Presentación equipos´09: Team Milram

La metamorfosis ha finalizado. A Milram le ha costado tres temporadas convertir un conjunto italiano repleto de sprinters, en uno alemán con corredores aptos para todos los terrenos. Limpieza a fondo. Cambios a todos los níveles: directores, auxiliares, corredores y hasta objetivos. Todo ha cambiado en una formación que sólo recuerda a la original en el azul del maillot. Cuando esta empresa de productos lácteos se decidió a apostar por el ciclismo de cara a 2006, lo hizo tomando el relevo de Domina Vacanze, un conjunto que había crecido desde el modesto De Nardi eslovaco. A pesar de aportar capital íntegramente alemán, desde Milram confiaron en el staff técnico dirigido por Gianluigi Stanga, el antiguo mánager de escuadras de reconocido prestigio como la Polti de Luc Leblanc o Ivan Gotti.

En aquella numerosa plantilla, ¡integrada por treinta corredores!, destacaba el gran número de ciclistas transalpinos, ya que hasta quince procedían de la península itálica. Entre ellos sobresalía la figura del speziano Alessandro Petacchi, el considerado mejor velocista del mundo durante mucho tiempo y protagonista de 34 triunfos durante sus tres temporadas completas con el jersey azul y blanco. Resultaba obvio. El patrocinador exigía que se contara con ciclistas alemanes, así que se fichó a diez hombres de este país, la mayoría relegados a un segundo plano, a excepción claro de Erik Zabel que, por primera vez desde su salto a profesionales, abandonaba las filas de Telekom. Para 2009 los números hablan por sí solos. Cambio. Un cambio sostenido pero sin vuelta atrás, acometido con decisión desde la dirección del equipo.

De los quince italianos que formaban la estructura vertebral de aquel Milram de 2006, ninguno seguirá la próxima temporada. Es más, sólo un compatriota vestirá la casaca azul: el joven Luca Barla, sub23 y debutante esta campaña. Pero es que además de los diez alemanes iniciales sólo tres continuarán en 2009: Martin Muller, Bjorn Schroder y Christian Knees. Eso sí, el número de germanos ha aumentando considerablemente: de diez a dieciocho, a pesar de que la plantilla se ha reducido en cinco ciclistas desde entonces.

Pero no sólo en la plantilla se ha notado este cambio. Los daños colaterales de la Operación Puerto se llevaron por delante a Stanga a finales del pasado año, culpado por Jaksche de abastecer de sustancias dopantes a sus corredores en el pasado. La licencia ProTour pasó a manos del propio patrocinador, que nombró entonces al holandés Gerry Van Gerwen director de operaciones. La consigna quedaba clara: dejar a un lado los escándalos y formar una base con jóvenes y prometedores corredores, la mayoría de ellos alemanes. Se incidía en el primer punto, ya que el de Stanga no ha sido el único embrollo que ha salpicado a Milram. Alessandro Petacchi dio positivo por Salbutamol en el Giro 2007 y, aunque en principio quedó absuelto, cumplió una sanción de un año que le costó la expulsión de esta formación. Además, Erik Zabel reconoció haberse dopado durante su etapa en Telekom. Mientras uno fue despedido a mediados de esta temporada, el otro nunca tuvo problema alguno para tomar la salida en cualquier carrera. Cosas del ciclismo. Por si fuera poco, Igor Astarloa era expulsado durante el Giro de este año por motivos que ni leyendo veinte crónicas como ésta acaban de encajar. Piensen mal, piensen bien...

El nuevo Milram

Todos estos problemas provocaron que se tambaleara el proyecto, incluso se habló de que Milram no continuaría en el ciclismo. Finalmente se salvó el equipo, en parte por la confianza que los rectores han depositado en Van Gerwen. El holandés lo ha tenido claro a la hora de cerrar una plantilla en la que las dos piedras angulares han sido precísamente los dos últimos corredores en firmar. Dos de las mayores promesas del ciclismo germano, un gran sprinter en ciernes como Gerald Ciolek y un todoterreno como Linus Gerdemann, son el futuro de un equipo que quiere brillar en las rondas por etapas, un hábitat hasta ahora desconocido. Ambos aterrizan procedentes del conjunto Columbia, otrora Telekom, otrora el mejor equipo teutón. Con la marcha de Stapleton a Estados Unidos y la desaparición de Gerolsteiner, Milram se ha convertido en la única formación alemana de primer nivel. Por ese motivo resultaba de vital importancia contratar a los representantes de la nueva generación: Ciolek y Gerdemann.

Sin embargo, la mayor fuente de adquisiciones para Milram ha terminado siendo el extinto Gerolsteiner, ya que ocho de los fichajes proceden de este equipo: Markus Fothen, Thomas Fothen, Fabian Wegmann, Robert Forster, Johannes Frohlinger, Ronny Scholz, Peter Wrolich y Matthias Russ cambiarán el azul mineral de Gerolsteiner por el intenso de Milram. Siete alemanes y un austríaco - Paco Wrolich - que transforman completamente el entramado de este equipo. Fothen continúa con su etiqueta de eterna promesa, Wegmann supone un importante refuerzo para las clásicas valonas y Forster siempre asegura un buen número de victorias al sprint. A ellos hay que sumar dos holandeses, todo un vencedor de la Roubaix como Servais Knaven y un joven avalado por Van Gerwen: Wim Stroetinga. El escalador austríaco Thomas Rohregger y el germano Paul Voss también debutarán con Milram en 2009.

Las bajas son aún más numerosas. A las conocidas de Petacchi, Zabel o Astarloa, hay que sumar las de todos los corredores italianos excepto el mencionado Barla. Fabio Sabatini (Liquigas), Elia Rigotto (Diquigiovanni), Marco Velo (Quick Step), Alberto Ongarato y Sergio Ghisalberti. Pero no sólo los italianos de pasaporte dicen adiós. Los formados en ese país tampoco continuarán. El ucraniano Andriy Grivko (ISD), que reside habitualmente en el país transalpino también cambiará de aires. A ellos hay que sumar dos veteranos alemanes que se retiran: Ralf Grabsch, que pasa a ser director del equipo, y Enrico Poitschke. Volodymyr Dyudya, Dennis Haueisen, Brett Lancaster, Matej Jurco y Sebastian Schwager completan la nómina de bajas.

Presentación de equipos´09: Knauf

Simone Mori fue un trotamundos italiano más. En sus siete temporadas como profesional nunca destacó sobre el resto y sólo consiguió brillar en pruebas de segunda fila, algo que años después resultaría clave en su devenir como mánager general de un conjunto ciclista. Mori dio el salto en el Kross - Montanari de Gianni Savio y compartió equipo con Chiapucci, Berzin, De las Cuevas, Della Santa o Toni Colom en aquel Amica Chips de Sandro Quintarelli. Incluso formó parte del conjunto Coast, aunque un año antes de que la formación germana decidiera fichar a ciclistas como Alex Zulle, Fernando Escartín o el vasco Aitor Garmendia. Sus tres últimas temporadas como profesional se repartieron a partes iguales entre el modesto Kia Suisse y el japonés Nippo - Hoddo.

