lunes, mayo 15, 2006

La sorpresa de este Giro se llama Quique Gutiérrez


Pocas personas confiaban en que, a estas alturas de carrera, después de haber superado dos etapas contra el crono y dos duras jornadas de montaña, el primer corredor de los nuestros estuviera situado segundo en la clasificación general. Pero si eran pocos los que confiaban en esto, muchos menos eran los que apostaron por José Enrique Gutiérrez como el hombre situado en ese puesto. El valenciano afronta de este modo su primera gran ocasión de disputar la general en una gran ronda por etapas. Quique, que ya fue líder del Giro de Italia en su época en Kelme, es un ciclista considerado por todo el pelotón como uno de los grandes gregarios de este deporte. Su labor a favor de los líderes de equipo, primero en Kelme y luego en Phonak, ha sido siempre reconocida por sus directores y el resto de integrantes de la caravana. Su fichaje por el equipo suizo vino como consecuencia de la petición explícita de Óscar Sevilla para contar con Gutiérrez a su lado. Sevilla se fue a T-Mobile, pero el “Búfalo” (así se conoce a Gutiérrez a causa de su fuerte respiración) ha continuado en Phonak y en este Giro le ha llegado la gran ocasión que quizá ni él esperaba. A su llegada a la cima del Passo Lanciano, tras quedar tercero en la etapa, por detrás de Ivan Basso y Damiano Cunego (con el que llegó a meta) declaraba que su objetivo en este Giro era quedar entre los diez primeros de la general, pero que al encontrarse tan fuerte y en tan privilegiada situación no descarta luchar por el podio. El próximo jueves, en la crono larga de la prueba, tendrá una ocasión de oro para seguir afianzando sus opciones ya que, de los favoritos para la general, es el que mejor anda contra el crono. El propio Quique manifestaba que Ivan Basso y Jan Ullrich podrían ser sus máximos rivales ese día.

Por lo que respecta al resto de la etapa, Ivan Basso se impuso con suficiencia en la primera llegada en alto de este Giro. El de CSC venció tal y como le gustaba hacer a Armstrong en la primera prueba dura de cada Tour. La subida a Lanciano estuvo marcada por el fuerte ritmo que imprimió Carlos Sastre, lo que hizo que favoritos como Paolo Savoldelli se descolgaran antes de lo previsto. El abulense propició el ataque de su compañero, que se distanció en meta en medio minuto con respecto a Cunego y Gutiérrez, los ciclistas que más cerca estuvieron de Basso. Además el de Bjarne Riis se hace con el liderato de la prueba.

Entre el resto de favoritos hubo suerte dispar: Di Luca, que corría en casa, perdió menos tiempo del esperado después de su mal día en la jornada anterior. Con todo el Giro que resta por delante, sus adversarios pueden arrepentirse de no haberse deshecho ya del combativo corredor de la Liquigas. Simoni llegó muy próximo a Di Luca, pero en este caso no podemos hablar de buena actuación teniendo en cuenta las dotes escaladoras de Gibo. Puede que el corredor de Joxean Matxín esté pagando el paso de los años, aunque no hay que descartar a este bravo italiano. Savoldelli, por su parte, perdió más de dos minutos. Mala señal para un corredor que se estaba mostrando muy fuerte hasta el momento. Il Falco prometía guerra para el resto del Giro, sobre todo en las bajadas, en donde Basso no se encuentra tan a gusto.

A día de hoy todo apunta a que podríamos vivir un duelo Cunego-Basso en este Giro de Italia, pero con la dureza que queda no debemos descartar a nadie en la lucha por la general, ya que si algo caracteriza a esta carrera son los grandes desfallecimientos de los favoritos y las inexplicables apariciones de corredores anteriormente defenestrados.
Fotos: Sirotti

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