Giro y, como no podía ser de otra forma, el debut se produce la forma más tardía posible. No sólo por su edad, sino por la forma en que éste llega. Poitschke no estaba entre los seleccionados para el Giro de Italia pero la baja de Petacchi hizo que en Milram se pensaran estructurar gran parte del nueve, para que Erik Zabel contara a su lado con ciclistas de su más entera consecuencia, caso de este alemán.
3 comentarios:
Tienes el blog muy bien hecho,pues lo de baldato si que es de admirar y lo de noe tambien,van a tener dificil ganar,aunque pienso que al final de giro quiza baldato tenga alguna opcion,te invito a visitar mi blog y a devolverme el comentario,gracias y suerte con tu blog.
Magnífico blog y gran homenaje a los veteranos.
En la era moderna ¿Quien ha sido el corredor que con más edad ha tomado la salida en el Giro?
Zoetemelk tal vez, o probablemente Massimo Podenzana que en su última participación con Mercatone probablemente tuviera 40 años.
Muchas gracias por los comentarios a ambos.
Doblem del motor. Muy buen blog el tuyo, en cuanto tengas preparado algo para este finde te dejo un comentario cno fundamento. Creo que Baldato lo tendrá complicado pero teniendo en cuenta que no tendrá que trabajar para nadie, Bruseghin va por libre, lo intentará en alguna fuga. Eso seguro, porque querrá despedirse a lo grande.
Gracias Mr_Chon. Sin duda buena pregunta la tuya, rastrearé y si encuentro respuesta la dejaré aquí.
Un saludo.
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