Una trayectoria descendente, con un pico con su fichaje por Amica Chips, en la que nunca llegó a disputar una prueba de tres semanas ni logró victoria alguna en su propio país. Éstas llegaron en tierra desconocida para la gran mayoría de profesionales. Cuatro de sus siete triunfos los alcanzó en los Balcanes: dos etapas en el Tour de Serbia, otra en el Tour de Eslovenia y la general del Tour de Croacia. Incluso participó en la Paths of King Nikola, prueba por etapas que transcurre entre Serbia y Montenegro. Además, conquistó la general del Tour de Hokkaido, una de las pruebas niponas más importantes del calendario asiático. Su palmarés y sus viajes le abrirían las puertas de unos contactos que, años después, le han ayudado a prosperar en este negocio.

Retirada forzosa

El ciclista nacido en la pequeña localidad toscana de Pontremoli se vio obligado a abandonar su carrera como ciclista a principios de 2003 a causa de una lesión. La marcha de Massimo Podenzana a Ceramica Flaminia obligaba a los rectores nipones a contar con un nuevo mánager transalpino para su equipo Nippo. La decisión fue contar con Simone Mori, una persona que ya conocía a los mejores corredores japoneses y que, además, ayudaría a que se siguiera fichando a varios italianos con los que participar en pruebas europeas. Sin embargo, Simone abandonó el proyecto después de que los patrocinadores recortaran el presupuesto y reorientaran el equipo al mercado asiático de cara a la campaña 2006. Él prosiguió su labor en Serbia con Endeka, un patrocinador que le acompañaría en su regreso a Nippo.

Dos años después, este 2008, Nippo volvía a la categoría continental con formación propia, abandonando a Meitan Hompo, conjunto también japonés que sólo cuenta con corredores asiáticos y que fija su base de operaciones durante la temporada en Francia. Se trataba de una separación de patrocinadores, una de tantas que a lo largo de la historia del ciclismo se han producido, sobre todo en Italia. El mánager de este nuevo proyecto no era otro que Simone Mori, que contaría a su lado con el también italiano Lidio Rossi. La idea principal era crecer para dar el salto a la categoría profesional en la temporada 2009. De nuevo se volvía a apostar por un bloque mixto, con italianos experimentados y con jovenes promesas niponas. La mano de Mori se dejaba notar, ya que por primera vez el conjunto dispondría de licencia europea, concretamente de San Marino. La temporada se ha cerrado con siete victorias: dos etapas en el Tour de Serbia anotadas por el velocista Simone Cadamuro, la ascensión al Monte Fuji en el Tour de Japón con protagonismo para el joven Vincenzo Garofalo, etapa y general en la Jadranska Magistrala croata para Eddy Ratti y, sobre todo, etapa en el Brixia Tour y GP Larciano, también vencidas por el ciclista de Codogno, Eddy Ratti. Victorias con el sello Mori. Cuatro de ellas en los Balcanes y otra en territorio japonés.

Knauf, un proyecto de campanillas

Con la temporada casi cerrada, Simone Mori hacía oficial que en 2009 dirigirá un equipo profesional - continental, en el que sólo cuatro de los corredores del actual Nippo - Endeka continuarán bajo sus órdenes. Los cuatro italianos: Simone Cadamuro, Massimo Gabbrielleschi, Vincenzo Garofalo y Eddy Ratti. Éste último, una de las revelaciones del final de temporada en Italia, después de varios años apagado a pesar de haber dado el salto a profesionales en el mítico Mapei del Dr. Squinzi.

La empresa Knauf se convertirá en uno de los patrocinadores de esta formación, aunque no en el único. En cuanto a los fichajes, uno de los más importantes, y que más repercusión ha tenido en Italia, es el de Giuseppe Martinelli. El ex director deportivo de Saeco o Lampre volverá a un volante tras un periodo sabático. El mentor de Damiano Cunego no llega solo. A su lado lo hace el vasco Igor Astarloa. El ex campeón del mundo, expulsado por Milram después de abandonar en el Giro de Italia de esta campaña, volverá a un equipo profesional al lado de uno de los directores que más ha confiado en su figura. Otro de los 'fichajes Martinelli' es el de Leonardo Bertagnolli, un corredor que dio el salto a profesionales en el Saeco que dirigía el bresciano y que abandona Liquigas en busca de mayor protagonismo. Tan irregular como imprevisible, Bertagnolli aún puede ofrecer mucho a sus 30 años después de un mediocre 2008.

Matteo Carrara y Santo Anzá también formarán parte del conjunto Knauf. Ambos han demostrado que, con libertad, son capaces de sumar importantes victorias, sobre todo Anzá. El ex de Diquigiovanni ha visto frenada su progresión esta temporada. Savio decidió no incluirle en el equipo del Giro alegando que el italiano se encontraba lejos de su mejor estado de forma. Así pues no sorprende que finalmente haya decidido cambiar de aires. No siendo su mejor año, lo ha cerrado con la victoria de una etapa y la general del Brixia Tour. A pesar de su triunfo en una ronda por etapas, su punto fuerte son las pruebas de un día, todo lo contrario que Matteo Carrara. Regular en las pruebas por etapas de no más de una semana, Carrara acumula puestos de honor durante los últimos años: Décimo en Dauphiné Libéré (2008), cuarto en Euskal Bizikleta y Vuelta a Suiza, quinto en la Vuelta a la Rioja, decimosegundo en la Volta (2007) y un largo número de pruebas en las que ha conseguido finalizar entre los 15 mejores.

El Este

No podían faltar los corredores del Este. Como ya se ha comentado, Simone Mori es un gran conocedor de los ciclistas de esta zona de Europa, sobre todo de los balcánicos. Ello se nota en la composición del nuevo Knauf, ya que hasta siete corredores proceden de países como Eslovenia, Croacia, Polonia o Bielorrusia. Desde esta ex república soviética llegan tres de los corredores más destacados de esta nueva formación: Vasil Kiryienka, Andrei Kunitski y Branislau Samoilau. Kiryienka ha demostrado a lo largo de todo este 2008 ser uno de los ciclistas con más motor de todo el pelotón. Vencedor de una etapa en el Giro y merecedor de otra en la Vuelta, el bielorruso se caracteriza por ser uno de esos privilegiados capaces de mejorar sus prestaciones en los últimos días de una gran ronda por etapas. Sus compatriotas Kunitski y Samoilau han cambiado el Acqua Sapone por Knauf. El primero dejó su impronta en la Vuelta a Burgos, donde logró la victoria de una etapa, y el segundo ya ha dejado claro que lo suyo son las carreras con etapas, a pesar de no haber podido participar en el Giro de esta temporada por la no invitación del conjunto de Masciarelli. Desde los balcanes aterrizan tres de las mayores promesas del ciclismo europeo, sobre todo el esloveno Grega Bole, uno de los destacados en la Copa de las Naciones y primer clasificado en la Lieja - Bastogne - Lieja sub 23 de la pasada temporada. El croata Robert Kiserlovski le acompaña desde el modesto Adria y su compatriota Matija Kvasina (el mayor de todos, ya con 27 años y vencedor este año del Tour de Serbia) llega desde el Perutnina. El polaco Michal Golas (Cycle Collstrop) también competirá con los colores del Knauf.

