jueves, mayo 11, 2006

CSC y T-Mobile, espectáculo a pares

De nuevo una contrarreloj por equipos deparó un gran espectáculo. Otra vez esta especialidad, extrañamente denostada entre muchos aficionados, nos ofreció una tarde vibrante de ciclismo, en la que la tensión de conocer el ganador de etapa y el líder de la general se mantuvo durante más de una hora, algo que tan sólo están en disposición de ofrecer las etapas de montaña y las cronos en una carrera de tres semanas.

Después de un día de descanso, a causa del traslado desde Bélgica a Italia, había ganas de ver ciclismo, y la etapa de hoy entre Piacenza y Cremona, cuna de los geniales violines Stradivarius, nos ha saciado en parte de ese apetito ciclista. En un territorio excesivamente llano, en el que las diferencias debían ser mínimas, ha habido dos equipos que se han salido del guión establecido, poniendo mayor distancia de la esperada entre ellos y el resto de equipos. Es cierto que entre el primero -CSC- y el último -Euskaltel- la diferencia no ha llegado a dos minutos, pero entre CSC y T-Mobile y el resto de equipos, se ha abierto un hueco de más de treinta segundos.

Si entramos a analizar la metodología que ha conducido a CSC y T-Mobile a estos tiempos nos encontramos con dos métodos de trabajo distintos. Los daneses voladores llevan preparando esta crono desde hace meses, con largos entrenos en la Toscana italiana. Los hombres de Basso tenían claro que ante todo debía primar el equipo en una etapa de estas características y por eso durante todo el recorrido se han visto unos relevos perfectos entre los nueve corredores del equipo, entre los que destacaban la locomotora Voigt o el norteamericano Julich. En cambio en T-Mobile se han movido por inspiración, por fuerza y por individualidades. Ciertamente no me parece negativo que esto sea así, son dos métodos de trabajo distintos. Mientras que la mayoría de técnicos apuestan por el trabajo del equipo frente a la individualidad, también es bueno que existan equipos que se muevan por inspiración, en los que se vean acciones sorprendentes, en los que los corredores puedan hacer y deshacer.

CSC ha mantenido durante toda la prueba un ritmo constante, con relevos perfectos en los que cada uno sabía cuál era su turno y su lugar. En T-Mobile han salido muy fuertes, pero en la primera referencia ya perdían nueve segundos respecto a los daneses. En la segunda referencia el tiempo se iba por encima de los diez segundos y en la tercera la ventaja de los Riis-Man era de trece segundos. Faltaban tan sólo siete kilómetros para meta, siete kilómetros totalmente llanos en los que recuperar más de diez segundos en estos niveles es muy complicado. Parecía que en juego sólo estaba el liderato en la general. El alemán Jens Voigt era líder virtual, pero Honchar podía hacerse con la maglia rosa si apretaban en la última parte con el puente de hierro que da entrada a la ciudad de Cremona. Es ahí cuando los hombres de rosa jugaron con las dos bazas que tenían a su favor: el conocer la referencia de lo que habían hecho sus rivales y contar con las mejores individualidades para este tipo de etapa. El ucraniano ha comenzado a creérselo y ha visto la oportunidad de lograr la maglia rosa, todo un premio para este regular ciclista que ya ha sido podio en el Giro. Ha apretado y junto a él se han puesto a tirar como posesos Michael Rogers, triple campeón del mundo contra el crono, Jan Ullrich, sobran presentaciones, Olaf Pollack, un sprinter de la escuela alemana que va muy bien contra el crono y Matthias Kessler, un ciclista que es todo fuerza. Los demás han dicho adios a sus cinco compañeros y es entonces cuando la maquinaria alemana ha comenzado a funcionar. Ullrich ha mostrado que su estado de forma, a pesar de no ser óptimo, es más que digno y los cinco corredores se han asemejado más a una estampida de búfalos que a ciclistas profesionales en los últimos kilómetros. Pero han pagado el exceso de fuerza. Matthias Kessler ha dado un último relevo muy fuerte a 300 metros de meta y después ha venido un arreón increíble de sus cuatro compañeros que ha arrancado en busca de la meta olvidándose de que sólo iban cinco y de que Kessler se estaba cortando por detras. Llegada a meta, cuatro T-Mobile entrando casi parejos, Kessler a un par de segundos... y la etapa perdida por un segundo. Grandísimo el espectáculo vivido en estos kilómetros. Se quedan con el premio de la maglia y con la magnífica sensación de ver a Ullrich compitiendo.

Entre el resto de favoritos no ha habido grandes distancias como ya se ha dicho, aunque Cunego haya perdido un minuto con Basso, la distancia hubiera sido mayor si en vez de una crono por equipos hubiera habido una individual.

Las sorpresas: En el lado negativo Discovery Channel, que partían con aspiraciones a victoria y han tenido que conformarse con un tercer puesto final. Además no han tenido opciones de victoria en ningún momento. En la parte positiva Liquigas. Los italianos han sido cuartos a pesar de tener un equipo repleto de escaladores. Si los coequipiers de Di Luca mantienen este nivel, darán que hablar en montaña.

2 comentarios:

Sergio dijo...

Muy buena la primera foto de Gontchar, ¿de donde la has sacado?

Andrés F. Cánovas dijo...

Cuando uso fotos suelo decir la procedencia de éstas pero este caso no sé muy bien de qué agencia proviene. La saqué de todociclismo pero desconozco quién es la fuente de éstos.

De todos modos en cyclingnews hay varias que muestran la euforia que desató Honchar en el podio.

Un saludo