sábado, mayo 07, 2011

(Casi) 300 II


LEOPARD TREK. MERMADOS POR LAS AUSENCIAS

Un equipo de vueltómanos, con corredores capacitados para luchar por las tres grandes. Los mejores líderes, firmes promesas, dos alternativas: dividir el potencial a lo largo del calendario o concentrar la máxima cantidad de energía en un solo punto. LeopardTrek ha optado por la segunda vía. Andy Schleck y Frank Schleck pedalearán por Francia acompañados de Jacob Fuglsang, Linus Gerdemann o Maxime Monfort, ciclistas que podrían volar en libertad en el Giro, también en la Vuelta, pero que justificarán su fichaje en el mes de julio. Si el Tour vuelve a Luxemburgo habrá valido el esfuerzo, si escapa de la mano de los hermanos, obligados a cambiar el plan sobre la marcha. Quedará la Vuelta, quizá insuficiente para el proyecto liderado por Brian Nygaard.
Pero los planes cambian, ya lo han hecho para LeopardTrek. El asalto al Giro de Italia lo encabezaba un sprinter, de Arezzo, corazón de la Toscana. Daniele Bennati, por primera vez alejado de un proyecto italiano, participaría como líder único de una formación. Defender el maillot de Lampre o de Liquigas en la gran carrera italiana significa luchar por la general. Las victorias parciales, incluso al sprint, quedan relegadas a un segundo plano, al menos mientras persista la opción al rosa. Iba a ser distinto. Bennati contaría con un equipo diseñado a su medida. La curva en el rendimiento del arezziano seguía la línea diseñada en invierno. Arrasando en la Sarthe, incluso en la crono. Pero las caídas en el ciclismo aparecen en cualquier momento. A Bennati le costarían el Giro.
Sus teóricos lanzadores, Davide Viganó y Wouter Weylandt, reciben el testigo del italiano. Dos hombres rápidos, Viganó, como Bennati, con aptitudes para superar la media montaña y luchar por la victoria en grupos sin los velocistas puros. No varía nada el plan de ruta ideado para las etapas de montaña. Un suizo, Oliver Zaugg, y un austríaco, el último en fichar por el equipo, Thomas Rohregger, dispondrán de libertad para lograr su triunfo de etapa. Ambos saben desde Turín que no tendrán que trabajar para líder alguno, que tendrán, por lo tanto, la oportunidad de ganar galones en el equipo.
Curioso que el relevo de Bennati no haya sido otro hombre rápido. Los directores no han optado por Robert Wagner, o incluso por el joven Giacomo Nizzolo. El sustituto ha sido el francés Brice Feillu, descartado en un principio pero que recibe una segunda oportunidad que deberá aprovechar si quiere responder en la carretera a los directores que optaron por elegir a otros corredores. Vencedor de etapa en el Tour, tras una fuga en etapa de montaña con inicio en Barcelona y final en Pirineos, se espera mucho de el menor de los Feillu.
De esta mezcla de escaladores, velocistas y rodadores, aquí entran el holandés Tom Stamsnijder y el alemán Dominic Klemme, sobresale Fabian Wegmann. Rápido, pero para nada un sprinter, con capacidad en la montaña, aunque sin opción en las rampas más duras. En definitiva, lo que en Italia se conoce como “passista”. Un ciclista que sabe ganar pero al que le falta una gran victoria. Quizá en este Giro. El equipo se completa con portugués Bruno Pires.

LIQUIGAS. DESAFÍO NIBALI

Ha devuelto la Vuelta a España a su país, y tuvieron que pasar veinte años, ha despertado la ilusión por el Tour de Francia a unos seguidores a los que en los últimos años ha costado encontrar líderes capacitados de luchar por la general de la ronda gala, y eso con sólo dos participaciones, y ha vestido el rosa en su última aparición en el Giro. Ya le señalan como el mejor vueltómano de una de las naciones con mayor tradición ciclista. Es italiano. Se llama Vincenzo Nibali. Hace un año el barro del “sterrato” no sólo le borró el rosa de su maillot de líder, sino que le despojó de una prenda que acabó sobre los hombros de su compañero de equipo, de Ivan Basso. Liquigas ha aceptado que la convivencia de sus dos grandes líderes podía resultar peligrosa. Basso, el último ganador de la carrera, anunció su ausencia hace escasas fechas. Sin embargo, no era un secreto que su mente trabajaba en el Tour. El reparto de papeles había dejado a Nibali como primer solista en la corsa rosa. En esas condiciones, lo mejor, no coincidir. Por si el “Tiburón” no tuviera pocos incentivos en este Giro, Zomegnan le ha regalado una visita a casa, la subida al Etna, con salida desde Messina, cuna de un Nibali, que como la mayoría de ciclistas italianos que sobrepasan al sur la línea de Roma, tuvo que emigrar al norte para crecer como profesional de la bicicleta. Contador le señala como su principal rival, los “tifossi” como su favorito a la victoria.
Amadio cambia de líder pero no la corte con la que repetir el mejor triunfo de este Giro. De la pasada edición coinciden Valerio Agnoli, Fabio Sabatini, Tiziano Dall´Antonia, Sylvester Szmyd y Alessandro Vanotti. Los cinco bordaron su trabajo en la pasada edición y como premio repiten en una selección en la que volverán a desempeñar funciones similares: Agnoli y Szmyd en montaña, con mención especial para el polaco como gregario predilecto de sus líderes, Sabatini y Vanotti en el terreno quebrado, increíble lo de un Fabio Sabatini considerado velocista pero que sobresalió en el apoyo a Basso en el pasado Giro, y Dall´Antonia en los primeros kilómetros de cada etapa.
Las tres incorporaciones al equipo son tres fichajes de esta misma temporada. Sobre Cristiano Salerno recaerá una función similar a la de Vanotti, Alan Marangoni tendrá que emplearse a fondo en el llano y de Eros Capecchi esperan que rinda al menos al nivel que Valerio Agnoli la pasada temporada.  Un ciclista que ha dado muestras de calidad las últimas temporadas pero al que ahora se piden más que pinceladas, un desempeño constante y sobre todo regular.