La plantilla cuenta hasta el momento con 21 corredores. El italiano Mirko Selvaggi (Cycle Collstrop), el australiano Simon Clarke (SouthAustralia) y los neós Rafael Infantino, Giuseppe Di Maria, Fausto Fognini y Eduardo Girardi completan la formación.

Un proyecto que se despide

El camino se ha convertido en senda. Extremadura no tendrá equipo profesional en la temporada 2009, aunque al menos no perderá su estructura y continuará ligado al ciclismo en el seno de la categoría élite y sub23. El agua ya llegaba al cuello desde hace meses, así que finalmente han optado por abandonar el barco y seguir remando en bote. Decisión loable. El necesitado campo amateur recibe a un conjunto que está llamado a destacar en las mejores pruebas del calendario nacional, o al menos con esa intención se da continuidad a la formación extremeña.

La historia de Extremadura ha seguido una trayectoria desigual. Desigual en cuanto a que los resultados no han ido unidos al presupuesto y en cuanto a que el aumento de categoría no ha supuesto una mejora en el rendimiento deportivo. Tres temporadas con licencia continental (las dos primeras con el patrocinio de Spiuk) y la última en la categoría profesional - continental, aquélla que da derecho a participar en todas las pruebas del calendario español.

El problema es que no se contaba con un presupuesto sólido para dar ese salto. Ni se pudo inscribir en el programa del pasaporte biológico, indispensable para participar en la Vuelta a España, ni se logró asegurar el pago a los corredores hasta final de año. Con lo que aportaba el gobierno extremeño sólo se podía hacer frente a las nóminas hasta el mes de octubre, así que se optó por una decisión de emergencia. Los ciclistas firmaron un documento por el que se hacían cargo de sus sueldos durante los tres últimos meses del año, o lo que es lo mismo, aceptaban no cobrar durante ese periodo si no aparecía un nuevo patrocinador que aportara el montante económico. De ahí el término "Ciclismo solidario".

El equipo no mentía. No se pagaría ese trimestre a menos que alguien aumentara el presupuesto. Sin embargo, resulta indudable que todos estos líos han acabado pasando factura a un conjunto que ha cerrado 2008 sin una sola victoria. Justo el año en el que supuestamente contaban con un mejor bloque y en el que, además, habría más días de competición, algo que no parece tan claro, ya que se aseguraban Murcia, Valencia, Andalucía o Castilla y León pero a cambio no podían competir en carreras como Extremadura, León, Circuito Montañés o Cinturón de Mallorca, pruebas de menor nivel y en donde se habían conseguido la mayoría de las victorias años atrás.

La racha pudo haber cambiado muy pronto, en una de las primeras vueltas de la temporada. Aitor Pérez Arrieta se quedó a tan sólo centímetros de batir a Chechu Rubiera en la línea de meta de Totana, final de la segunda etapa de la Vuelta a Murcia. Además, Rodrigo García, Jesús Javier Ramírez o Jaume Rovira tenían mucho que ofrecer a lo largo de la temporada. Pero el extremeño no estuvo a gusto en todo el año, el manchego arrancó aquejado de lesiones y le costó alcanzar un buen estado de forma y el catalán, aunque hizo gala de su gran regularidad con un quinto en Euskal, un décimo en Asturias y un cuarto en el Cto de España, siempre tuvo algún rival que le negó la victoria.

Si se entregara un premio al mejor corredor del equipo en estos cuatro años, probablemente recaería en el vasco Aitor Pérez Arrieta. El de Zegama volvía este 2008 a las órdenes de Alfonso Rodríguez tras dos años en Caisse D´Epárgne y de haber vestido en 2005 el jersey de líder en el UCI Europa Tour, la mejor 'victoria' de la escuadra junto a la etapa que el menudo Jorge Ferrío logró en la Vuelta a Portugal, uno de los seis triunfos que Spiuk - Semar sumó a su palmarés en su temporada de debut. En 2006 fueron sólo cuatro las victorias, destacando la general del Tour de los Pirineos del gallego Enrique Salgueiro y, sobre todo, la de la Vuelta a Extremadura de Pedro Romero, el gran objetivo del conjunto de la tierra. Ya con el patrocinio de Extremadura, 2007 se cerró con seis nuevos éxitos. Dos etapas en el Circuito Montañés con Pedro Romero y Javier Ramírez, otra en el Cinturón de Mallorca, lograda por el propio 'Javi Mancha', un triunfo en Portugal en la Vuelta tras os Montes con Fernando Torres, el prólogo del Tour de los Pirineos con victoria para Juan Carlos Fernández y, por encima de todo, la cuarta etapa de la Vuelta a Madrid con el andaluz Javi Moreno.

Todos los corredores de Spiuk - Extremadura

Los 'chollos' del mercado

Existen dos maneras de formar un equipo ciclista: contratar a aquellos corredores que quieres, anticipándote al resto de conjuntos, o bien aguardar agazapado a la espera de que los representantes te ofrezcan su 'mercancia' a un precio más bajo del que te habría salido de haber levantado tú el teléfono. Las ventajas e incovenientes de ambos sistemas quedan bastante claros. Si eres tú el que elige el plantel, te aseguras contar con el tipo de corredor que necesitas. En cambio, si esperas a que noviembre, o incluso diciembre, se echen encima es posible que te ahorres un buen puñado de euros, algo muy importante en la situación en la que el ciclismo se encuentra.

Lo cierto es que finalizada la temporada sorprende el gran número de buenos ciclistas que aún no han firmado un contrato para 2009. Hay para todos los gustos. Desde los que dudan entre varias ofertas, ésos son los que conseguirán más ceros en su nómina, hasta los que a pesar de un buen rendimiento en la carretera, se encuentran con más dificultades de las esperadas para confirmar su continuidad en este deporte. Aún cuando el futuro profesional de muchos depende de estas semanas, no habría que perder la calma. Ninguno de los tres conjuntos profesionales españoles ha confirmado fichaje alguno - tres, ya que Extremadura forma parte de la historia - y proyectos como H2O Telteck, el conjunto de Gianetti o medio Portugal siguen con muchos huecos libres en sus plantillas. Nombres como los que aparecen en este post se postulan a completar dichas formaciones:

Los privilegiados

La duda es un estado de ánimo que te permite elegir entre dos o más opciones. Un beneficio con el que no todos cuentan. Si que lo tienen hombres como Davide Rebellin, Linus Gerdemann o Mikhailo Khalilov, ciclistas todos que disponen de más de una oferta para proseguir su andadura en el campo profesional. Estos 'privilegiados' del ciclismo se han ganado su condición en base a una buena temporada y, sobre todo, a su proyección de cara a próximos años. Incluso Rebellin. Sólo unos pocos y exóticos conjuntos fichan corredores con el mero objetivo de ganar minutos en televisión y espacio en periódicos. La mayoría quieren profesionales que se ganen esos minutos en la carretera y no con su glorioso pasado.

'Il Piadoso' ha dejado patente que la edad no le pesa. Continúa en la élite, con resultados destacados en las mejores carreras del calendario. Maneja varias ofertas con las que continuar en el campo profesional aunque la más destacada es la del proyecto que Mauro Gianetti y Joxean Fernández Matxín deberían de haber engalanado ya desde hace días. Por si acaso fallase esa opción, H2O, ISD e incluso Lampre se han interesado por los servicios del corredor de San Bonifacio.

