sábado, julio 22, 2006

Cuestión de estado

Italia es una de las mayores potencias en ciclismo - sino la máxima-. El número de equipos y corredores profesionales es más alto que el de cualquier otro país. Pero no sólo en cantidad han dominado históricamente los transalpinos, también en calidad han demostrado ser el bloque con mejores ciclistas y con mayores aptitudes para cualquier disciplina: escaladores como Pantani, sprinters como Cipollini, clasicómanos como Bartoli o hombres para Grandes Vueltas como el reciente Ivan Basso han elevado a su país a la cima del olimpo ciclista. En estos últimos años ha fallado la disciplina contra el crono, en la que los italianos no cuentan con una gran figura desde los tiempos de Francesco Móser, aunque es cierto que corredores como Bugno o ahora Basso no se han defendido nada mal.

En este Tour de Francia, los aficionados italianos partían con la ilusión de un doblete histórico por parte de Basso, quien tras vencer en el Giro podría repetir la gesta de Pantani en el 98. La situación del de CSC ya es de sobra conocida, y por este motivo el papel de los transalpinos pasó de ser el de protagonista al de actor secundario. Otra ausencia a considerar era la de Alessandro Petacchi, aún en periodo de recuperación de su caída en el Giro de Italia, que le produjo una microfractura en la rótula. Damiano Cúnego, Paolo Savoldelli y Gilberto Simoni pasaban a ser los líderes azzurris en la carrera, pero los tres son ciclistas que, hasta el momento, siempre han mostrado su mejor cara en el Giro. De hecho los tres han vencido en la Corsa Rosa. Il Falco se bajó aquejado de un golpe con un coche, Simoni no ha encontrado el golpe de pedal que tuvo durante el Giro - la edad también se va notando- y Cúnego ha estado bien pero lejos del Damiano que vimos hace dos años. En los sprints la mejor carta italiana era la de Daniele Bennati, el velocista de Lampre que ha conseguido codearse con los Mcewen, Boonen, Hushovd o Freire y que incluso ha llegado a hacer segundo en una llegada, pero al que ha resultado imposible adjudicarse una etapa. A estas horas Bennati está ya en su casa.

Gran parte de la "culpa" de que Italia no consiga más victoria la tiene la UCI. Ya que siendo un país con tan amplia tradición ciclista, sólo cuenta con 3 licencias Pro Tour, siendo una de ellas para Milram, un equipo medio alemán y que ha traído a pocos italianos a este Giro. El número de equipos profesionales italianos es muy grande (Panaria, Colombia, Naturino, Acqua Sapone, LPR, Tenax, Barloworld, Flaminia, Miche...). Varios están inscritos en otras federaciones, pero realmente son del país de la bota. Algunos de ellos - Panaria, Acqua o Barloworld- cuentan con un nível deportivo simiilar al de muchos Pro Tour, pero en la UCI lo que manda es el dinero y por lo tanto ciclistas como Sella, Nocentini, Degano, Cheula, Puzzovivo, Mazzanti, Anza etc que podrían estar disputando esta prueba no tienen opción a hacerlo.

Así pues, las opciones de victoria para un país, al que tradicionalmente resulta sencillo vencer en etapas, se complicaban. Las etapas iban transcurriendo y las ocasiones se iban perdiendo. Los corredores de Lampre han estado especialmente activos en el Tour, pero por una cosa u otra no han podido conseguir ninguna victoria y se han tenido que contentar con cuatro segundos puestos (Bennati, Cúnego, Ballan y Commesso). Los del país de la bota tenían pues la última ocasión real de victoria de etapa en la jornada de hoy. Un día propicio para las fugas y en el que un nazionale debería salvar el orgullo de todo un país.

La escapada del día estuvo conformada por dieciseis hombres, entre los cuales había tres italianos: los veteranos Matteo Tosatto y Christian Moreni y Manuel Quinziato, que viene mostrando una gran entereza durante estos últimos días de carrera. De este modo, no parecía sencillo que Italia consiguiera al fin su victoria, más cuando los franceses contaban con una amplia participación y Leipheimer o Zabriskie eran otros de los compañeros con los que habría que jugarse la victoria del etapa. Sin embargo, los tres rentabilizaron al máximo la oportunidad italiana y lograron ser primero, segundo y tercero en meta. Tosatto y Moreni se marcharon en el segundo intento serio dentro del grupo de 16. Antes lo habían probado Leipheimer e Isasi, pero no lograron marcharse. Junto con los dos italianos viajaba el alemán Ronny Scholz, pero éste colaboró con sus dos colegas e hizo de lanzador en la recta de meta. Al final victoria para el veterano de Quick Step Mateo Tosatto, que suma a esta victoria la lograda en el Giro en su época en Fassa Bortolo. Así, se conseguía que Italia no finalizara un Tour sin victorias, algo que no sucede desde 2001.

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