RADIOSHACK. UN PORTUGUÉS DE TAPADO
 
Una de las predicciones más complejas, pero a la vez interesantes, de este Giro, parte del rendimiento del portugués Tiago Machado durante estas tres semanas. El luso liderará a un equipo del calibre de RadioShack y lo hará por los méritos mostrados esta temporada en todas y cada una de las carreras por etapas disputadas. Machado, 25 años, aúna la seguridad de sus buenos resultados con la imprevisibilidad de cómo se desenvolverá en su primera prueba de tres semanas. Un corredor que finaliza segundo el Giro del Trentino, una de las opciones más fiables para preparar la corsa rosa, merece ser tenido en cuenta, más cuando Machado se desenvuelve tan bien en montaña como contra el crono, disciplina casi huérfana en este Giro pero en la que el ex ajedrezado, defendió los colores del Boavista, luce al nivel de los mejores.
A su lado otro portugués, de distinta fisionomía, más fuerte, más curtido para la batalla del cuerpo a cuerpo, capacitado para disputar los triunfos de etapa en las emboscadas de las primeras dos semanas de carrera. Manuel Cardoso, un corredor al que podríamos comparar fácilmente a Fran Ventoso. Rápidos, avezados en los metros finales, aunque con una pedalada en montaña diferente a la de la mayoría de velocistas. El luso vendrá dispuesto a desquitarse de su participación en el pasado Tour de Francia, donde una caída le dejó fuera de carrera en el mismo prólogo. No será el único hombre rápido de RadioShack. Los dos últimos fichajes, ambos aterrizados en territorio Armstrong después de que se esfumara el proyecto profesional australiano, defenderán los intereses de la gran “R” en este Giro de Italia. Expertos, veteranos en el Giro de Italia: Robbie McEwen y Robert Hunter. El primero con nueve victorias en esta carrera, la última, es cierto, en 2007, el segundo con un pasado en equipos italianos. Desde Mapei hasta Barloworld.
Un pasado con gratos recuerdos en el Giro de Italia es sin duda el de Yaroslav Popovych, tercero en la ya lejana temporada 2003, su segunda participación en la corsa rosa y también su segunda temporada en profesionales. Parecía el aviso de lo que vendría. Sin embargo, el ucraniano, entonces en el modesto Landbouwkrediet, hace años en la estructura de Johan Bruyneel, nunca ha cumplido con aquellas expectativas. Dosis de talento suministradas a cuentagotas, más en el servicio de sus líderes que en beneficio propio, que han dejado a Popovych en un tercer renglón de candidatos en este Giro, de ciclistas con opciones a buen lugar en la clasificación general.
No quiere que le ocurra algo similar Philip Deignan, irlandés, un ciclista que ha crecido en su rendimiento en profesionales desde su primera temporada en profesionales hasta la Vuelta 2009, vencedor de etapa en Ávila por delante de Kreuziger y noveno en la general final. Parecía el despegue definitivo de este corredor elegante en su pedaleo y tímido en la respuesta. Sin embargo, el pasado curso pasó inadvertido, casi ausente. Aún así sus prestaciones le valieron fichar por RadioShack, donde ya ha reconocido que ha recobrado la línea ascendente, ligeros síntomas de mejoría que habrá que confirmar en este Giro.
El equipo lo completan el japonés Fumiyuki Beppu, el norteamericano Bjorn Selander y el ruso Ivan Rovny.