Otro que deshoja la margarita es el alemán Linus Gerdemann. Con contrato en vigor con el Team Columbia, este joven de bien estudia la posiblidad de abandonar un equipo en el que se agolpan las figuras por otro en el que tendría mayor libertad, tanto a la hora de elegir calendario como de movimiento. Hablo del equipo Milram, otrora italiano y que tres años después se ha convertido en el mejor equipo alemán tras la emigración de Stapleton a EEUU y la desaparición de Gerolsteiner. Hoy mismo se hacía oficial el fichaje de Ronny Scholz y el del sprinter Robert Forster, dos de los ocho 'ex' de la formación de Holczer que han encontrado refugio en casa Van Gerwen.

Por último, destacar el caso de Mikhailo Khalilov, un ucraniano con una aceptable punta de velocidad que se ha destapado este verano en la temporada de clásicas italianas junto al néo Francesco Ginanni. Al ciclista del equipo Flaminia ya se le conocía en España, sobre todo por la victoria en la Vuelta a Asturias de hace tres temporadas, pero ha sido este 2008 cuando ha conseguido el reconocimiento general con triunfos en Cimurri, Coppa Sabatini, GP Industria y Commercio di Prato, GP Rennes en Francia y una etapa del Circuito de la Sarthe. Los rumores le sitúan cerca de Gianetti.

Complicaciones

Por supuesto, no todos cuentan con la suerte de sopesar varias ofertas. Míticos como el galo Jean Patrick Nazon apuran sus opciones de continuar otro año más en una formación ciclista. Vencedor de dos etapas en el Tour de Francia, el menor de los Nazon no ha sido renovado por AG2R, equipo del que ha formado parte las últimas cinco temporadas. Según informa cyclismag.com, maneja ofertas de varios conjuntos continentales galos, aunque alguna de ellas se vino abajo recientemente.

Angelo Furlan, Davide Vigano, Andrea Tonti y Oscar Gatto (estos tres últimos podrían acompañar a Rebellín allá donde fuera) representan a los ciclistas transalpinos en paro. En Alemania sorprende la situación de Carlo Westphal, joven y vencedor de una etapa en el ENECO Tour. Al germano no le tiembla el pulso a la hora de hablar de su futuro: "O consigo un contrato con un equipo profesional o no continuaré. No lo haré en continental". Claro y directo.

¿Y en España?

Nuestro país mantiene la tradición de los últimos años. Se deja todo para última hora y se espera a que las prisas hagan perder los papeles a más de uno. Los equipos profesionales - continentales esperan sabedores de las buenas piezas que restan en el mercado: Sergio Pardilla (el corredor nacional con más novias este invierno y del que incluso se llegó a comentar que lo tenía cerrado con Radoni), Xavi Tondo, Ricardo Serrano, Manuel Vázquez, Francisco Pacheco, Manuel Calvente, Javier Benítez, Rubén Plaza o incluso Juanjo Cobo, que finaliza contrato y que de momento -y oficialmente - no tiene nada firmado, aguardan a concretar su contrato con algún equipo. Lo lógico es que todos continuasen el año próximo. Más complicada parece la situación de los hombres del desaparecido Extremadura. El paro acecha. Rodrigo García, Javier Ramírez, Aitor Pérez o Nacho Sarabia parten con ventaja respecto a sus antiguos compañeros pero, aún así, van a tener que moverse con agilidad para aclarar su futuro lo antes posible.

Los nueve de 2008

La temporada se nos escapa casi sin darnos cuenta. No sé a vosotros pero para mí es como si hace apenas un par de semanas comenzara la Vuelta a Murcia, la carrera de casa. ¡Y qué lejos cae ya! Ni con esas. Cierro los ojos y aún me veo acumulando papeles en la mesa con las preinscripciones para la ronda murciana. Lo cierto es que han transcurrido casi ocho meses desde entonces. Ocho largos meses en el calendario de trabajo, en el de la vida diaria pero que, por algún motivo, se acortan en mi mente cuando de ciclismo se trata. No resulta sencillo resumir el mejor año del ciclismo español en sólo unas cuantas líneas. Qué mejor que repasar estos meses con los nueve protagonistas de una temporada para la historia.

Febrero, la hora esperada

Ya lo avisaba Marc Madiot. Philippe Gilbert tenía cualidades suficientes para convertirse en uno de los mejores corredores del mundo. Los destellos ya habían aparecido en los últimos años pero no ha sido hasta este 2008 cuando el valón se ha asentado en la élite. Su arranque de temporada fue sencillamente espectacular. Dos etapas y la general oficiosa de la Challenge de Mallorca sirvieron de anticipo de una de las imágenes más recordadas aún a final de año. Su ataque en Het Volk nos demuestra que el ciclismo de antaño aún sigue vivo, que aún se puede ganar derrochando fuerza y energía a muchos kilómetros del final. Gilbert se ganó su salto a Silence - Lotto tras un año muy completo, en el que abandonó esa segunda fila de candidatos para dar el salto al lugar que corresponde sólo a los grandes. París - Tours cerró el gran año de Phil.

Marzo, la locomotora también vuela:

Para muchos el ciclista con más calidad del pelotón mundial. Un corredor capaz de levantar de su asiento a todo buen aficionado. El suizo Fabian Cancellara ha vuelto a demostrarnos que nada queda fuera de su alcance. Determinante en el Tour, apabullante en la Gran Muralla China, Cancellara también se ganó a pulso el título de mejor corredor del mes de marzo. Amigo de los elementos. 'Canci' no rehuye del agua, el frío, el barro y la tierra... los básicos de la Montepaschi Eroica, la Roubaix a la italiana. El helvético conquistó el sur. Sin rival en la Eroica, prolongó su envidiable estado de forma anotándose su primera ronda por etapas importante, la Tirreno - Adriático. Para muchos la confirmación de que Cancellara no tiene techo. Para otros, todo lo contrario. El palmarés de la carrera de los dos mares está repleto de buenos contrarrelojistas e incluso sprinters. "Aún deberá ganar algo más para contar con él en pruebas de tres semanas", aseguraban desde los foros, el reducto donde decenas de aficionados encuentran un lugar en el que dialogar de este deporte. Fabian no se conformó con Tirreno y asaltó Milán - San Remo con uno de esos ataques que ya sólo él es capaz de realizar. "Me voy". Y se va. Tan fácil de decir como difícil de conseguir. ¿Descubrirá un nuevo techo en 2009?.

Abril, un flamenco en De Ronde

Triunfar en Meerbeke significa entrar a formar parte de la gran historia de este deporte. Alzar los brazos en De Ronde siendo flamenco y portando el maillot tricolor de campeón de Bélgica te asegura volar en el aire de Flandes durante décadas. Los más viejos del lugar hablarán de tí y contarán la historia de aquel compañero, que no gregario, de Tom Boonen, que un día enseñó a todo el mundo el rojo, negro y amarillo de su maillot. ¡Brazos arriba Stijn! ¡Qué no falten los adjetivos! Devolder es, sin duda, el ciclista belga más completo de la actualidad. Fino contrarrelojista, enamorado de las carreras de tres semanas y, como buen flamenco, conocedor de la grandeza de las Clásicas. Abandonó a Bruyneel en busca de protagonismo. Quería liderar a Quick Step en el Tour de Francia, en la Vuelta, una carrera a la que aprecía y en la que está convencido de que puede brillar. Sin embargo, su gran logró llegó en abril, un mes, en principio, reservado para otros compañeros.

