jueves, enero 31, 2008

La hermana es el menor de los motivos

Qué mal andan las cosas por Italia. No es que por aquí vayan mucho mejor pero últimamente es el país transalpino el que copa las portadas en materia de dopaje. Torri ha robado el protagonismo a los nuestros con sus últimos movimientos de ajedrez. Ya quedó de sobra comentado en este blog la intención del fiscal del CONI de que todos los implicados en el Caso Puerto declararan en Italia para esclarecer su implicación en los hechos. Alberto Contador ya ha declarado que está dispuesto a pasar por todo trámite que haga falta. Y es que la invitación de Astaná al Tour se supedita a que la limpieza de aquí a julio sea total. Pues bien, eso son fuegos de artificio para lo que viene, o sino que le pregunten a los corredores del conjunto Lampre que dormían tan ricamente a las tres y media de la mañana...

A las tres y media de la mañana que se presentaron los vampiros para extraer sangre en la concentración del conjunto de Giuseppe Saronni. Lógicamente los corredores y demás miembros del equipo han protestado pero el ciclismo ha llegado a tal punto que acciones como esta no sólo se justifican sino que se estiman necesarias. Eso es lo que ha respondido Torri ante las críticas de Lampre, que no del colectivo ciclista. En este blog se ha aseverado sobre este tema desde hace mucho tiempo. Hasta que el colectivo ciclista no responda como tal y trague con todos los asuntos como propios, no habrá solución. Cada corredor o equipo carga con las acciones emprendidas sobre su propia persona pero mira hacia otro lado cuando le toca al vecino, limitándose a esperar que él no sea el próximo. No señores, así no. Y no sólo es que las críticas no hayan servido para algo, es que además ahora se amenaza con sancionar a Alessandro Ballan y Damiano Cúnego, no presentes durante la inspección nocturna en el retiro del conjunto Lampre.

Pero no es la de Lampre la única noticia que nos ha llegado desde Italia en los últimos días. Quién sabe de donde pero alguien en aquel país decidió filtrar una posible reducción de pena para Ivan Basso. Las reacciones no se hicieron esperar. Simoni clamó al cielo y pidió que no se perdonara ni un sólo día al vencedor del último gran Giro de Italia. Parece mentira que Gibo no se acuerde de lo que él pasó con los dichosos caramelitos de Perú. En el lado contrario se ha posicionado Felice Gimondi, que vería con buenos ojos una amnistía con el ciclista italiano. Personalmente tampoco vería mal que le acortaran los tres meses que se proponen rebajar de la pena de Basso. El italiano confesó, le costó pero lo hizo, y qué carajo otros como Patrick Sinkewitz sólo pagarán con un año por tirar de la manta. El ciclismo necesita corredores como Ivan Basso. No me digan que el ciclismo necesita corredores limpios porque esa me la sé. El italiano es uno de los mejores corredores del ciclismo actual y, ya saben, el doping ayuda pero no muta. Es decir, los resultados de Basso no están tan exagerados. Si volviera sería uno de los máximos favoritos en las pruebas por etapas y, además, no deberían de temer sus rivales en el Tour, ya que sólo regresaría para el final de temporada.
¿Quiéren más razones para la vuelta de Basso? Miren la foto.

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