GEOX. TODO PARA EL GIRO

Del revés de no conseguir invitación para el Tour de Francia, a la convicción de luchar por el rosa en el Giro de Italia con un vencedor reciente de la prueba. Geox afronta la carrera del mismo modo que el resto de equipos invitados, sin presencia en el Tour, pero con un añadido: con el presente como único tiempo y lo más alto del podio como el principal objetivo en carrera.  Los argumentos los pone Denis Menchov, ganador en 2009 y ciclista que cierre el trío de grandes candidatos al rosa junto a Alberto Contador y a Vincenzo Nibali. Su preparación, su aproximación previa al Giro, podría arrojar dudas: 14º en Romandía. Un dato frío y que no arropa su candidatura al triunfo final. Pero conviene revisar la historia, la estadística de su anterior éxito en la corsa rosa. Dennis Menchov siguió un camino similar hace dos temporadas: 11º en Romandía, semanas antes de coronarse a las puertas del Coliseo de Roma. Nadie debería pues tener en cuenta sus últimos resultados. No lo harán sus rivales.
Su mejor aliado será Carlos Sastre, reciclado estas últimas temporadas y habitual del Giro después de que el Tour fuera durante años el principal, que no único, objetivo en su carrera. El abulense reconoce que partirá al servicio de Menchov, preparado para trabajar al costado del ruso. Del rendimiento de su líder dependerá la función del español en carrera, que aún así parte como una valiosa pieza táctica a jugar en fugas. Ningún equipo debería permitir robar demasiados minutos a un escalador poco explosivo pero sólido y regular en su terreno.
Todo lo contrario que Fabio Duarte. La dinamita de Geox, un corredor al que puede que Matxín tenga que frenar en muchos de los puertos de este Giro de Italia. Recién aterrizado en el circuito europeo, joven, con cualidades para destacar junto a los mejores en la alta montaña y con una actitud en carrera muy ofensiva, quizá el aspecto en el que más coincide el colombiano con el Sastre de estas temporadas. Los activos en montaña no se acaban para la formación española. David Blanco y Rafa Valls debutarán en el Giro de Italia, si bien el primero lo hará a los 36 años y el segundo a los 23. En lo que ambos coinciden es en la ilusión ante su estreno en la prueba italiano, también en el rendimiento que pueden ofrecer en montaña para sus compañeros. El gallego se ha convertido en el dominador absoluto de las últimas ediciones de la dura Vuelta a Portugal y el alicantino en una de las mayores esperanzas del futuro del ciclismo español en las pruebas por etapas.
No acaba aquí el potencial de Geox en montaña. Mauricio Ardila, colombiano que ha acompañado a Menchov en los últimos años y que ha ofrecido su mejor cara en el Giro de Italia, y el suizo Marcel Wyss, también tendrán presencia entre los primeros lugares de esta edición de la prueba italiana. Giampaolo Cheula, otro que se defiende mejor en subida que en el llano, y el ruso Dimitri Kozontchuk, éste sí, más rodador que escalador, completan  Geox.

LAMPRE. EN MEDIO DEL CAMBIO

Desde el sillín hasta el volante. Lampre afronta el Giro de Italia sumido en un proceso de cambio, de reestructuración interna en el que Roberto Damiani todavía tendrá que trabajar varias semanas para asentarse como nuevo jefe en lo deportivo de un equipo golpeado de lleno por la investigación de la Fiscalía de Mantova que ha dejado sin Giro de Italia a un buen número de corredores pero que, curiosamente, no ha afectado tanto a los actuales corredores de la escuadra blu-fucsia, sino a ciclistas pasados, hoy retirados o defendiendo los colores de otros equipos.
La polémica no debería distraer a Michele Scarponi, líder único de Lampre en este Giro. Cansado de la presión a la que se ve sometido en esta carrera, aceptando sus notables cualidades en la lucha por etapas y dejando en el olvido su pobre rendimiento en las últimas generales, ¡qué lejos queda 2004!, Damiano Cunego apuesta esta temporada por el Tour de Francia. Vía libre para Scarponi. Como a Quim Rodríguez, el italiano es uno de los beneficiados de la escasez de kilómetros contra el crono y de la abusiva presencia de alta montaña. No entra en el trío de favoritos pero los expertos coinciden en señalarle como la primera alternativa, el cuarto grande.  Su fichaje por Lampre respondía a un único objetivo: que el equipo italiano volviera a contar con un firme candidato a la victoria de la corsa rosa.
Contará con el apoyo de Przemislaw Niemec, polaco que este invierno se cansó de merodear la cabeza del ratón y que ahora se mueve más próximo a la cola de los leones. Superados los treinta, este fiable escalador debuta en una gran ronda por etapas con el firme objetivo de seguir los pasos de Scarponi lo más lejos posible. Su mejor aliado en montaña.  Escalador como Niemec es Marco Marzano, del que se hablaban maravillas en amateur pero que, con el paso de los años, se ha convertido en un gregario sólido en etapas de montaña.  Simon Spilak, todo un ganador de Romandía, vuelve al Giro después de tres años de falta.
Un aspecto que destaca en muchos de los corredores de Lampre es su polivalencia. Acostumbrados a marcar un fuerte ritmo en el llano, pero también, con el paso de los años, adaptados a la montaña. Tres ciclistas responden a este prototipo: Alessandro Spezialetti, Daniele Righi y Danilo Hondo. ¿Por qué elegir este perfil de corredor y no un escalador más puro? Alessandro Petacchi es la respuesta. Ale-Jet dispondrá de pocas opciones para alzar los brazos en una carrera en la que ha tiranizado las “volattas” de la última década  con permiso de los Cavendish, McEwen o demás. Querrá aprovechar hasta la más mínima ocasión que se le brinde y mejor con ciclistas como los citados, a su vez, preparados para cambiar su objetivo en función del recorrido.
El Giro de Italia también verá los primeros pasos en una carrera de tres semanas del futuro del ciclismo italiano en este tipo de competiciones. Ha llegado Diego Ulissi, sin presión, horneado a fuego lento. Su evolución en profesionales demuestra que sigue el camino adecuado. Pequeños triunfos en Italia, prestaciones destacadas en París-Niza… sin prisa.