Mayo, victorias a la orilla de Cádiz

"Hola Alberto. Has de retomar los entrenamientos y volar para Italia. El sábado arranca para tí el Giro". Una conversación entre Johan Bruyneel y Alberto Contador que bien pudo acaecer bajo una sombrilla bien clavada en la arena de una tórrida playa gaditana. El año no había empezado nada bien para el último vencedor del Tour de Francia. El pinteño lloraba en Mallorca la decisión tomada por ASO. Una decisión que, por otra parte, le convertiría en el primer español en apuntarse la general de las tres grandes vueltas por etapas. La Vuelta, la esperada. El Giro, la sorpresa en el camino. Contador no contaba con tener que participar en una carrera que ni siquiera entraba en los planes de su equipo diez días antes de que las bicicletas echaran a rodar en Palermo. Zomegnan quería al madrileño y Bruyneel debía ponerlo guapo para una carrera olvidada en España desde los tiempos de Abraham Olano. La idea consistía en aguantar hasta que el cuerpo dijese basta. Sin embargo, Alberto pertenece a la estirpe de los escaladores y, por si fuera poco, no gana peso aunque no se encuentre compitiendo. El líder de Astaná resistió entre los primeros de la general, lo que le obligó a no caer a la tentación del abandono y, casi sin buscarlo, acabó vistiendo un rosa que despertó las envidias de más de uno. Cierto es que tanto él como su director supieron jugar con sus rivales, insistiendo en que el español se encontraba lejos de su mejor momento, pero eso también forma parte de este deporte.

Junio, la ilusión y la esperanza

La mejor victoria en esta campaña para Alejandro Valverde fue la Lieja - Bastogne - Lieja, por lo que significa y por el peso de una prueba como la Doyenne. En cambio, su mejor mes fue junio, por la cantidad y calidad de sus victorias aunque, sobre todo, por la fuerza y la superioridad demostrada ante rivales de la entidad de Cadel Evans o Levi Leipheimer. El de Caisse D´Epárgne ilusionó a sus aficionados, a su equipo y puede que incluso que a él. Sus dos etapas en Dauphiné Libéré, test previo al gran reto del Tour de Francia, nos hicieron creer que este año sí, que Alejandro tenía el podio de la Grande Bouclé en sus piernas. El principal motivo que condujo a esta conclusión fue su gran mejoría en la lucha individual. Valverde ganaba una crono de casi treinta kilómetros en el pequeño Tour y dejaba entrever que el gran problema de los últimos años podría haber quedado en el pasado. Nos equivocamos. Al murciano se le volvió a cruzar la ronda gala, todo después de exhibirse en Talavera de la Reina, logrando un maillot rojigualda que, aunque no luce, bien cuenta en el palmarés. Y es que como reconoce Valverde, 2008 ha sido su mejor temporada como profesional.

Julio, un Sastre sin remiendos

El ciclismo se encuentra lleno de ciclistas desaprovechados. De hombres que podrían haber sido pero que no fueron. Ya lo decía Ronaldo: "La potencia sin control..." Pero el mundo del pedal también nos ofrece el ejemplo de aquéllos que consiguen lo que se proponen a base de esfuerzo, trabajo y perseverancia. Antagónicos. El motor de Carlos Sastre es uno de los más fiables del mundo. Siempre a punto, preparado para dar el máximo cuando de él se requiere. Sin embargo, siempre había otros mejor engranados, que conseguían superar al diésel del abulense en la cita clave de las grandes carreras. No esta vez. Carlos había marcado la equis en donde sólo los campeones se atreven, en la cima más mítica de este Tour de Francia, en las 21 curvas de Alpe D´huez. Los guardaespaldas de Cadel Evans ya habían recibido sus instrucciones, Marc Sergeant preparaba la fiesta en una céntrica discoteca parisina. Todo al traste. Sastre quería el amarillo y lo iba a conseguir a lo grande, despejando cualquier tipo de duda. Menchov estalló en su anhelo por perseguir al de CSC, Evans, desesperado, buscaba aliados donde no los había... el Tour volaba para El Barraco.

Agosto, lágrimas bañadas en oro

Un premio que se dilucida cada cuatro años bien merece un esfuerzo. Aunque para lograrlo haya que viajar a los adentros de una cultura milenaria, a un emplazamiento tan único como desconocido para el ciclismo profesional. Sólo cinco corredores por equipo, algunos ni eso, y un terreno quebradizo en el que apostar por un vencedor y acertar se convertía casi en quimera. Anulados los dos grandes favoritos, Valverde y Bettini, la responsabilidad recaía en los segundos espada. 'Samu' y Rebellin. Andy Schleck viajaba con ellos, no así Fabian Cancellara, un polizón que se saltó todos los peajes y que hasta arrastró a otros dos corredores con él. Ni el pedaleo inhumano del suizo apartó al asturiano de su objetivo: el oro. Lagrimas que irrumpían después de una temporada arriesgada, en la que se confió en el cambio. Tour, Juegos y final de campaña. Tan arriesgado... que funcionó.

Septiembre, el valor de la espera

¡Cómo cambia la vida en tres años! Que se lo pregunten a Alessandro Ballan. Sin duda, uno de los recuerdos que mejor conservo del Mundial de Madrid. El italiano fue convocado por Franco Ballerini para la cita española. Sin embargo, su juventud le dejó sin competir. Ballan tuvo que conformarse con ser el primer reserva de la azzurra, por delante del veterano Davide Bramati. Ambos mantenían posturas muy diferentes frente a una misma situación. Mientras Bramati conversaba amigablemente con todos los que concurrían la zona de boxes minutos antes del comienzo del Mundial, Ballan se refugiaba en un rincón del centro de operaciones de la selección italiana. Solo. Aparatado. Sonreía cuando se le reclamaba para una fotografía pero se le notaba alicaído, decepcionado por no poder debutar en todo un campeonato del mundo. Tres años después no sólo formaría parte del conjunto azzurro, sino que se convertiría en el nuevo jersey arco iris. El corredor del conjunto Lampre remataba el excepcional trabajo de todo su equipo con un ataque en los kilómetros finales al que nadie pudo contestar.

Octubre, el príncipe que quería crecer

Segundo clasificado en el Mundial de Varese, Damiano Cunego ha completado un año repleto de sobresaltos, con grandes picos aderezados con victorias de primer nivel pero, a la vez, con decepciones que ponen en duda las auténticas aptitudes del corredor de Cerro Veronese. El transalpino sigue insistiendo en las pruebas de tres semanas. Su fijación recuerda en cierta medida a la que mantiene el que muchos señalan como su 'homónimo español'. Sobran los nombres, aunque bajo mi punto de vista en poco o nada se asemejan Valverde y Cunego. Se estrelló contra el Tour pero brilló en el resto de objetivos. Victoria sin paliativos en la Amstel Gold Race, demostración de clase en el País Vasco y brillante despedida de 2008 adjudicándose su tercer Giro de Lombardía. Cunego rompió la carrera en la ascensión al Civiglio y se presentó en solitario en la línea de meta de Como. Para la próxima temporada, el italiano continuará buscando su identidad, el camino adecuado en el que crecer como ciclista. Su victoria en el Giro queda cada vez más lejana pero sus éxitos en el resto de pruebas le convierten en uno de los mejores corredores de todo el pelotón.

