Italia es la máxima potencia mundial en esto del ciclismo. Eso es algo indudable a día de hoy y que muy pocos pueden rebatir con los números en las manos. Es más, el sentimiento pasional de los aficionados azzurros es incomparable al del resto de seguidores de este deporte. Muchos de estos seguidores son ultras de tal o cual corredor del mismo modo que se puede ser de la Juve, el Milán o la Roma. Míticas son las luchas diálecticas entre los tifos de determinados corredores. Eso es algo que ha ocurrido a lo largo de toda la historia y que aún a día de hoy se repite.
Pues bien, aún con este caldo de cultivo, el panorama ciclista italiano de los últimos años era cuanto menos preocupante. La desaparición de Fassa Bortolo, y la de Mapei si retrocedemos un poco más en el tiempo, dejaba algo huérfana la élite del deporte del pedal en el país transalpino. Dos megaescuadras, sustentadas por nombres de peso en Italia como Giancarlo Ferretti y Giorgio Squinzi, abandonaban un deporte en el que habían logrado un gran número de éxitos. Quién no recuerda al trío Museeuw, Tafi, Bortolami entrando victorioso en el Velódromo de Roubaix o la imagen del treno plateado de Alessandro Petacchi en cualquiera de las plazas doradas para todo velocista.
Sin Fassa Bortolo, sólo tres equipos del país de la bota permanecían en el elistista UCI ProTour. Liquigas, Lampre y Milram eran las únicas formaciones con plaza asegurada en las mejores carreras del mundo. Esto ponía en una situación de desventaja al ciclismo transalpino, más cuando un país como Francia cuenta con cinco equipos dentro de esta liga. Es más, teniendo en cuenta que Milram es un patrocinador alemán y que cada vez la escuadra de Stanga tiene más marcado acento germano, la situación se volvía aún más grís para los italianos.
Una situación que puede mejorar notablemente la próxima temporada. Bien es cierto que no han faltado los equipos de la zona media como Panaria, Acqua Sapone, Tenax... o LPR. Sin embargo, se echaba en falta el nacimiento de alguna nueva formación de primer nivel en el ciclismo italiano. Ésta verá la luz el año próximo y llevará el patrocinio de LPR, una marca que se desmarca del proyecto que tenía en marcha y que arranca de cero con una plantilla nueva en su 80% e incluso con un nuevo mánager general.
Ser un equipo italiano de élite requiere contar con al menos un par de figuras del país y en LPR no les ha temblado el pulso a la hora de adquirir a Paolo Savoldelli y a Danilo Di Luca. El Halcón firmó el pasado fin de semana, mientras que el Killer lo hará hoy mismo. A pesar de su módica sanción, Di Luca era una pieza codiciada en el panorama ciclista y finalmente se ha decidido por un equipo que no debería de tener problemas para participar en el Giro y en las Grandes Clásicas y que, además, aspira a participar en el próximo Tour de Francia.
A estos dos nombres se podría unir el de Stefano Garzelli, por lo que Fabio Bordonalli, el nuevo mánager del equipo que llega procedente de Tenax, tendría un equipo más que respetable, en el que los resultados no tendrían que hacerse esperar. Junto a Bordonalli llegan de Tenax corredores como el italiano Gabriele Bosisio o el esloveno Jure Golcer, dos corredores que también pueden brillar en un calendario de nivel. Además, desde LPR arrivan nombres como el de Raffaele Ferrara o el del veterano Daniele Nardello. A todos ellos hay que unir a Alessandro Spezialetti, el inseparable compañero de Di Luca.
Pues bien, aún con este caldo de cultivo, el panorama ciclista italiano de los últimos años era cuanto menos preocupante. La desaparición de Fassa Bortolo, y la de Mapei si retrocedemos un poco más en el tiempo, dejaba algo huérfana la élite del deporte del pedal en el país transalpino. Dos megaescuadras, sustentadas por nombres de peso en Italia como Giancarlo Ferretti y Giorgio Squinzi, abandonaban un deporte en el que habían logrado un gran número de éxitos. Quién no recuerda al trío Museeuw, Tafi, Bortolami entrando victorioso en el Velódromo de Roubaix o la imagen del treno plateado de Alessandro Petacchi en cualquiera de las plazas doradas para todo velocista.
Sin Fassa Bortolo, sólo tres equipos del país de la bota permanecían en el elistista UCI ProTour. Liquigas, Lampre y Milram eran las únicas formaciones con plaza asegurada en las mejores carreras del mundo. Esto ponía en una situación de desventaja al ciclismo transalpino, más cuando un país como Francia cuenta con cinco equipos dentro de esta liga. Es más, teniendo en cuenta que Milram es un patrocinador alemán y que cada vez la escuadra de Stanga tiene más marcado acento germano, la situación se volvía aún más grís para los italianos.
Una situación que puede mejorar notablemente la próxima temporada. Bien es cierto que no han faltado los equipos de la zona media como Panaria, Acqua Sapone, Tenax... o LPR. Sin embargo, se echaba en falta el nacimiento de alguna nueva formación de primer nivel en el ciclismo italiano. Ésta verá la luz el año próximo y llevará el patrocinio de LPR, una marca que se desmarca del proyecto que tenía en marcha y que arranca de cero con una plantilla nueva en su 80% e incluso con un nuevo mánager general.
Ser un equipo italiano de élite requiere contar con al menos un par de figuras del país y en LPR no les ha temblado el pulso a la hora de adquirir a Paolo Savoldelli y a Danilo Di Luca. El Halcón firmó el pasado fin de semana, mientras que el Killer lo hará hoy mismo. A pesar de su módica sanción, Di Luca era una pieza codiciada en el panorama ciclista y finalmente se ha decidido por un equipo que no debería de tener problemas para participar en el Giro y en las Grandes Clásicas y que, además, aspira a participar en el próximo Tour de Francia.
A estos dos nombres se podría unir el de Stefano Garzelli, por lo que Fabio Bordonalli, el nuevo mánager del equipo que llega procedente de Tenax, tendría un equipo más que respetable, en el que los resultados no tendrían que hacerse esperar. Junto a Bordonalli llegan de Tenax corredores como el italiano Gabriele Bosisio o el esloveno Jure Golcer, dos corredores que también pueden brillar en un calendario de nivel. Además, desde LPR arrivan nombres como el de Raffaele Ferrara o el del veterano Daniele Nardello. A todos ellos hay que unir a Alessandro Spezialetti, el inseparable compañero de Di Luca.
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