Cuentas pendientes

Alberto Contador y Alejandro Valverde ya han comenzado su particular Tour de Francia. Para ambos la primera victoria sería estar en la línea de salida del próximo cinco de julio. Para ninguno de los dos resultará sencillo esquivar la auténtica pista de obstáculos que les espera de aquí al inicio real de la Grande Bouclé. Les esperan caminos distintos pero en ambos casos muy complicados. A dos de las máximas figuras del ciclismo español les va a costar ganarse el respeto internacional por uno u otro motivo.

El rival común de los dos ciclistas es italiano y responde al nombre de Ettore Torri. El fiscal del CONI está empeñado en llevar a los juzgados a Contador y a Valverde. Y no duden de que Torri pondrá en funcionamiento todas sus habilidades personales para que los dos corredores tengan que declarar de una u otra forma. En condiciones normales no importaría esta amenaza, ya que ninguno de los dos tiene intereses deportivos, que si económicos, en Italia. Sin embargo, este año todo cambia. El Tour realiza una 'peligrosa' incursión en territorio transalpino y el Campeonato del Mundo se celebra en la localidad de Varese. Así las cosas, al CONI no le importaría tirar de carabbinieri y montar una redada en pleno mes de julio. Potestad tienen para ello y si lo hicieron con Pantani y han empapelado a Basso, qué no harán con figuras de otro país. Las posibles soluciones son dos. O bien que Contador y Valverde negocien un acuerdo previo al Tour, que les llevaría a declarar ante el fiscal italiano, o que alguien se retracte desde Italia y se dé vía libre.

Pero Torri aparte tanto a uno como al otro les ha surgido un nuevo muro en su camino al Tour. Y esta pared la levanta la propia ASO. La organización del Tour de Francia no asegura la participación a ninguno de los dos, y si en el caso Torri es Valverde el más amenazado, en las intenciones de ASO es Contador el que más peligra. La Societé no excluirá a ningún corredor a título individual, al no ser claro que se demuestre su relación con el dopaje, pero si que excluirá a aquellos equipos que encuentre sospechosos. Dentro de esos equipos está el conjunto Astaná. Esta temporada, las tres grandes vueltas pueden invitar a los equipos que les plazca y si el Tour desea dejar fuera al conjunto kazajo no dudará en hacerlo, por mucho que cuente entre sus filas con el vigente vencedor de la carrera. No voy a soltar la perorata de que ASO debería diferenciar entre Astaná 2008, Astaná 2007 y Astaná 2006. Patrice Clerc y Prudhomme saben de sobra que las estructuras deportivas de estos tres equipos son totalmente diferentes. El Astaná de Sáiz nada tiene que ver con el de Biver y menos aún con el de Bruyneel. Sin embargo, la coincidencia en los tres proyectos está en quién está detrás poniendo el dinero; el gobierno de Kazakistán. Ellos son los que manejan los hilos y los que han confíado estas dos últimas temporadas en proyectos que se han venido abajo con escándalos de dopaje mayúsculos. La limpieza de Astaná de aquí a que se den las invitaciones debe de ser tan inmaculada ,que Moncoutie al lado va a parecer un cliente habitual de los gurús más conocidos. Como ya he dicho, Valverde aquí cuenta con ventaja. ASO no dejará fuera a Caisse D´Epárgne, un patrocinador francés que esta temporada ha ganado protagonismo en el equipo, ya que incluso ha comprado parte de las acciones que ha dejado Echavarri. Sólo él mismo puede excluirse del Tour, ya que el rechazo sin motivos está descartado tras el precedente que se sentó con la sentencia del TAS.

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Quizá alguno esperaba que hoy hablara de Grupo Nicolás Mateos. Por ahora sólo puedo aseguraros que el equipo estará en la línea de salida de la próxima Challenge de Mallorca.