Francia, mercado en ebullición

Hace días que pretendo firmar esta entrada. El mercado ciclista aún se encuentra en plena ebullición. Cervélo, H2O, el proyecto aún sin confirmar de Matxín, el baile de fichajes en los profesionales - continentales españoles... Superamos la primera quincena de octubre y aún restan muchos huecos en equipos de primer nivel, algo que no ocurría estos últimos años. Quizá la aparición de nuevos conjuntos, que a la vez han cubierto la marcha de Crédit Agricole o Gerolsteiner, haya provocado este aluvión de cambios. Un aluvión que ha afectado particularmente a Francia. Todos las formaciones profesionales galas sufrirán una severa transformación de cara a la próxima temporada. Algunas pasarán por un importante lavado de cara, con cambios que afectarán a un alto porcentaje de la plantilla, y otras tendrán que sobreponerse a la marcha de sus figuras. Ése podría ser a grandes rasgos el resumen de lo ocurrido durante las últimas semanas en el hexágono: Los equipos franceses, sobre el papel, se debilitan.

La crisis afecta a Cofidis

El ejemplo más claro es Cofidis. El equipo de Éric Boyer fue el primero en anunciar su marcha del UCI ProTour de cara a la próxima temporada, antes incluso de que el resto de formaciones se adherieran en masa a un pacto del que sólo se ausentó Astaná. Cofidis seguiría en el ciclismo pero con un recorte presupuestario considerable, centrándose en el calendario nacional y, por tanto, perdiendo a los 'cracks' en nómina. El valón Maxime Monfort se unirá a la legión de buenos corredores de Columbia y Sylvain Chavanel, auténtica figura del equipo en esta temporada, se marcha a Quick Step en busca de una mejora contractual y de evolucionar como ciclista en pruebas de un día. Nick Nuyens, que también ha firmado un buen año, tampoco seguirá y acompañará a Flecha y Langeveld en Rabobank en la semana de clásicas flamencas. Las bajas no acaban ahí. Kevin De Weert, seleccionado por Carlo Bomans para el reciente mundial de Varese, acompañará a Chavanel en Quick Step y el también belga Staf Scheirlinckx formará parte del reforzado Silence - Lotto. El veterano Frank Hoj regresa a casa y dará sus últimas pedaladas en el Saxo Bank, mientras que los jóvenes Nicolas Hartmann y Yann Hughet no han sido renovados después de dos temporadas en Cofidis. Hartmann probará suerte en el Brétagne Armor continental y Hughet en Agritubel. Rik Verbrugghe lo deja después de más de una década como profesional, al igual que el suizo Steve Zampieri, desapercibido desde su desembarco en la escuadra gala. El único que aún no ha solventado su futuro es el tulipán Mathieu Heijboer.

Once bajas, pero sólo cinco fichajes. El recorte ya comentado reducirá la platilla a los 24 - 25 corredores, ya que Cofidis contaba con uno de los fondos de armario más voluptuosos del pelotón mundial. La llegada más destacada podría ser la del prometedor Remi Pauriol. El joven galo ha completado una buena temporada en el desaparecido Crédit Agricole, con un destacado tercer lugar en la Volta a Cataluña. Su compañero este 2007 Christophe Kern, seguirá el mismo camino. Alexandre Usov, un sprinter con una única victoria esta campaña pero que ha finalizado mejor de lo que comenzó - a pesar de que ésta llegó en Langkawi - buscará engordar el casillero de triunfos mientras que el belga Nico Sijmens dará el salto desde Landbouwkrediet tras varias campañas sobresaliendo en el conjunto de Gerard Bulens. El néo Guillaume Blot cierra las adquisiciones.

Française des Jeux pierde a Gilbert

También pierde a su buque insignia la Française des Jeux. Marc Madiot dice adiós a Philippe Gilbert, un corredor al que ha mimado desde su debut en la temporada 2003 y que ha cerrado un majestuoso 2008 a lo campeón, alzando los brazos en la París - Tours. El valón busca cotas mayores en Silence - Lotto, uno de los equipos punteros en la campaña del norte y que le ofrecerá un gran arsenal de corredores entre los que sólo el veterano Leif Hoste parece capaz de hacerle sombra, al menos hasta que las cualidades de Van Avermaet acaben por explotar. Tal es la confianza de Sergeant en su nueva adquisición, que junto a Gilbert viajan desde Française des Jeux hasta Lotto, Jelle Vanendert, Tom Stubbe y Mickael Delagé, 'culpable' en buena medida del triunfo de Gilbert en la Avenida de Gramont. Tampoco continuarán en la formación de la lotería gala el veterano Christophe Mengin, un corredor que había formado parte del equipo desde su creación y que ha decidido retirarse con 40 años, Lilian Jegou, contratado ya por el Roubaix Lille Metropole, el escalador Yoann Le Boulanger, nueva adquisición de Agritubel, y Cyrille Monnerais, todavía sin equipo pero que última su contrato con Brétagne Armor. Por cierto, Monnerais, otra de esas promesas del ciclismo francés a las que les cuesta tanto arrancar, no parece muy conforme con la decisión de Madiot, algo por otra lado más que lógico.

Ante estas ocho bajas lo razonable hubiera sido contratar al menos a cinco corredores, sobre todo teniendo en cuenta que Gilbert suponía casi medio equipo. Sin embargo, sólo tres ciclistas aterrizan en la nave del trébol: Anthony Geslin, bronce en el Mundial de Madrid y molesto con Bernaudeau desde que decidió excluirle del nueve de Bouygues Telecom para el Tour, Christophe Le Mevel, un hombre de garantías al que las lesiones parece que le empiezan a respetar y el australiano, ya a prueba a finales de esta temporada, Wesley Sulzberger. Sandy Casar y el marsellés Remy Di Gregorio tendrán que cargar con el peso del equipo en las vueltas de tres semanas. Jussi Veikkanen y el veloz Yahueni Hutarovich, también tendrán que brillar en determinadas épocas del año.

Bouygues, Rolland y Bonnet por Pineau y Geslin

Tampoco sale muy bien parado con el cambio de estación el conjunto Bouygues Telecom. Bernaudeau pierde a uno de sus hombres más regulares, Jerome Pineau, un corredor capaz de codearse con los grandes uphill finisher en Huy, Saint Nicolas o incluso el Cauberg. El ciclista de Mont St.Aignan ha declarado que quiere centrarse en las carreras de un día, dejando de lado las generales de las pruebas por etapas. Con esas intenciones, nada mejor que emigrar a Quick Step. Stef Clement, que no es que haya sobresalido de un modo excepcional este 2008, regresa a casa a las filas del equipo Rabobank. Entre el resto de bajas sorprende que se encuentren corredores como Xavi Florencio, aún sin confirmar su fichaje por Cervélo, o el ya nombrado Anthony Geslin, aunque como ya se ha dicho, el de Alençon ha buscado una salida desde que se quedó fuera de la Grande Bouclé. Otro que cambia de aires es Dimitri Champion, un joven contrarrelojista que no ha rendido nada mal pero que tendrá que demostrar su valía en el campo continental en el Brétagne Armor. El suizo Aurelien Clerc, el estonio Erki Putsep y los galos Franck Renier y Nicolas Crosbie tampoco continúan.

