viernes, mayo 26, 2006

Bravo Gárate, Bravo Quique

La etapa sobre el papel prometía, y mucho, pero las fuerzas a estas alturas de Giro andan muy justas. Quizá los organizadores, en su afán por endurecer la carrera, debieron haber colocado antes alguna de estas monstruosas etapas en el calendario de la corsa rosa. Y están tan justas -las energías claro- que hoy los pocos movimientos que ha habido han sido casi de agradecer. Saunier Duval, quien sabe si buscando la etapa, el segundo puesto de la general o ambas cosas, lanzó la carrera poco antes de coronar el Pordoi, un puerto de primera que pasaron en vagón más de 70 ciclistas. Por delante marchaba un grupo de fugados en el que había representación española (Patxi Vila y Juanma Gárate, dos ciclistas que más que amigos son colegas), y corredores de muy buen nivel como Emanuele Sella, Jens Voigt, Danilo Di Luca, Iván Parra, Tadej Valjavec, Evgeni Petrov, Patrice Halgand, Fortunato Baliani, Luís Felipe Laverde y Johann Tschopp. Anteriormente, en el Passo Fedaia - La Marmolada para los que seguimos amando este deporte- , Paolo Bettini había impuesto un duro ritmo en el grupo de escapados, del que se descolgó en las primeras rampas del Pordoi. Grande hoy El Grillo, no es común ver un ciclista de su calidad trabajar para un compañero como hoy lo ha hecho él para Gárate.

La carrera ha quedado dispuesta de manera que por delante marchaban doce hombres y por detrás un grupo numeroso de unos 70 en el que tiraban Trentin, Pinotti y Lobato de la Saunier Duval. A pie de puerto en San Pellegrino las diferencias eran de casi seis minutos, suficientes para que la victoria se jugara delante teniendo en cuenta la calidad de los presentes. Demarró Valjavec en primera instancia, le siguió Voigt - que no había hecho un gran desgaste durante la escapada-, contestó Patxi Vila con Iván Parra y cuando parecía que nadie venía por detrás, apareció la figura de Juanma Gárate, el Campeón de España, un ciclista que es capaz en forma de subir los puertos más duros cerca de los primeros de la general, pero que debe hacerlo a su ritmo, sin cambios bruscos en la cadencia y buscando la multiplicación más apropiada para él. De este modo dio caza y descolgó primero a Parra, después a Patxi Vila y... Jens Voigt se pegó a su rueda como una lapa. Quedaba lo más duro del puerto y aunque Gárate es mejor escalador que el alemán, la sensación que se transmitía era la de que el Quick Step no iba a ser capaz de soltar al CSC. Voigt, un corredor rocoso donde los haya, se soldó a la rueda del de Irún y no la soltó hasta a falta de 300 metros - justo cuando todos pensábamos en Pereiro e Hincapie y dudábamos sobre en qué lugar soltaría Jens el demarraje definitivo-. El potente rodador se puso en paralelo de Gárate, le dio unas palmaditas en la espalda le dijo algo así como "venga machote que la etapa es tuya" y el irundarra se lo agradeció dándole la mano y partió en busca de una victoria más que merecida.

Voigt, un tipo de lo más peculiar, había estado hablando por el pinganillo con Bjarne Riis durante toda la subida. Está claro que la decisión de dejar ganar la etapa a su compañero fue consensuada y que en esta resolución hay muchos trapos sucios que quizá no salgan a luz en un tiempo. Quien sabe si en el próximo Tour tendremos la respuesta. Las soluciones a este esperpento - lo siento pero eso es lo que ha sido, a pesar de que me alegre de la victoria de Gárate- son dos: O Riis y Lefévere han hablado y han llegado a un acuerdo, por el cuál Quick Step, tras ayudar a Boonen a lograr alguna etapa en la primera semana, ejerce de escudo en el Tour para Basso, si es que en CSC necesitan ayuda, o Voigt ha decidido que no merecía la pena ganar después de haber "chupado rueda" durante toda la etapa. La solución más lógica es la uno, porque para ingenuos a otro lado, pero tratándose de Voigt hay un pequeño rescollo a que haya podido ser otra cosa.

En la lucha por la general hemos vivido un bonito espectáculo en la subida a San Pellegrino. Piepoli marcó un ritmo muy duro, el cual hizo que Simoni y Basso se fueran solos intentando buscar distanciar a sus rivales, especialmente a Quique Gutiérrez. A Basso esta lucha ni le viene ni le va, porque se mueve con grandes diferencias, pero la verdad es que siempre será bien visto en Italia que eche una mano a todo un mito como Simoni en su lucha por el segundo puesto. Pero el Búfalo no estaba por la labor de dejarse mucho tiempo hoy. Aún y cuando se descolgó a falta de más de cinco kilómetros y por delante hubo colaboración entre los dos italianos, Quique llegó a meta con menos de medio minuto respecto al dúo de escaladores. Genial, grande, grande, grande Quique Gutiérrez, que a poco que mañana haga una buena etapa en el Mortirolo tendrá el segundo puesto del cajón en Milán.

Un apunte: Jan Ullrich se ha bajado en San Pellegrino tras completar su entrenamiento de cara al Tour. Nada que objetar después de un buen Giro del alemán. En el Tour habrá batalla por su parte.

3 comentarios:

Iñaki Lakarra dijo...

Gracias una vez más por tus comentarios. Por fin volvemos a hablar de lo que nos gusta, del ciclismo. Por discrepar un poco, y de paso fomentar el debate, comentar que aun a riesgo de pecar de ingenuo creo que lo de Voigt ha sido cosa suya y no algo hablado entre los coches.

Rijs, es muy ambicioso, a veces demasiado (recordemos los comentarios sobre Ullrich) y no creo que le haya dejado ganar la etapa por asegurarse una ayuda, que al día de hoy parece que a Basso no le va a hacer falta. Por otra parte siempre que le he visto en las salidas a Jens le he visto una persona afable y que da la sensación que se lleva muy bien con los del pelotón. Así que mi teoría es que por el "pinganillo" discutía con Rijs sobre si dejar la victoria o no a Juanma.

Andrés F. Cánovas dijo...

Gracias por el comentario.

La verdad es que estoy más cercano a tu teoría de lo que imaginas. En otros foros ya he comentado que si hablásemos de cualquier otro corredor sería impensable creer en que la decisión fue tomada por él mismo, pero siendo Voigt todo es posible. Es un corredor de los que antepone el honor, el trabajo y la lucha al resultado final. Para él es muy importante trabajarse las victorias en carrera. Por tanto es cierto que no sería descabellada esa teoría.

Un saludo

Andrés F. Cánovas dijo...

Se confirma la teoría de Iñaki;

Jens Voigt ha declarado que para él no tiene sentido la victoria después de toda la etapa a rueda de otro corredor. Él lucha por ganar cuando es él más fuerte.

Enhorabuena al alemán, pocos harían lo que él.