viernes, octubre 27, 2006

London Calling

PRESENTACIÓN DEL TOUR DE FRANCIA


La organización del Tour de Francia ya ha presentado su propuesta ciclista para las tardes del mes de julio. ASO brinda a todos los aficionados del mundo del pedal, un cóctel en el que no falta ningún ingrediente para dar brillantez a la mejor carrera por etapas del mundo.

Seis etapas de montaña, tres llegadas en alto, 117 kilómetros contra el crono y cuatro países, entre los que se cuenta España brevemente, jalonan el recorrido de una prueba que, dentro del inmovilismo habitual del Tour, presenta unas cuantas novedades más que destacables.

El primer cambio significativo respecto a otros años es la salida desde Londres. Ya anteriormente se había partido desde el extranjero en ciudades como Dublín, San Sebastián o Hertogenbosch pero nunca desde la capital del Reino Unido. Una de las ciudades más importantes de Europa verá llegar la carrera gala y lo hará con el orgullo de contar con uno de los favoritos para la victoria en el prólogo por lass calles londinenses. Seguro que David Millar quiere ser profeta en su tierra y lograr el primer amarillo de la carrera.




La segunda etapa, la primera en el continente, tiene como llegada la ciudad belga de Gante. Situada en pleno corazón de Flandes, los organizadores pueden organizar una buena si colocasen alguno de los tramos del cercano Tour de Flandes. Aunque improbable, los muros de De Ronde serían un maravilloso espectáculo para este inicio de Tour.

La montaña llega el segundo fin de semana. Este año toca primero el turno a los Alpes. Tres etapas - de las que sólo una es final en alto- que deberán de mostrar quienes pueden ganar la carrera. Le Grand Bornand, Tignes - con el larguísimo Cormet de Roseland y la ascensión final a Tignes- y la llegada a Briancon tras superar Iseran y Galibiar por la zona dura - Telegraphe- componen la sinfonía alpina.

La primera crono no llega hasta el fin de semana siguiente. Esta es una de las principales novedades. La crono llega después de la montaña, lo que favorece que todos los favoritos salgan en las últimas posiciones y que no pase como en anteriores ediciones en las que éstos salen intercalados de rodadores y sprinters. La fórmula de este año favorece mucho más al espectáculo.

Después los terroríficos Pirineos, sin duda el plato fuerte de este año. Plateau de Beille supone la segunda llegada en alto de la carrera, aunque no será el único puerto del día, ya que antes habrá que superar el duro Pailheres. La clásica etapa de Loudenvielle, con Por, Portet d´Aspet, Mente, Bales y Peyresourde puede ser muy buena para las fugas lejanas de hombres perdidos en la general. La que pienso puede ser la etapa reina de la carrera es la última de montaña, con llegada al Aubisque después de superar Larrau, Pierre St Martin y Marie Blanque. Anteriormente sólo se había preparado un final de etapa en este puerto. Fue en 1985 y el vencedor entonces fue el irlandés Stephen Roche.

Si quedase algo por decidirse, la última crono de 55 kilómetros tendría la llave de la carrera. En definitiva, un Tour duro que puede ser espectacular si los corredores y sus directores no se empeñan en decir lo contrario. Pero hasta julio aún hay mucho ciclismo.

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