lunes, mayo 28, 2007

La victoria del Cobra

Ya venía avisando de que la etapa de Tres Cimas de Lavaredo supondría jornada de ciclismo del bueno. Todos los que disponen de papel protagonista en el guión de esta carrera jugaron sus bazas en el día de ayer. Paradójicamente se da el caso de que casi todos las jugaron bien. Quizá el peor parada de entre todos los primeras espadas haya sido Damiano Cunego, quien se está convirtiendo en mi particular decepción en esta carrera. Al de Cerro Veronese le está faltando ese punto que se le presuponía en montaña y con el que debía poner tierra de por medio respecto al resto de favoritos. Sin embargo, el jefe de filas de Lampre no está siendo capaz de distanciar un sólo metro a los demás capos. Es más, Di Luca está mostrando día tras día que tiene más dinamita en sus piernas que el rubio veronés.

Pero ya será momento de analizar las prestaciones de los Di Luca, Simoni y compañía. Ayer fue el día del Cobra, apodo por el que conocen en Italia a Riccardo Ricco. Este jovenzuelo, nacido en Sassuolo, generación del 83, logró ayer su primera victoria de etapa en el Giro de Italia y nada menos que en la meta de Tres Cimas de Lavaredo, sustituyendo en el palmarés al más mítico de todos los escarabajos, el aguerrido Lucho Herrera. Hasta el mismísimo Eddy Merckx felicitó a Ricco por su triunfo en la jornada de ayer.

El corredor italiano pasó a profesionales la pasada campaña y, ya entonces, dió muestras de su excelente calidad a lo largo de toda la temporada. No debutó en el Giro, aún cuando atravesaba un momento de forma muy dulce, lo que conllevó una polémica sobre si Simoni había influído en la no presencia de su compañero de equipo. Gibo quiere zanjar aquel debate con la cara de felicidad que mostraba ayer en Lavaredo tras el triunfo de su compañero, al que parece acoger bajo su tutela, todo lo contrario que ocurrió con Damiano Cunego. Tras la decepción del Giro, Riccardo acudió al Tour pero su condición física no era la idónea para enfrentarse a la Grande Bouclé, por lo que pasó por Francia sin pena ni gloria. A final de año se hizo Grande en Japón, con su victoria en la Japan Cup, emulando el éxito de los Alphaville de mediados de los ochenta. Aunque de menos importancia, Ricco también consiguió a final de temporada el Premio al Mejor Néoprofesional, concedido por este blog.

Pero, sin duda, 2007 ha supuesto el primer salto de calidad de Riccardo Ricco. Sus dos etapas en la Tirreno Adriático, mostrando una superioridad exultante sobre sus rivales en ambas jornadas, supusieron el primer aviso de lo que podía hacer el de Saunier Duval esta campaña. Las puertas del Giro ya estaban abiertas para él pero lo que no sabía es que llegaría a la salida de la corsa rosa como "tapado con opciones" en el seno de su equipo. Ricco aguantó muy bien durante la primera semana, aunque posteriormente se le atragantaron los finales en Briançon y, sobre todo, Oropa. Sin embargo, con la cabalgada del día de ayer El Cobra vuelve a entrar en el juego por la general de este Giro de Italia, cuando sólo restan dos jornadas clave: la crono del penúltimo día y el terrible Zoncolán, capaz por si solo de dar un vuelco total a la clasificación.

Adentrándonos en el desarrollo de la etapa de ayer, lo primero es felicitar al conjunto Saunier Duval, no sólo por el doblete en meta, sino que también por la valentía mostrada durante todo este Giro. Muchos ya avisaban de que Ricco y Piépoli la iban a armar camino de las Tres Cimas. En la etapa de Bérgamo se habían tomado el día de descanso y no se habían involucrado apenas en carrera, síntoma inequívoco de que estaban preparando su ofensiva. Y ésta vino. De nuevo con un grupo de fugados en el que, otra vez, marchaban Fortunato Baliani y Paolo Bettini, dos que se están mereciendo ya un triunfo de etapa y que, a buen seguro, lo buscarán en las jornadas que aún restan. Junto a los dos italianos de Saunier Duval se filtraron en la fuga los dos latinos más marchosos en la montaña de este Giro. A los dos les está faltando un punto extra para poder reeditar antiguas victorias en la corsa rosa pero, por lo menos, están poniendo de su parte todo lo posible para alzar los brazos. Me refiero, como no, a Iván Ramiro Parra y a Julio Alberto Pérez Cuapio, quienes ayer tuvieron tiempo de divertirse aún cuando la dureza de las rampas no invitaba a bromas.


Passo Giau rompió la carrera, este puerto debería ser atravesado en más ocasiones, pero de nuevo un descenso estuvo a punto de marcar el desenlace de este Giro de Italia. Y cuando hablamos de descenso y de ataques lo más lógico es que Paolo Savoldelli tenga algo que ver. Il Falco coronó Giau con casi un minuto perdido respecto al grupo de Danilo Di Luca pero en sólo seis kilómetros fue capaz de darles caza y atacarles, llevando consigo a su nuevo jefe de filas, Eddy Mazzoleni. Ya lo comenté ayer pero no me canso de alabar el papel de gregario que ha asumido Savoldelli a las mil maravillas. Savo no pudo aguantar el ritmo de su compañero en Tre Croci pero su trabajo ya estaba hecho. Por detrás, nadie se entendía, Di Luca marchaba solo y los Lampre habían perdido a todos sus gregarios por el camino. La distancia respecto a Mazzoleni no paraba de incrementarse e incluso el italiano de Astaná llegó a ser maglia rosa virtual al comienzo de la ascensión a Lavaredo. ¿Estaba perdiendo el Giro Di Luca.

En las primeras rampas de las Tres Cimas comprobamos que el de Spoltore es el más fuerte de este Giro y que, aún con un equipo que no le está respondiendo del todo bien, es el máximo favorito para adjudicarse este Giro. Lo probó Cunego, pero como ya he comentado sus piernas no tienen la chispa de otros años. Tras él saltó Di Luca y ese ataque sí que hizo daño. El de la Liquigas puso la directa y en apenas cinco kilómetros bajo los más de tres minutos con los que contaba Mazzoleni hasta poco más de un minuto. La general estaba salvada un día más y ya sólo queda el envite del Zoncolán. Eso sí, no lo tendrá nada fácil Di Luca, ya que tendrá que vigilar hasta cinco ruedas en la última etapa de auténtica dureza en este Giro: Eddy Mazzoleni, Andi Schleck, Gilberto Simoni, Damiano Cunego y Riccardo Ricco, quien tras su victoria se vuelve a meter en la pomada. El Killer no podrá responder a todos los ataque por lo que tendrá que seleccionar a cuáles salir y cuando hacerlo. Sin duda, nos resta un Giro más que apasionante, en el que hasta seis corredores pueden alzarse con la maglia rosa.

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