Costará sustituir a Pineau pero aún así se ha intentado fichando a jóvenes corredores franceses con proyección. Después de varios años apostando por abrir las fronteras y fichar ciclistas de distintas nacionalidades, Bouygues vuelve a contar con ciclistas en su mayoría galos. Sólo los rusos Sokolov y Trofimov y el marfileño Kante, la nota exótica entre los fichajes, pondrán acento extranjero a la plantilla. Quizá sea Pierre Rolland una de sus mejores adquisiciones. Este joven escalador ha eclosionado este 2008 con apenas 21 años y se posiciona como uno de los mejores corredores galos en un futuro muy cercano. Su compañero en Crédit Agricole, un hombre rápido como William Bonnet, también formará parte de este renovado Bouygues. Guillaume le Floch y Cyrille Gauthier (Brétagne) y Steve Chainel (Auber) completan los fichajes.

Lavenú no sale perdiendo

Si un conjunto francés se mantendrá equilibrado el próximo año puede que ése sea Ag2r. Lavenú ha conseguido compensar las marchas con fichajes de buen nivel e incluso me atrevería a aseverar que Ag2R se verá reforzado de cara al año que viene. Abandonan la disciplina de la aseguradora el irlandés Philip Deignan (Cervélo), el bielorruso Alexandre Usov (Cofidis), el belga Stijn Vandenbergh (Katyusha) y los galos Sylvain Calzati (Agritubel), Laurent Mangel (Vivarte), Jean Patrick Nazon y Christophe Edaleine. Sólo Deignan mantenía una progresión ascendente, ya que Vandenbergh la había perdido esta campaña, y el resto son corredores que ya han pasado por su mejor momento como profesionales.

En cambio, los fichajes son todos corredores que aún tienen mucho que ofrecer y que todavía no han alcanzado su tope como ciclistas. Incluso Sébastien Hinault podría llegar a mejores cotas, a pesar de haber cumplido ya los 34 años. Su victoria en la Vuelta a España le abre un panorama totalmente distinto al que ha asumido durante toda su carrera. Qué decir de Nicolas Roche. El irlandés se ha convertido en una de las revelaciones de este final de temporada y, por primera vez, partirá desde comienzos de año como uno de los hombres fuertes de su formación. El ruso Alexander Efimkin, que se reunirá por primera vez como profesional con su hermano Vladimir, y los néos Biel Kadri, Guillaume Bonnafond y Gaets Smukulis también han demostrado que pueden hacerse un hueco en el panorama ciclista.

El adiós de Crédit Agricole

La desaparición de Crédit Agricole no ha afectado tan negativamente como en un principio se podía preveer. La mayoría de sus corredores han hallado acomodo en otras formaciones. Es más, a día de hoy sólo tres ciclistas - Éric Berthou, Angelo Furlan y el sancionado Dimitri Fofonov - se encuentran sin equipo. Así se distribuirán los ciclistas de este bloque el año próximo: Laszlo Bodrogi y Alexandre Botcharov (Katyusha), William Bonnet y Pierre Rolland (Bouygues), Pietro Caucchioli (Lampre), Jimmy Engoulvent, Jean Marc Marino, Julien Simon y Yannick Talabardon (Vivarte), Simon Gerrans, Thor Hushovd, Jeremy Hunt, Ignatas Konovalovas y Gabriel Rasch (Cervélo), Patrice Halgand (H2O), Sebastien Hinault y Nicolas Roche (Ag2r), Jonathan Hivert y Cyril Lemoine (Skil), Christophe Kern y Remi Pauriol (Cofidis), Christophe Le Mevel (Française des Jeux), Maxime Mederel (Auber) y Mark Renshaw (Columbia).

Agritubel y los continentales

Un equipo que nunca ha formado parte del UCI ProTour pero que tiene asegurada su participación en el Tour de Francia es el Agritubel. El conjunto galo también ha decidido apostar por el producto local y se ha 'deshecho' de ciclistas como el guipuzcoano Mikel Gaztañaga o los veteranos Benoit Salmon, Christophe Rinero y Jimmy Casper, al que no renuevan después de su positivo justificado durante la pasada Grande Bouclé. Tampoco continúa Cédric Hervé ni Benoit Sinner y Cédric Coutouly, si bien estos dos últimos formarán parte del Vivarte de Stéphane Heulot. Los fichajes son también seis: Sylvain Calzati (Ag2r), Yann Huguet (Cofidis), Christophe Laurent (Garmin), Yoann Le Boulanger (Fdjeux) y Remy Cusin y Brice Feillu, ambos néos.

Francia, además, contará con cuatro conjuntos de categoría continental: Auber, Brétagne Armor, Roubaix Lille Metropole y el nuevo Vivarte. El movimiento más destacado es la marcha del prometedor y meticuloso Arnaud Jeannesson a Caisse D´Epárgne procedente de Auber.

Irlanda, tradición y ciclismo

Si la belleza fuera país se parecería a Irlanda. Las verde tierra gaélica reposa apartada del resto de Europa. Tranquila, observando desde la sala de invitados el discurrir de una sociedad europea que, sin embargo, amenaza con engullir el sosegado modo de vida eireann. Un país atípico donde los haya, en el que el equipo de fútbol nacional disputa sus partidos en Escocia y en el que la religión juega un papel mucho más importante que en el resto de naciones occidentales.

En este marco de paz, buena música, lluvia y achaque económico - la crisis mundial ha afectado a Irlanda mucho más que a la mayoría de países de la Comunidad Europea - el ciclismo queda en un lugar secundario. No es ni mucho menos el deporte nacional, privilegio reservado para el fútbol gaélico, pero, a pesar de ello, la tierra de los leprechaun ha acunado a dos de los mejores corredores de las últimas décadas: Stephen Roche y Sean Kelly. Bajo su influjo, y varios años después, surge una nueva generación de irlandeses dispuesta a tomar el relevo de esas dos grandes figuras.

Roche permanecerá durante muchas temporadas como el último corredor capaz de ganar Giro, Tour y Mundial en el mismo año. Lo consiguió en 1987, campaña en la que además se alzó con el triunfo en Romandía y en la Vuelta a Valencia. Desde entonces no se recuerda a corredor alguno con mejor palmarés en una sola temporada. Por su parte, Sean Kelly fue el precursor de corredores del perfil de Laurent Jalabert o del propio Alejandro Valverde. Ciclistas capaces de brillar en las grandes clásicas pero, al mismo tiempo, con unas facultades formidables para las carreras de tres semanas. Sus 194 victorias como profesional definen el instinto ganador de un corredor amante del ciclismo como pocos. Giro de Lombardía (3 veces), París - Roubaix (2 veces), Milán - San Remo (2 veces), Lieja - Bastogne - Lieja (2 veces), París - Niza (¡7 veces!), Vuelta al País Vasco (3 veces) o la general de la Vuelta a España de 1988 nos muestran que pocas pruebas se resistían a este irlándes nacido en Carrick-on-Suir, una pequeña localidad situada a pocos kilómetros de Waterford, la capital del cristal en Irlanda.

