Una vez que la noticia se ha dado en el medio para el que trabajo, Siete Región de Murcia, puedo desvelar alguno de los detalles que conozco en torno al culebrón Valverde. Los entresijos de una operación que más de uno no acaba de creerse comenzaron a principios del mes pasado en Murcia.
Bob Stapleton, mánager de T-Mobile, y Rolf Aldag, director deportivo del conjunto alemán, pasaron dos días a primeros de diciembre en Murcia. Durante ese tiempo tantearon la posibilidad de adquirir a Alejandro Valverde para su equipo. Las reuniones fueron con los representantes del ciclista, quienes consideraron insuficiente la oferta económica, a pesar de que la deportiva satisfacía plenamente a Valverde. Ese primer movimiento pareció más bien de tanteo, para ver cómo respondían el corredor y sus representantes, ya que para fichar a un corredor como Valverde había que apostar más firmemente de lo que hicieron los alemanes en un primer momento.
La primera reacción que tuvo el ciclista fue comunicar a sus directores deportivos, Eusebio Unzué y José Miguel Echávarri, que T-Mobile había contactado con él y le habían transmitido su interés por ficharle. Ahí fue cuando Caisse D´Epárgne se dió cuenta de que si querían seguir manteniendo a Valverde en el equipo tendrían que hacer un esfuerzo económico y subir el sueldo al corredor.
El asunto se estancó un tanto, ya que T-Mobile parecío desistir, pero fue entonces cuando llegó la segunda oferta alemana. Tampoco convenció económicamente esta segunda propuesta a los representantes de Alejandro, quienes no parecían dispuestos a cambiar de equipo por unos cuantos miles de euros más. Stapleton estaba totalmente decidido en contar con Valverde, por lo que la tercera y última oferta - la buena- da muestras de hasta que punto T-Mobile está interesado en fichar al ciclista murciano.
Los alemanes ofrecen al de Las Lumbreras 10 millones de euros para los próximos tres años. Con ese dinero, Valverde pagaría su cláusula de rescisión a Caisse D´Epárgne. Una libertad que se cifra en torno a los dos millones de euros, pero que en algunos medios se ha llegado a afirmar que podría llegar a los tres. Además, Valverde podría ganar otros dos o tres millones más en esos años en concepto de bonus, victorias y premios extras. Por lo que el murciano se convertiría en el ciclista mejor pagado del mundo, con unas ganancias que rondarían los tres millones de euros al año. Bob Stapleton ha echado el resto y esta parece su primera jugada maestra como mánager de T-Mobile en sustitución de Olaf Ludwig. El californiano quiere a Valverde a toda costa, ya que un equipo del presupuesto de T-Mobile no puede permitirse un año entero sin un líder claro para las mejores carreras.
La pelota está ahora en tejado francés. Caisse D´Epárgne debe de decidir cuál es la contraoferta que ofrecen al ciclista. Valverde se quedaría en su equipo ganando un poco menos de lo que le ofrecen en T-Mobile pero parece difícil que la Caja de Ahorros esté dispuesta a llegar a unas cifras astronómicas, sobre todo para un deporte como el ciclismo.
La contraoferta será en cuestión de días, quizás horas, ya que la intención de corredor y representantes es cerrar su futuro lo antes posible. Caisse y T- Mobile se presentan la semana que viene y ambos quieren contar con el ciclista en su puesta en escena. La duda va a ser si Valverde estará en París o en Mallorca la semana próxima, pero lo único claro es que Valverde es el gran vencedor con esta jugada. Pase lo que pase contará con un suculento aumento en su cuenta corriente dentro de pocos días. La solución en breve.