MOVISTAR. ¿POR QUÉ NO DE NUEVO?


Cumpliendo con lo prometido, aceptando la ausencia de un gran líder, con presencia activa en todas las pruebas disputadas, en el Giro, preparados para pelear al máximo con todas las armas de las que disponen. Movistar no miente. Han reconocido que echan de menos un corredor capacitado para la general de las grandes, un Valverde, un Contador. Por eso el Giro no supone cambio alguno en su mentalidad. Acuden de la misma forma en que lo hacen al resto de citas del calendario: a sacar partido de unos hombres que atesoran calidad, aunque durante la mayor parte de su carrera la han aprovechado en beneficio ajeno más que en el propio, que saben ganar, expertos, jóvenes, valores del ciclismo reivindicándose en una estructura que encara un año diferente a todo lo anterior.
Aún así, Movistar parte con el segundo clasificado del pasado Giro, David Arroyo, un ciclista que más que un podio, multiplicó la confianza en sí mismo en una carrera en la que rodó con los mejores en el “sterrato”, perdió comba en el primer asalto a la montaña, se reenganchó a los primeros puestos gracias a la fuga de l´Aquila, vistió de rosa y se defendió de modo inmejorable en el terrible Mortirolo. Basso llegó a sufrir por la victoria final, más en la bajada que en la subida.  Lecciones de vida. Seguro que esta temporada no le permiten recuperar doce minutos. No deberían.
Candidatos al triunfo de etapa, como Vasil Kiryienka o Fran Ventoso, arrancan el Giro a la espera de su oportunidad, con calma, sabiendo que tres semanas dan mucho de sí y que nunca se ha de perder la cara a la carrera para estar preparado el día en que mejor se adapta el terreno. El bielorruso, todoterreno, duro, rocoso, mejora con el paso de los días. Pocos llegan más enteros a la tercera semana que un hombre al que quizá no veremos con los mejores en Montevergine pero al que no extrañaría reconocer en el grupo de favoritos en plena ascensión a la Marmolada. Para Ventoso, el ganador de Movistar en estos meses, su oportunidad puede llegar en cualquiera de los días de emboscadas o media montaña que ofrece el trazado. ¿Suficiente? Veremos. Un Giro de contrastes, de etapas llanas o de alta montaña, que ofrece menos oportunidad de las habituales a corredores como el de Reinosa, complicará la tarea del ciclista español.
Las fugas esperan a Pablo Lastras, ganador de etapa en el Giro de Italia, también a Branislau Samoilau, bielorruso del que se esperaba más en estos primeros meses pero que tendrá la oportunidad de cambiar esa impresión en el Giro. Por el contrario se echará de menos a Marzio Bruseghin, otro de los afectados por la investigación de la Fiscalía de Mantova, y a Andrei Amador, lesionado, en el momento más álgido de su campaña.
Con la ilusión de un debutante afrontará el Giro Sergio Pardilla, escalador que se encuentra ante el terreno soñado para cualquier corredor de sus características. Un terreno que no se adapta tan bien a Luis Pasamontes, en buena forma tras su paso por Vuelta a Asturias, ni al lituano Ignatas Konovalovas, sorprendente vencedor de la crono de Roma del Giro de Menchov y que, como publica la web Velofutur, parte en el Giro después de haber tomado la salida en las cinco grandes Clásicas de primavera. El plantel lo completa Carlos Oyarzun, primer chileno en participar en esta prueba.

1 comentario:

Ricard dijo...

Que bueno
Un saludo.