Retirados a mediados de los noventa, el relevo parece llegar más de una década después, con varios corredores que, aunque no se acercan al extraordinario nivel de sus antecesores, vuelven a poner en el mapa de este deporte a su país. No sorprende que el cambio generacional llegue influenciado en gran medida por estas dos grandes figuras. El hijo y el sobrino del propio Stephen Roche representan las dos mejores promesas irlandesas. Por su parte, Kelly trabaja alentando y aconsejando a estos corredores desde su tribuna de comentarista en el canal Eurosport.

Nicolas Roche y Dan Martin

¿Quiénes son y qué características poseen los jóvenes ciclistas irlandeses? El más conocido después de su buen rendimiento en la Vuelta a España es, sin duda, Nicolas Roche, hijo de Stephen y decimotercero en la general de la ronda española. Enrolado en Crédit Agricole, Nicolas se quedó a sólo un paso de lograr un triunfo de etapa que se le escapó por escasos centímetros ante el navarro Imanol Erviti. Posiblemente el final más ajustado de esta edición. Sin embargo, su 'derrota' no dejó un sabor amargo ya que finalizó la carrera como el ciclista más regular de todo su equipo y como una de las revelaciones de la Vuelta. Capaz de codearse con de los uphill finisher en Córdoba, de no perder demasiada comba con los grandes sprinters en Puertollano o de coronar L´Angliru entre los 15 mejores, Roche es el claro ejemplo de corredor regular, válido para destacar en cualquier terreno. El propio Sean Kelly no duda en subrayar su talento natural, aunque le culpa de no haber dado un paso adelante mucho antes "por relajación". Según Kelly, Roche hijo no posee el 'hambre' de su padre en sus primeras carreras como profesional. Eso sí, reconoce "que los tiempos han cambiado".

Nicolas debutará el próximo año en Ag2r después de la desaparición de Crédit Agricole. Tercer conjunto profesional para el irlandés y tercero francés. Por supuesto tampoco es casualidad. Nicolas dispone de la doble nacionalidad y podría haber defendido los colores galos en las citas mundialistas. A buen seguro comenzará a ser una rueda vigilada. Sus triunfos esta temporada en Padrón en el GP Paredes y en Guéret en el Tour du Limousin deben de significar tan sólo un aviso.

Familia de Nicolas, y por tanto de Stephen Roche, Daniel Martin se erige como la otra gran promesa irlandesa. Dos años más joven que su primo, Dan nación en 1986 y Roche en 1984, Martin ejemplifica la figura del clásico escalador. Dotado para las grandes rampas pero con problemas a la hora de mover grandes desarrollos. Kelly lo tiene muy claro: "Martin representa al escalador puro. Su problema es que su cabeza no piensa en otra cosa. Si la carrera tiene tramos de plato, está perdida de antemano. Es necesario que cambie esto, ya que resulta imprescindible para el desarrollo de su carrera". Un desarrollo al que, por otra parte, aún le quedan varias temporadas. Lo cierto, es que Martin marcha por el buen camino. En su primera campaña completa en un conjunto profesional ha conseguido la victoria en la general de la dura Ruta del Sur y se ha proclamado Campeón Nacional en Ruta, un título que ha aumentado su popularidad en su país. El décimo puesto en la general de la Vuelta a Portugal, una carrera en la que la experiencia suele jugar un papel fundamental, supone otro de los grandes logros para un ciclista que en 2009 continuará en el conjunto Garmin.

Deignan y VC la Pomme

Pero Roche y Martin no pedalean solos. Philip Deignan también podría eclosionar como gran ciclista en los próximos meses. Tras cuatro temporadas con una evolución pausada pero constante en Ag2R, el próximo año vestirá los colores del nuevo Test Team Cervélo. Deignan se formó en el campo amateur francés, en el potente VC La Pomme. El club marsellés siempre ha apostado por los valores irlandeses, de hecho tanto Dan Martin como Nicolas Roche también pasaron por sus filas, al igual que Mark Scanlon, Tim Cassidy y Paidi O´Brien. La conexión Marsella - Irlanda ha representado en los últimos años un paso obligado para todos los corredores de aquel país que buscan un hueco en el campo profesional. Deignan muestra destellos de escalador, algo que deberá demostrar la próxima temporada.

El pasaporte tampoco es la solución

El ciclismo se asemeja cada vez más a un acto de fé. Hay que creer aunque no toques y rezar porque no suceda nada malo. Lo malo es que acaba sucediendo. Las carreras de tres semanas ya duran más de tres meses, se deciden en los laboratorios y cambian sus clasificaciones meses después de que el último corredor supere la última línea de meta. No pienso culpar a los organizadores, que bastante hacen con desenmascarar a los tramposos. Los corredores que deciden ir más allá de lo que marca su organismo y los equipos que inducen a utilizar esas ayudas representan el principal mal en matería de dopaje.

Lo que más duele no son los positivos de Leonardo Piepoli y Stefan Schumacher. Lo que realmente daña a la imagen de este deporte es la sensación de nunca acabar, de que éstos no serán los últimos. En definitiva, de que cada vez más cuesta creer en el ciclismo. Ni la mejor temporada de los ciclistas españoles ha conseguido arrastrar las masas que este deporte ha movido décadas atrás. Y no se crean. El propio colectivo ciclista lo pone muy difícil.

Cuando los organizadores han tratado de normalizar la situación, invitando a sus carreras a equipos que no cumplían con el dudoso reglamento impuesto desde la UCI, han sido las propias formaciones ProTour las que se han rebelado, pidiendo que sólo aquéllos que sufragaban el pasaporte biológico pudieran tomar parte en las mejores pruebas del calendario. Collstrop, Mitsubishi y LPR han perdido su invitación a la París - Tours por la presión de otros equipos, por la amenaza de los ProTour de no participar en la clásica francesa. Desunión. ¿Todo para qué? El pasaporte biológico va a cumplir su primer año de vida y, de momento, no hay noticias sobre su utilidad. Se comenta que será a final de campaña cuando se pueden valorar las analíticas y comparar la evolución de los parámetros fisiológicos. De todos modos, parece muy complicado que se pueda sancionar a un corredor sólo por datos objetivos, que a fin de cuentas es de lo que se trata.

Que no nos engañemos. El pasaporte biológico no ha arreglado nada. Los positivos han caído por las mejoras en la detección de CERA. Además, la mayoría de positivos de esta temporada tienen como apellido equipos de categoría ProTour. Es decir, formaciones bajo el 'estricto' control de este programa antidóping. Mejor les iría si todos fueran a una y dejaran a un lado las barreras económicas, que a fin de cuentas son las que marcan pagar el pasaporte o no, decidiendo si puedes competir en las mejores carreras o si, por el contrario, tienes que quedarte en casa viendo la Vuelta a España por la tele.